Chris Isaak, el bello príncipe ‘noir’ que pudo reinar
El músico, que ha demostrado con creces que tiene talento para deslizarse por varios estilos raíces de la música norteamericana, toca en las Noches del Botánico y en el BBK Bilbao Music Legends Fest 2023
La palabra crooner está demasiado desgastada y, sin embargo, Chris Isaak no consigue quitársela de encima. Es una voz rompecorazones, pero también es más músico que un bonito traje colgado siempre en la misma percha. Con más de tres décadas de carrera, Isaak ha demostrado con creces que tiene talento para deslizarse por varios estilos raíces de la música norteamericana y poner un sello de calidad a cada cosa que toca. Y, con todo, es el bello príncipe que pudo reinar y lo hizo.
Este músico estadounidense con porte de estrella del viejo Hollywood se comió los noventa de un buen bocado. Su éxito fue aplastante con dos discos casi perfectos: Heart Shaped World (1989) y Forever Blue (1995). Entre su debut en 1985 y el final de la década de los noventa metió otro puñado de más que buenos álbumes.
Había aparecido un nuevo figurín en la música norteamericana, capaz de abrir una vía alternativa al grunge, al pop, al country tradicional y a casi cualquier género. Porque Isaak parecía su propio género después de esos dos discos donde nos mostraba a un artista de voz imponente y presencia escénica imbatible que nos regalaba algo así como una lujuria bien entendida por la soledad. Era música noir, de tipo roto y elegante, de claroscuros, melodramática y cinematográfica. Tanto es así que sus canciones han sonado en películas como Eyes Wide Shut, Amor a Quemarropa, Corazón Salvaje y Terciopelo Azul.
Isaak siempre se ha mirado en el espejo y no ha tenido problema para ver el reflejo de Elvis Presley o de Roy Orbison. De hecho, las comparaciones con ellos siempre han sido una constante en su carrera. Incluso también se podría citar a Tony Benett y un cierto Frank Sinatra. Figuras capitales en bombear corazones como si la vida dependiese de esas canciones mayúsculas y arrasadoramente sentimentales. El problema fue que ese reflejo siempre fue un arma de doble filo y acabaron por sepultar parte de su trayecto musical.
Es indudable la virtud baladística de este tipo metido a actor de cine y televisión y presentador de programas. Sin embargo, ha sabido romper el cliché y demostrar, como apuntaba otro talento de los noventa como Jeff Buckley, que lo suyo no solo es un traje. Rock, rockabilly, soul, folk, country… pop. Isaak ha llegado hasta el 2023 con una buena caminata sonora en la que siempre ha mostrado aplomo y calidad.
Toca hoy en las Noches del Botánico y el sábado en el BBK Bilbao Music Legends Fest 2023, donde es cabeza de cartel y comparte cartel con The Waterboys, Canned Heat, Nikki Lane y Luke Winslow-King. Es un grande en la retaguardia desde hace ya unos lustros. Ha quedado relegado a un segundo plano, bajando escalones ante otras figuras que mantuvieron el status. No importa. Es alguien que ha terminado siendo influyente y aguarda todavía en muchos corazones melómanos. A este bello príncipe quizá le esperaba un reino más grande, cierto, pero tampoco debería importar mientras siga sonando tan profundo y apasionado.
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