El interventor del Atlético de Madrid pide al juez que devuelva a Gil la gestión del club

Tras conocer el informe del interventor, el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo ha acordado abrir procedimiento abreviado a Jesús Gil y Gil, Miguel Angel Gil y Enrique Cerezo al encontrar indicios de que cometieron delitos de apropiación indebida, falsedad documental mercantil, societarios y de otorgamiento de contratos simulados, en su gestión de esta sociedad deportiva.

En relación a la intervención judicial del club, el juez deja abierta la posibilidad de levantarla aunque no se pronunciará hasta que, en el plazo de diez días, el fiscal y las demás partes aleguen lo que consideren oportuno sobre el particular.

En la misma resolución, el magistrado decreta el archivo provisional de la causa en relación a las otras ocho personas que hasta hoy también estaban imputadas, que eran la esposa de Gil, María de los Angeles Marín Cobo, su hijo Jesús Gil Marín, su ex asesor jurídico José Luis Sierra, el ex teniente de alcalde de Marbella Pedro Román Zurdo, y Clemente Villaverde, Pablo de Castro, Luis Gonzalo Pérez, y Francisco Alarcón.

El informe del interventor judicial del Atlético de Madrid, Luis Romasanta, considera que "a la vista de la experiencia observada en la actividad ordinaria" del club, "que refleja una normalidad en su gestión" es recomendable el levantamiento de las medidas judiciales.

En un informe entregado el pasado viernes en el juzgado y que fue distribuido hoy a las partes, Romasanta asegura que el Atlético de Madrid "es viable actualmente en el orden socioeconómico, financiero y patrimonial, y cuenta con un activo social y una imagen de marca, ésta con casi un siglo de existencia, ciertamente envidiables dentro del sector de actividades deportivas en que se mueve".

El interventor añade que de la información estudiado "se deduce, inequívocamente, que el Club Atlético de Madrid, S.A.D., se encuentra situado dentro de unos niveles estándares de normalidad, en términos comparativos, con el resto de sociedades anónimas deportivas y clubes de fútbol".

Romasanta destaca en su informe que "el fútbol es un negocio singular, y por su naturaleza real exige que todas las empresas que compiten en este mercado dispongan de unas armas de gestión análogas", y subraya que "en el fútbol profesional no hay actualmente más que un club sometido a la severidad de una intervención judicial".

Después, examina las cuentas del Atlético de Madrid para concluir que, en el ejercicio 1999-2000, arrojaron un beneficio, antes de impuestos, de 598 millones de pesetas, si bien éste fue obtenido "gracias a unos resultados extraordinarios positivos procedentes, básicamente, del traspaso de jugadores", que supusieron unos ingresos netos para el club de 8.403 millones.

Esta práctica, dice el interventor, es "habitual" en el negocio del fútbol, en el que los resultados ordinarios "son negativos en prácticamente todos los equipos profesionales", lo que "equivaldría a calificar el negocio del fútbol como ruinoso", ya que los gastos superan claramente a los ingresos, por lo que "es necesario acudir al beneficio procedente de los traspasos de jugadores".

A 31 de diciembre de 2000, la cuenta de pérdidas y ganancias del club arrojaba también un resultado positivo de 566 millones de pesetas, situación que, según Romasanta, se mantiene en la actualidad.

Sobre la viabilidad del Atlético, el interventor se muestra optimista y destaca que, desde el plano social, el club está considerado uno de los "tres grandes" de España y el séptimo de Europa, que es el tercer equipo de fútbol más visto en "pago por visión" y que "dispone de una estructura de fútbol base que potenciará su cantera".

Romasanta hace una referencia especial al apoyo de la afición atlética, destacando que es "el mejor activo" del club y señalando que el crecimiento del número de abonados ha sido constante durante los últimos ocho años, llegando en la actualidad a los 41.578, y que "el número de asistentes al estadio durante la presente temporada sobrepasará el millón de espectadores".

"Es inhabitual aforos continuos (ni siquiera aislados) semejantes en los partidos de Primera División, y un hecho insólito en Segunda", añade.

Desde el plano económico, considera la posibilidad de que el club ascienda a Primera al final de esta temporada, lo que conllevaría un aumento de los ingresos, especialmente por publicidad, campo en el que alcanzarían los 5.850 millones de pesetas.

De permanecer en Segunda, sin embargo, los ingresos por este concepto serían de sólo 1.450 millones, por lo que debería procederse a "una consecuente reducción del gasto, que hemos cuantificado (...) en 7.150 millones de pesetas, y cuya solución no puede ser otra que realizar todo el activo posible (traspaso de jugadores) o captar ingresos atípicos".

Romasanta contempla también las medidas económico-financieras que debería adoptar el club para asegurar su continuidad, entre las que propone el traspaso de jugadores (siempre que los beneficios no se destinen en su totalidad a adquirir sustitutos de los vendidos), la reducción del gasto, la explotación de los derechos de imagen e incluso la salida a bolsa, que califica de "posibilidad abierta".

Prácticamente descarta, sin embargo, la ampliación de capital social, porque mientras continúe abierto el procedimiento judicial "parece difícil que un grupo inversor decida apoyar financieramente al club".