La novela negra del siglo XXI no existe (sin Michael Connelly)
En la nueva entrega del maestro americano, ‘Las horas oscuras’, el mítico Harry Bosch, su personaje estelar, cede el protagonismo a la detective Renée Ballard. Connelly nunca defrauda
No son raros los hallazgos puntuales en literatura, pero para llegar a vender 80 millones de ejemplares en todo el mundo como ha ocurrido con las 37 novelas de Michael Connelly traducidas a 45 idiomas, hace falta mucho más.
Recién publicada por la editorial AdN, Las horas oscuras es su última obra disponible en España. Partiendo de un asesinato en la Nochevieja de 2020, la cuarta entrega de la serie protagonizada por la detective Renée Ballard reserva un papel importante a Harry Bosch, personaje estelar de Connelly.
Su experiencia como reportero de sucesos para ‘Los Angeles Times’, conociendo comisarías y entresijos judiciales, permite a Connelly crear los personajes más creíbles del género
“La pandemia y las protestas lo habían cambiado todo”, escribe el autor. “El departamento pasó de proactivo a reactivo. Y el cambio de alguna manera había dejado a Ballard a la deriva. Se había encontrado más de una vez pensando en dejarlo”. El espeluznante modus operandi de una perversa pareja de violadores en serie (los denominados “Hombres de Medianoche”) y la investigación de un asesinato de Nochevieja conectado con un caso sin resolver que llevó Harry Bosch dan a Ballard el impulso que necesitaba y el dúo termina compartiendo la aventura.
El autor y su personaje
Michael Connelly tuvo clara su vocación desde que leyó a Raymond Chandler en la Universidad de Florida, donde estudió periodismo y escritura creativa. Nada más graduarse, comenzó a cubrir sucesos en periódicos locales y, cuando le llegó la oportunidad de ser crime reporter (periodista de sucesos) de Los Angeles Times, aterrizó en la ciudad que había retratado su maestro literario y pudo trabajar en su auténtico hogar emocional. La maestría de sus tramas cruzadas y semejante conocimiento del terreno no caen del cielo. Su experiencia de periodista de crímenes, escrutando cada rincón de la gran ciudad, subiendo y bajando las escaleras de la gran comisaría de Van Nuys, escuchando las intrigas tras sus puertas y destripando entresijos judiciales, le permitieron construir un detective tan curtido y creíble como Harry Bosch.
A la altura de un Marlowe o un Wallander, la mayor creación del novelista pide un mínimo bosquejo que comunique la hosquedad aparente del autor con el perfil de su héroe. Hieronymus ‘Harry’ Bosch es hijo de una prostituta brutalmente asesinada, que tuvo la ocurrencia de llamarle como al pintor flamenco, un intrigante capricho ilustrado, de entrada. Tras una infancia en orfanatos y familias de acogida, sin conocer a su padre, a los 17 años participó en la guerra de Vietnam con la misión de introducirse en túneles estrechos y profundos en busca de enemigos, lo que le dejó una secuela claustrofóbica de por vida.
Michael Connelly no sacó del túnel a Harry Bosch hasta 1992, cuando lo convirtió en el personaje literario que más satisfacciones y galardones le ha dado, incluyendo nuestro Premio Pepe Carvalho, creado en honor a Manuel Vázquez Montalbán. Treinta años después, es un imprescindible de la novela negra. Congelado en una madurez permanente, divorciado de la exagente del FBI y jugadora profesional de póker Eleanor Wish, con quien tuvo a su hija Maddie, Bosch es adusto y reservado. Solo se relaja de noche, escuchando su extensa colección de clásicos del jazz en vinilo y saboreando un whisky de malta (o más) mientras contempla la ciudad desde la cristalera de su privilegiada atalaya.
Constelación Connelly
Aunque Bosch prefiere trabajar en solitario, su autor ha hecho crecer a su alrededor un puñado de personajes que pueden coincidir o no con él en las novelas y cuentan con series propias como la detective Ballard de Las horas oscuras, a quien Connelly dio vida en Sesión nocturna (2017). La pareja conecta tan bien que el autor les volverá a reunir en su anunciada próxima novela, Estrella del desierto.
Forman parte de la constelación Connelly el exagente del FBI Terry McCaleb que Clint Eastwood llevó al cine en Deuda de Sangre, o Mickey Haller, el famoso Abogado del Lincoln que interpretó Matthew McConaughey en la gran pantalla y Manuel Garcia-Rulfo en la serie homónima de Netflix. Connelly ha puesto también al periodista Jack McEvoy (¿nostalgia de su pasado reportero?) frente a némesis como El poeta, y todas sus criaturas pueblan una telaraña que fascina a fans de la novela negra y policiaca en todo el mundo.
Para garantizar un traslado fidedigno a la pantalla, ha participado como productor ejecutivo en las dos series de Bosch que pueden verse en Amazon Prime y en El abogado del Lincoln televisivo.
Una adicción asequible y en tapa blanda
La editorial AdN ya ha publicado un total de 21 libros de Michael Connelly. En tapa blanda, estos cinco de sus betsellers más recientes nos muestran las aventuras de sus caracteres icónicos. En Noche sagrada (2018) el tándem Bosch/Ballard unen sus fuerzas para desentrañar el enigma de una quinceañera cuyo cuerpo se ha descubierto en un basurero de Hollywood, y Fuego nocturno (2019) vuelve a reunir a la pareja para investigar un caso de asesinato que obsesionó al fallecido John Jack Thompson, mentor de Bosch en sus inicios.
El veredicto (2022) es la gran novela del abogado Mickey Haller, que en La ley de la inocencia (2020) es encarcelado injustamente y necesita la ayuda de Bosch en el exterior para liberarse. Tan reciente como esta última es Advertencia razonable (2020), en la que el veterano reportero Jack McEvoy despliega su talento y destapa una cadena de crímenes por todo el país con la ayudade de la agente especial del FBI Rachel Walling, otra habitual en las novelas de Connelly.