“Aute era alguien que se atrevía a mirar a la luna mientras el resto estamos encorvados”
Músicos de generaciones posteriores destacan la influencia y la humanidad del autor de ‘Al alba’
Luis Eduardo Aute no tuvo tanto éxito como sus contemporáneos. Si se habla de venta de entradas y discos. Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Miguel Ríos, Ana Belén o Víctor Manuel superaron en cifras a Aute. A cambio, el autor de Slowly ha influido bastante más a las generaciones posteriores. “Tenía una estética que me atrajo mucho, con esa melena, la barba, tan delgado. Exhibía un punto canalla muy atractivo. Era la música que se escuchaba en el coche de mis padres, cuando yo era pequeño, y me sigue influyendo hasta ahora”, dice Xoel López, uno de los músicos herederos de Aute, quien ha muerto este sábado a los 76 años.
Quique González coge el teléfono nada más conocerse la noticia y se le nota devastado. “Lo estoy”, dice. “Son tiempos muy duros. Por todo lo que está pasando y ahora con la muerte de Aute. Era un artista entre artistas. No solo escribiendo. Con todo. Cada cosa que hacía tenía una gran sensibilidad. Yo lo descubrí con Slowly. Tuve cierto contacto con él. Tenía un cancionero imbatible”, apunta González. Marc Ros, cantante y letrista de Sidonie, cuenta una anécdota que tuvo con él cuando compartía compañía discográfica, en 2007: “Fui a un concierto suyo en Madrid. A mí no me gustan los que duran más de dos horas. Este duró cuatro y se me hizo corto. Cuando acabó me llevaron a que lo conociera. Yo había grabado una canción que se llamaba Giraluna sin saber que él ya tenía una con ese título. Cuando llegué al camerino estaba temblando de nervios. Me dijo: ‘Ah, tu eres el de Giraluna. Todos deberíamos tener una canción que se titulase Giraluna’. Fue genial. Me parece que era alguien que miraba a la luna mientras el resto estamos encorvados”. Y añade Ros: “Es un artista que no analizas cómo lo hace. Simplemente te dejas arrastrar cuando le escuchas”.
Andrés Suárez le conoció hace 13 años. “Yo estaba en Libertad 8 [pequeño local madrileño donde actúan cantautores], suplicándole al dueño que me diese una fecha para actuar. No había empezado todavía mi carrera. Se abre la puerta del local y aparece Aute. Nos presenta el dueño y le digo que estoy temblando, que es mi ídolo. Y él me dice: ‘Tranquilo, vamos a sentarnos aquí y me cuentas tu historia’. Hablamos horas. Fue increíble. Era un hombre maravilloso. Le llamabas para colaborar y siempre estaba dispuesto”. El cantante gallego, que comenzó escuchando los casetes de Aute por sus padres, ha colaborado en varios homenajes al autor de Al alba. Musicalmente destaca: “No necesitaba alardear para emocionarnos”. Y se viene abajo al otra lado de la línea telefónica: “Estoy roto. Mi madre es enfermera y llevo todos estos días con actitud positiva, porque no hay que doblegarse. Pero hoy estoy roto”.
Uno de los referentes de la música indie española, Ángel Stanich, ha escrito una poesía. Dice así: “Haremos por no olvidarte./ Por el alma de su cuerpo, aunque cueste adaptarse./ Este mundo no lo entiendo./ Este cura no es mi padre./ Pero igualmente le quiero, Don Luis Eduardo Aute./ Saliste despacio del cine./ Al alba te marchaste./ Pasó por aquí el misterio…”. La influencia de Aute en la música del madrileño Luis Ramiro es evidente. Incluso compartieron una canción, Annie Hall. “Le he escuchado desde la infancia, llegué a compartir momentos en su casa y grabé una canción con él. Como persona comprobé que era igual de maravilloso que como artista. Un genio total”, dice Ramiro.
Christina Rosenvinge habla de hoy como un día “muy triste”. “Es uno de los grandes autores de la canción hispanoamericana. Un clásico absoluto. Una voz inconfundiblemente profunda y conmovedora. Caballero fundador de la orden de la melancolía”. Jairo Zavala, líder de Depedro, destaca que es “un artista que toca a todas las generaciones”. “Tenía un gran talento para sacarle partido a su voz. Era delicada y, a la vez, emocionante. También me impresiona su figura de hombre humanista que hacía de todo (cantaba, escribía, pintaba, tocaba instrumentos…), y todo lo hacía bien”, añade Zavala.
Alejo Stivel, voz de Tequila, coincidió con Aute vía Joaquín Sabina. Stivel produjo el gran éxito de Sabina, 19 días y 500 noches. “Hay artistas buenos y otros que son buenos y tienen personalidad. Aute es de los segundos. Me encanta su voz. Me parece de una sensibilidad extrema”, apunta. El cantautor Ismael Serrano ha escuchado los discos de Aute desde que era pequeño. “Su lucidez brillaba y señalaba el camino. Tuve la suerte de estar a su lado unas cuantas veces. Doy gracias a la vida por esa oportunidad. Yo trataba de aprender de él, de su honestidad, de su compromiso e independencia”, escribió en su cuenta de Twitter. Fermín Muguruza dejó en su red social parte de la letra de la canción más recordada de Aute, Al alba: “Si te dijera, amor mío, que temo a la madrugada…”.
Babelia
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