El cómico y su tragedia
Daniel Sloss tiene un humor oscuro y una historia que contar sobre su hermana pequeña
El de los límites del humor es un terreno resbaladizo, porque muchos cómicos juegan a moverse justo ahí, en la línea que separa lo que somos capaces de soportar de lo que no. En el mundo anglosajón hay una tradición de humor salvaje en los escenarios que ahora florece en la televisión de pago. En España, ay, somos mucho más susceptibles. Puede comprobarlo si compara los Roast de Comedy Central, donde se despelleja a un famoso ante su cara, en su brutal versión original y en la española.
Daniel Sloss (en Netflix) es un monologuista escocés que tiene un humor oscuro y una tragedia que contar. Su hermana Josie nació con parálisis cerebral y murió a los siete años, cuando él tenía nueve. ¿Haría usted chistes con eso? Él sí. Y tiene una colección de anécdotas hilarantes. Como esta: la familia sufrió un accidente de tráfico con algunas vueltas de campana, que Josie disfrutó porque le recordaban la montaña rusa. La primera persona que llegó en su auxilio se horrorizó al ver su cuerpo inmóvil en brazos de su madre. A esta le dio la risa, tuvo que dejarla en el suelo y dijo que no se preocupara, que siempre fue así.
¿Me debo reír de eso?, vacila el público. Unos se atreven, otros tosen o callan. Pasado el bofetón, se entiende que no hay nada denigrante, sino mucho cariño, en el relato. Y explica Sloss que negar el humor sobre ciertos colectivos es un tipo de "deshumanización". "La razón por la que crees que la discapacidad no puede ser divertida es que te hace sentir incómodo, y no sabes cómo gestionarlo". Igual que, añade, reír ante la muerte es humanizar una situación tan dura que no parece humana.
Sloss se mueve bien en el alambre. El asunto no es si se pueden hacer chistes de esto o de lo otro. Sino cómo.
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