_
_
_
_
FOTOGRAFÍA

Muerte, sexo y espiritualidad: Pieter Hugo retrata México

Una exposición y un libro reúnen la mirada del fotógrafo sudafricano sobre la compleja realidad del país

After Siqueiros, Oaxaca de Juárez, 2018
After Siqueiros, Oaxaca de Juárez, 2018

Los protagonistas del último trabajo de Pieter Hugo (Johannesburgo, Suráfrica, 1976) habitan en los márgenes. Su paso por el paraíso parece haber sido fugaz. Aun así, trascienden a la opacidad y a la tragedia de su existencia, abrazando lo inevitable. Al igual que la cucaracha de la popular canción, caminan con dicha a pesar de haber abandonado parte de sus sueños en el camino. De ahí que la dicharachera a la vez que trágica composición, popularizada en México en tiempos de la revolución, sirva al autor como metáfora de los extremos antagónicos entre los que transcurre la vida en este país latinoamericano.

1. Black Friday, Oaxaca de Juárez, 2018.
1. Black Friday, Oaxaca de Juárez, 2018.

La Cucaracha es el resultado de dos años de trabajo durante los cuales el fotógrafo recorrió las zonas industrializadas de México, Oaxaca de Juárez, Juchitán y Hermosillo. Comenzaría fijándose en una naturaleza muerta para luego ir alternando con el retrato. Inspirado por la narrativa de los muralistas mexicanos, a la que compara con aquella de un fotolibro, donde las imágenes se complementan y retroalimentan unas a otras, fue dando forma a un conjunto de imágenes como reflejo del ethos y la estética de un país, interpretados a través del sexo, la muerte y la espiritualidad. Los cactus arden en Oaxaca de Juárez; una novia acaricia su regalo de bodas, una iguana; la poderosa naturaleza agrieta el asfalto de las ciudad; una pareja de enanos se disfraza de Zapata y Adelita; dentro de la sede del Partido Revolucionario Institucional un joven afeminado muestra su desnudez; un caballo yace muerto en el campo, mientras un cadáver es diseccionado durante una lección de anatomía; Coyote parece haber encontrado otra forma de mirar al mundo con su cara completamente cubierta de tatuajes.

Hugo interpreta la compleja realidad de un país bajo la mirada del outsider. “La visceral energía anárquica de México caló bajo mi piel y me y me succionó”, destaca el artista. La serie ha quedado recogida en un monográfico publicado por RM y en la actualidad puede verse en la Huxley Parlour Gallery de Londres.

La obra de este artista sudafricano ha estado siempre vinculada a lo marginal. Víctimas del sida, ciegos albinos, trabajadores adolescentes de los vertederos de ordenadores en Ghana, niños víctimas de la guerra de Ruanda o los hombres hienas de Nigeria protagonizan algunas de sus series más destacas. Su interés por las sociedades posrrevolucionarias, y por cómo la historia y el entorno pueden dar forma a una cultura y a quienes la habitan, procede de sus vivencias durante la transición del apartheid a la democracia en Suráfrica.

2. Burning bush, Oaxaca de Juárez, 2018.
2. Burning bush, Oaxaca de Juárez, 2018.

Sus imágenes vibran con el fuerte colorido de un país rico en referencias visuales, al tiempo que quedan envueltas en el misterio. Nada está escrito ni es lo que lo que parece en el discurrir del día a día, a veces tan crudo como extravagante. Sus retratos conservan la misma tensión y la intensidad que le suscitan sus encuentros con aquellos que posaran para él. Da por valido solo aquellos retratos que al devolver la mirada a su autor le atrapan por completo. El tiempo parece haberse detenido en la quietud de sus imágenes, invitando a una posada contemplación durante la cual lo familiar se convierte en extraño y lo extraño en familiar.

Estos son los comentarios del autor sobre seis de sus obras.

1. Black Friday, Oaxaca de Juárez, 2018

Esta imagen fue realizada en la prisión de Oaxaca. Era Semana Santa y los presos estaban escenificando la pasión de Jesucristo en una obra de teatro sobre el juicio y la crucifixión. Fue el primer retrato que tomé en la prisión, el resto de imágenes tomadas durante la obra no funcionó.

