Detenido el sospechoso del robo de un cuadro de Van Gogh y otro de Frans Hals
Las obras desaparecieron en 2020 en Países Bajos y la policía holandesa cree estar cerca de su recuperación
En marzo de 2020, un hombre encapuchado forzó la puerta de entrada del museo Singer, en el centro de Países Bajos, y salió poco después con un cuadro de Van Gogh titulado Jardín primaveral, la casa parroquial de Nuenen en primavera (1884) bajo el brazo. En agosto de ese mismo año, otro robo similar, esta vez forzando la puerta trasera del museo de Leerdam, situado al oeste, se saldó con la pérdida de Dos chicos sonrientes con una jarra de cerveza (1626), una obra de Frans Hals. Era la tercera vez que esta pieza caía en manos de los ladrones en las dos últimas décadas. Ambas salas estaban cerradas debido a la pandemia y las alarmas funcionaron, pero los cuadros siguen en paradero desconocido. El arresto de un hombre de 58 años, efectuado este jueves por la policía holandesa, puede allanar el camino hacia su recuperación. Valorados en unos 5 y 13 millones de euros, respectivamente, los investigadores sospechan que el detenido es el autor de los dos asaltos.
El arresto se produjo en la ciudad de Baarn, situada en la provincia de Utrecht, y fue anunciado por la policía local en su cuenta de Twitter. “Los cuadros siguen desaparecidos. ¿Sabe usted algo y no lo ha compartido todavía con nosotros? Llame por favor a estos números”, dice una agente en el vídeo incluido en el mensaje.
Arthur Brand, conocido como el detective del arte, recibió el año pasado unas fotos del vangogh como “prueba de vida”. Un testimonio gráfico usado en estos círculos delictivos para demostrar que no había sido destruido. Le llegó a través de terceros y pudo comprobar que había un roce en la parte inferior. En su cuenta personal de Twitter presenta la foto del cuadro recibida hace un año, una composición preparada al detalle por los presuntos ladrones. Junto al cuadro de Van Gogh, que muestran por delante y por detrás, había un ejemplar reciente del rotativo The New York Times y un libro sobre Octave Durham, uno de los ladrones más conocidos de Países Bajos, hoy retirado y sin cuentas con la justicia. Según Brand, el sujeto arrestado por la policía puede ser un profesional porque ejecutó los robos con soltura. “Creo que se llevó el vangogh por su cuenta, sin encargos previos, para venderlo luego en el circuito mafioso que usa el arte como un aval por si les detienen: ofrecen las piezas a cambio de una reducción de pena”, explica, en conversación telefónica. Este experto, que informa siempre a la policía de sus pasos, sostiene que el ladrón lo vendió por unos 150.000 euros a un delincuente. “Este último hizo otro tanto después por unos 400.000 euros. En su caso, el comprador era un traficante de drogas que está hoy en la cárcel, pero no dice dónde lo tiene”.
Vídeo de las cámaras de seguridad
Brand felicita a los agentes por el arresto y presume que el Frans Hals no encuentra salida porque las policías de Holanda, Francia y Bélgica consiguieron descifrar en 2020 parte de los mensajes encriptados de varios grupos delictivos, y mover el cuadro sería arriesgado para todos: ladrones y clientes. La policía holandesa, que ha investigado a fondo durante meses el caso, guarda silencio y se remite a la petición de información, ya que el detenido es formalmente sospechoso de los robos.
El Jardín primaveral, la casa parroquial de Nuenen en primavera estaba colgado en el museo Singer y era un préstamo de otra sala, el museo Groninger, que tenía solo esta obra del pintor en su colección. En el vídeo del asalto, captado por las cámaras internas de seguridad, puede verse al ladrón saliendo del centro por la zona de la tienda de recuerdos con el cuadro. Un momento antes, en la calle, otras cámaras filman a un hombre —supuestamente el ladrón— a bordo de una motocicleta que rompe luego la puerta de cristal de la entrada. La alarma saltó y los circuitos de seguridad estaban en orden y al día, aunque el sujeto había escapado cuando llegó la policía. Nuenen es la población donde tenía su parroquia el padre del pintor, que era pastor protestante. La obra está fechada durante el tiempo que pasó allí con su familia.
Cuando Dos chicos sonrientes con una jarra de cerveza (1626) desapareció de un museo de la localidad de Leerdam, se supo que era la tercera vez que ocurría algo así. En 1998 y en 2011 se lo llevaron también, pero apareció a los pocos meses. Como en el caso del vangogh, el museo estaba cerrado por el coronavirus y los agentes acudieron en cuanto sonó la alarma. La puerta trasera había sido forzada y el botín no pudo ser localizado. Los protagonistas de la pintura son dos jóvenes riendo con la boca abierta, un detalle poco frecuente en la época. La boca cerrada o la expresión austera simbolizaban poder, pero Hals añadió niños y jóvenes sonrientes a sus trabajos.
Babelia
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