‘The Medium’, el misterio que transcurre en dos dimensiones a la vez
La nueva producción de los creadores de 'Layers of Fear' y 'Observer' se ha convertido en el primer título exclusivo de Xbox Series X y Series S
Todo empieza con una niña muerta. Un lejano recuerdo, un trauma, una voz del pasado que regresa una y otra vez a la mente de Marianne, la protagonista de The Medium, la nueva aventura de Bloober Team. La obra, que también se puede jugar en PC, es el primer título desarrollado en exclusiva para Xbox Series X y Xbox Series S, por lo que no está disponible en Xbox One (¡pero también está en Game Pass!). A primera vista, no da la impresión de que sus gráficos sean imposibles de plasmar en una máquina de anterior generación. Sin embargo, existe una razón que respalda esta decisión: el juego renderiza dos mundos al mismo tiempo.
A The Medium se le ha comparado una y otra vez con Silent Hill. Como el juego de Konami, lo nuevo de los creadores de Blair Witch juega con una dimensión alternativa, al tiempo que construye una estética visual que puede recordar a este memorable clásico del terror. Que Akira Yamaoka, el mítico compositor de esta saga, sea uno de los responsables de la banda sonora, además del diseñador de sonido, no ha hecho más que acrecentar esa sensación. Lo mejor que uno puede hacer es librarse de esas cadenas y disfrutar del videojuego como lo que es, un thriller con mecánicas de exploración que recurre más al misterio que al terror. De modo que no, no es un Silent Hill ni aspira a serlo.
Ha llegado el momento de enfrentarse al pasado
Marianne era una niña huérfana cuando fue adoptada por Jack, un hombre que se ganaba la vida en una funeraria. Escribo en pasado porque durante los primeros minutos de la partida, la joven muestra su duelo por el fallecimiento de su padre adoptivo. Pasea por la casa en busca de un pasador de corbata, el accesorio que necesita para terminar de preparar el cadáver. En el mismo domicilio, bajando las escaleras, se halla la funeraria que regentaba. Es entonces cuando algo extraño ocurre, Marianne se lleva las manos a la cabeza y se introduce en una dimensión alternativa. Allí está Jack de nuevo, a la espera de transitar hacia su nuevo destino.
Atormentada por un pasado que no recuerda, la mujer dirige sus pasos hacia un viejo lugar destartalado, el hotel Niwa. Se interna en el frondoso bosque, y más allá de la espesura, se da de bruces con la gran mole descascarillada. Tras un fallido intento en el que pretende acceder por la puerta principal, cerrada a cal y canto, se las ingenia para entrar. A partir de ese instante, el argumento va destapando poco a poco los acontecimientos del ayer, lo que ocurrió en el hotel y por qué ese lugar está irremediablemente ligado a Marianne y a otros personajes de su entorno.
El argumento se desbroza a través de notas, (viejas) llamadas de teléfono y escenas cinematográficas. Su concepción como thriller con ligeros toques de terror parte de una buena base que se mantiene más o menos constante a lo largo de toda la partida. Con todo, a medida que la trama va avanzando, la historia se siente un tanto previsible y poco original, con clichés del género que emborronan el resultado final.
Aventura narrativa con trazas sobrenaturales
The Medium rescata mecánicas del género de la aventura gráfica tradicional. La exploración de escenarios y objetos, el uso de los mismos en lugares específicos, así como la resolución de pequeños puzles, funciona como base jugable. Por desgracia, los pocos rompecabezas que se plantean son muy sencillos, hasta el punto de que ninguno presenta reto alguno. Completar el videojuego es tan fácil como acompañar a la historia que narra, pues se trata de un producto excesivamente lineal, que acota en todo momento los movimientos del personaje. El uso de cámaras fijas, eso sí, le confiere un sabor añejo que recuerda a los survival horror de los 32 y los 128 bits.
La parte sobrenatural añade sus propuestas más atrevidas, que aun así se perciben algo desaprovechadas. Me refiero, por supuesto, a la posibilidad de controlar a Marianne en dos dimensiones diferentes al mismo tiempo. De esta forma, el jugador puede visualizar los dos mundos, lo que le permite descubrir secretos en uno de ellos o entrar en lugares inaccesibles en el universo real, por así decirlo. Al proyectar el alma en la Marianne de la dimensión alternativa, podemos adentrarnos en esos lugares bloqueados, pero solo por tiempo limitado, ya que el alma irá desapareciendo de forma progresiva. Si lo hace, la partida habrá terminado. A pesar de lo atractivo que resulta en los visual, Bloober Team podía haber profundizado más en esta mecánica tan interesante. Se queda a medio camino y es una pena, porque su potencial es más que palpable.
Donde también tropieza es en las secciones en las que abandona su diseño de aventura gráfica. Cabe destacar que en ningún momento se producen situaciones de acción como tal, no disparamos ni una sola bala y Marianne no está armada con una pistola. Ningún problema con eso. En cambio, al tratarse de una médium poderosa, la mujer es capaz de proyectar una barrera de protección que le ayuda a defenderse de las polillas o de los tentáculos en el universo alternativo. El único desafío es gestionar adecuadamente la energía para que no se agote justo cuando estás cruzando por una zona peligrosa. Tampoco me ha llamado la atención el sigilo, que se basa en la posibilidad de agacharse y de aguantar la respiración cuando el monstruo está cerca. A su favor diré que es en esos instantes cuando se siente la tensión, aunque engañar a la criatura no reviste mayores complejidades.
The Medium, pese a todo, es un videojuego que entra bien si nos contentamos con lo que es y no con el que podía haber sido. Las siete u ocho horas que dura la aventura son amenas y te mantienen enganchado al mando, que es más de lo que se puede decir de otros muchos títulos. En el mundo cultural nos afanamos en calificar las obras desde posiciones absolutas: obra maestra o desastre total. Debemos dejar espacio para los títulos que están en un punto medio. The Medium es uno de ellos.
Y recuerda. Todo empieza con una niña muerta...
Código proporcionado por Premier: Entertainment Arts Culture
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