Luis Tosar y Javier Bardem, una amistad de siempre en los Goya 2022

Los lunes al sol, la obra maestra de Fernando León de Aranoa, tiene una de las frases más impresionantes del cine español. La pronuncia Santa (Javier Bardem) cuando discute sobre la reconversión ...

Los lunes al sol, la obra maestra de Fernando León de Aranoa, tiene una de las frases más impresionantes del cine español. La pronuncia Santa (Javier Bardem) cuando discute sobre la reconversión industrial con Reina (Enrique Villén), escéptico con las protestas de los trabajadores. Reina le reprocha que pese a encerrarse 200 contra la policía, no se consiguió nada. “Conseguimos estar juntos, eso a mí no se me ha olvidado”, le dice Santa. Luego hubo quien aceptó el convenio y quien no, “y ahí ya no estábamos juntos. Nos habían separado. Y si no estamos juntos, nos joden. Pero eso no es de ahora, eso ha sido de siempre”. A su lado escucha, entre otros, José (Luis Tosar), un hombre devorado por un cerebro caníbal que le dice que aún no ha tocado fondo, que aún puede beber más, que su mujer puede irse en cualquier momento y dejarlo solo para acabar como Amador (Celso Bugallo), cuya muerte es anunciada por una luz sin apagar.

Los dos, Javier Ángel Encinas Bardem (Las Palmas de Gran Canaria, 52 años) y Luis López Tosar (Cospeito, Lugo, 50 años), recogieron un Goya cada uno en la gala del cine español más reivindicativa que se recuerda, 2003, organizada por la compañía teatral Animalario. Bardem ganó el Goya al mejor actor protagonista (“Galicia: ricos percebes, hermosas gentes”, dijo en referencia al rodaje), salió al escenario con una enorme tarjeta colgada de la chaqueta que decía: “No a la guerra” (España apoyaba la invasión de Irak de EE UU y Gran Bretaña) y aseguró que en su rodaje había hecho grandes amigos: “¿Verdad, Luilli?”. La cámara se fue a Tosar, que sonreía. El actor gallego también salió con un mensaje en la chaqueta, pero el suyo era “Nunca Máis”. “Si el señor bajito quiere petróleo”, dijo aludiendo a Aznar, “no hace falta matar a nadie, que vaya a Galicia a recogerlo de nuestras costas”. Meses antes, el Prestige se había hundido en el noroeste español. También dedicó el premio ―esto es importante para conocer a Tosar― a sus amigos del Pub Atlántico de Santiago. Como era entroido (carnaval), el local montó una fiesta que aún se recuerda, con un falso detector de metales a la entrada y policías disfrazados liándola en el interior.

Los lunes al sol selló la amistad de dos animales interpretativos, similares en un físico abrupto y masculino, de facciones marcadas y reconocibles que han ido ajustando a las necesidades de papeles que, casi siempre, han sido de protagonistas. Bardem, ganador de cuatro Goyas al mejor actor (Boca a boca, Los lunes al sol, Mar adentro y Biutiful), uno a mejor actor de reparto (Días contados), un Oscar (No es país para viejos) y una nominación para otro este año, y Tosar, ganador de dos Goyas al mejor actor (Te doy mis ojos, Celda 211 ―”no merece un Goya, sino tres”, dijo de él Carlos Bardem―) y uno al mejor actor de reparto (Los lunes al sol), han blindado en estos 20 años una amistad a prueba de todo.

Han compartido campañas de solidaridad (por ejemplo con Médicos sin Fronteras, entidad de la que son socios, contra el olvido de enfermos olvidados), conciertos en Nueva York y Madrid de Pearl Jam (en España, Eddie Vedder interrumpió la actuación para emitir un vídeo de los dos actores contra el acoso sexual: “Aunque hayáis estado toda la noche bailando juntos, aunque os hayáis ido juntos a casa, si te dice que no, es no. Si no te dice que sí, es que no”), una extraordinaria y breve pieza audiovisual de Versión española en la que los dos interactúan solo con imágenes de sus películas, un documental (El oficio del actor) y son vecinos de la misma urbanización (Valdelagua, a 30 kilómetros de Madrid). Películas, desde Los lunes al sol, ninguna; solo compartieron reparto en Sin noticias de Dios, pero los dos tenían apariciones anecdóticas. Pudieron coincidir en Cortés y Moctezuma, serie de Amazon que finalmente fue abortada. Tosar está emparejado con la actriz chilena María Luisa Mayol y son padres de dos hijos: León y Luana; Bardem está casado con la actriz española Penélope Cruz y sus hijos se llaman Leo y Luna.

Este sábado los dos amigos están nominados al Goya a mejor actor. Tosar por el papel de Ibon Etxezarreta, el asesino de Juan Mari Jáuregui, etarra arrepentido, en Maixabel, la película de Icíar Bollaín. Bardem por interpretar a Julio Blanco, propietario carismático y manipulador de una empresa local de balanzas en El buen patrón, la película de Fernando León de Aranoa. En el último Festival de Cine de San Sebastián, Jessica Chastain dijo que existía una “hermandad” entre intérpretes que le impedía competir con Bardem. “No hay una manera en la que realmente puedas calcular la intensidad de una interpretación. He pasado tiempo con Penélope (Cruz) y con Bardem y son unos genios, y siento que hay una hermandad sagrada con ellos”. El oscarizado actor español ha recogido el guante, esta vez en referencia a Tosar, Eduard Fernández y Javier Gutiérrez, los otros nominados: “Cualquier acercamiento a una expresión artística es un acercamiento subjetivo. Hay unos señores que opinan que tú has hecho algo que merece más la pena que lo de otra persona. Es una opinión, pero hacer un estandarte de eso no tiene sentido”. Hace 11 años, los dos compitieron por el premio y Tosar, propuesto por También la lluvia (de nuevo con Icíar Bollaín, con quien ya había rodado Flores de otro mundo y después Te doy mis ojos), fue claro: “Bardem es mi favorito”. Y Bardem lo ganó, efectivamente, por Biutiful, de González Iñárritu.

Desde 2002 son amigos cómplices y solidarios a la manera inquebrantable en que lo eran los personajes que los unieron, Santa y José: “Conseguimos estar juntos, eso a mí no se me ha olvidado”. Porque en el trabajo, y en la vida, “si no estamos juntos, nos joden. Pero eso no es de ahora, eso ha sido de siempre”.