2. Burning Bush, Oaxaca de Juárez, 2018

En esta serie he pretendido que la obra tenga un vocabulario auténticamente mexicano. Tanto en su paleta de color como en su tesis conceptual y emocional. Existe una conexión con lo bíblico y lo católico en toda la obra, que está muy presente en México. El episodio de La zarza ardiente del libro del Éxodo encuentra muchas analogías en la iconografía mexicana, Dios quemando el pecado, purificándolo, pero de forma violenta. El Dios del Viejo testamento. Furioso.

3. Making pigments, San Agustín Etla, 2018.
3. Making pigments, San Agustín Etla, 2018.

3. Making Pigments, San Agustín Etla, 2018

Esta fue la primera imagen que realicé para La Cucaracha y realmente estableció el tono visual de la serie. Siempre me he sentido atraído por las vanitas, o naturalezas muertas. La expresión memento mori, con su aceptación de una vida floreciente, así como de su inevitable deterioro, tiene una particular resonancia en México, donde la violencia se ha normalizado y las comunidades tienen que encontrar formas creativas de lidiar con ello.

4. After Siqueiros, Oaxaca de Juárez, 2018.
4. After Siqueiros, Oaxaca de Juárez, 2018.

4. After Siqueiros, Oaxaca de Juárez, 2018

Cada vez he ido siendo más consciente de la relación que se establece entre mi obra y la historia del arte a través de recurrentes motivos. Nunca me he sentido confortable posicionándome en un lugar fijo dentro del eje arte y fotografía. Me atrae trabajar en distintas vertientes: el periodismo, el ‘nuevo’ documentalismo, el análisis forense y la tipología, la moda, etc. Estás disciplinas se retroalimentan entre sí. Mientras trabajaba en México, me interesé en particular por la obra de los muralistas. La Cucaracha realmente establece un diálogo entre la historia visual y la historia de la literatura, a su vez estrechamente relacionada con el realismo mágico, y con la pintura mural mexicana. El movimiento muralista mexicano fue una manifestación artística muy socialista, casi bordeando el comunismo. Describe grandes narrativas históricas en una sola obra. Está muy próximo a la tradición narrativa del documentalismo. Así esta imagen se construyó con la colaboración de un grupo de barrenderos pluriempleados como una troupe de teatro en el mercado donde trabajan. Les enseñé un mural de Alfredo Siqueiros y les pedí que lo recrearan. Me encanta la intersección entre la premeditación y el accidente.

5. Spoliation of evidence, Hermosillo, 2019

5. Spoliation of evidence, Hermosillo, 2019.
5. Spoliation of evidence, Hermosillo, 2019.

La necropolítica del estado narco penetra en todos los aspectos de la sociedad mexicana. México tiene un ethos y una estética particular; hay una aceptación de que la vida no lleva a ninguna victoria gloriosa, ni final feliz. Existe una conexión muy profunda y compleja con la mortalidad, visible en expresiones contradictorias que rinden homenaje al más alla, como en la celebración de Todos los Santos, y en el brutal desmembramiento de los cuerpos por parte de los narcotraficantes.

6. The lovers, Ciudad de México, 2019

6. The lovers, Ciudad de México, 2019.
6. The lovers, Ciudad de México, 2019.

The Lovers es una imagen de una pareja abrazada. En Hermosillo hay una estación de tren donde mucha gente hace trasbordo para ir a la frontera estadounidense. Existe un continuo trasiego de gente procedente de distintos lugares de Centro América, Guatemala, El Salvador y también mexicanos que intentan llegar a Estados Unidos -algunos como refugiados económicos. Me fije en esta pareja mientras estaba allí trabajando. Estaban siempre tocándose y besándose. Son de El Salvador, refugiados. Les pregunté si les podía fotografiar y los expliqué el motivo: me subyugó su ternura en un contexto tan tumultuoso.

La Cucaracha. Pieter Hugo. Editorial RM. 132 páginas. 65 euros.

La Cucaracha. Pieter Hugo. Huxley Parlour Gallery. Londres. Hasta el 14 de marzo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_