Toda la lectura del verano, en el bolsillo

Lucía R. es socia principal de una firma de abogados. Con 45 años, separada, su carrera profesional va como un tiro y le ha dado tiempo a ser madre de un chico de 14 y una chica de 16. Este personaje imaginario proyecta pasar con ellos el mes de agosto en Cartagena de Indias para enseñarles la región colombiana donde fue feliz haciendo voluntariado cuando tenía sus años y de la que tanto les ha hablado. Las novelas románticas son un placer privado que les oculta celosamente, no sabe bien por qué. Con Nextory, su secreto está a buen recaudo.

Lucía R. forma parte del 75,9% de mujeres españolas que leen. Su franja de edad es la más lectora de España, pero ellas lo hacen con más frecuencia que ellos a cualquier edad. Lo dice el último barómetro Hábitos de lectura y compra de libros de la Federación de Gremios de Editores de España.

El confinamiento ha mejorado las estadísticas. Según la encuesta en que se basa el informe, el 67,9% de la población española lee libros, y un 64,4% lo hace como parte de su ocio, no por una obligación laboral o académica. Y las mujeres no solo leen más, sino que llevan ventaja en el consumo de audiolibros, una práctica consolidada en el mercado anglosajón cuya subida, en España, es mayor de dos puntos porcentuales el último año.

El 67,9% de la población española lee libros, y un 64,4% lo hace como parte de su ocio, según el último barómetro Hábitos de lectura y compra de libros de la Federación de Gremios de Editores de España

Para acercar la lectura a ese 35,6% de personas que no lee nunca o casi nunca por placer, el Ministerio de Cultura y Deporte confía en incentivos como el bono joven y el Plan de Fomento de la Lectura 2021-2024, con una inversión de 13,2 millones de euros, utilizando las nuevas herramientas digitales y culturales para extender la lectura a todos los puntos del país.

La solución Nextory

El 25,1% de la población no lectora aduce falta de interés, pero se acaban las excusas para no leer. El impedimento alegado por el 49,8% es la falta de tiempo debida a trabajo, estudios o cuidado familiar, y esas nuevas herramientas están aquí para ayudar a adquirir nuevos hábitos. Ese tiempo existía, pero en situaciones que antes no parecían adecuadas para leer o escuchar una historia. Ahora, se puede recuperar. Sin dañar al planeta y sin el peso físico de un libro. En cualquier momento y lugar. Sin necesidad de exhibir la portada de nuestro título favorito en la tumbona de la playa o, si se elige escucharlo en la cama, pedir perdón por tener la luz encendida a deshoras.

Lucía, con dos hijos a su cargo, un despacho absorbente y su personal gusto literario, ha descubierto Nextory, el servicio de streaming para leer y escuchar de forma ilimitada más de 300.000 títulos de e-books y audiolibros, además de 80 revistas.

Como un Netflix o un Spotify para lectores, Nextory es una aplicación disponible para iOS y Android para leer y escuchar en teléfonos, tabletas y distintos e-readers. Es de suscripción mensual, ofrece una prueba gratuita de 30 días y permite crear hasta cuatro perfiles adaptados a gustos o edades. Según el plan que se suscriba cambia el número de perfiles con acceso simultáneo al servicio.

Lucía R. hace números. Sus hijos están en la franja de edad que más lee de España: entre los 14 y 24 años (ellas, un 79,5%; ellos, un 70,3%). Y los dos entran en el 27,7% aficionado a las revistas, de las que Nextory ofrece un catálogo amplísimo. La chica podrá seguir leyendo su revista de yoga favorita y su hijo la de Historia. El ahorro en suscripciones está servido. Lucía R. decide probar la escucha de sus libros favoritos en los atascos urbanos y en el avión a Colombia, que le asusta un poco, porque Nextory le permite descargarlos para disfrutarlos sin conexión. En sus 30 días de prueba, los tres se enamoran de la aplicación y de cómo funciona en el extranjero. Un manejo fácil, las recomendaciones de novedades y las pistas ofrecidas por valoraciones de otros usuarios, ha compensado con creces la cuota mensual.

El boom del verano: la novela romántica

Los informes (de escaso espectro y fiabilidad) sobre tendencias de lectura suelen dar los primeros puestos al misterio y la ciencia ficción, pero la novela romántica y erótica (tanto monta, monta tanto) es el género en alza. No hay que recurrir a Emily Brontë o Jane Austen para entender su auge actual. Puede deberse a series como Bridgerton. Muchos hombres las consumen y, en la estación más sensual del año, hacen su agosto. ¿Cómo, si no, iba a vender cinco millones de libros Megan Maxwell? Sus lectoras se identifican con protagonistas empoderadas y libérrimas. Max Monroe es el pseudónimo de dos amigas (Max y Monroe) con más de treinta superventas en Estados Unidos. Aquí, arrasan con un título tan políticamente incorrecto como Atrapar a un billonario y su heroína es una mujer desinhibida, muy guapa, segura de sí misma y con una sólida carrera de fotógrafa que le permite recorrer el mundo. Los tiempos cambian y evolucionan los roles. Y la literatura romántica se adapta a ello.