_
_
_
_
_
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Paquita Salas en el corazón

La serie de 'los Javis' nos hace sentir y pensar poniéndonos ante nuestras propias miserias

En vídeo, los actores y creadores de 'Paquita Salas' hablan sobre la tercera temporada.
Natalia Marcos

Ay, Paca. Qué poco nos has durado, otra vez. Qué cortas se hacen siempre tus temporadas y qué rotos nos dejas cuando te marchas. Esta vez un poco menos porque nos dejas con un haz de esperanza que ilumina el drama de las supervivientes. Paquita Salas es una superviviente que al final de la segunda temporada tenía el valor de reconocer su derrota. La brillante tercera temporada es la resurrección de Paquita, su reinvención después de tocar fondo. La mejor temporada de la serie. Y posiblemente una de las mejores temporadas que veremos este año en España.

Los Javis sacan oro a los personajes que han creado y a los actores (sobre todo, actrices) que los interpretan. No solo a Paquita / Brays Efe. También a Magüi, a Lidi, a Noemí, a Belinda. Disparan referencias pop a toda velocidad y uno no se puede despistar o se pierde la siguiente gran frase tuiteable. Paquita Salas es una sucesión de memes, sí. Pero detrás se esconden reflexiones importantes. Para empezar, esconde mucho drama y mucha comedia, muchas lágrimas, mucha vida. Y muchas reflexiones sobre lo que somos y lo que hacemos a los demás, sobre injusticias que se camuflan en la marabunta. "Son haters porque los llamáis vosotros así, yo no los llamo haters, los llamo hijos de puta".

Como los grandes productos culturales, Paquita Salas nos hace sentir y pensar poniéndonos ante nuestras propias miserias (y grandezas). Exprime a sus actrices y saca oro de los cameos. Y entre carcajada y carcajada, nos lleva a Bernarda Alba y a unos diálogos y monólogos que te rompen en cachitos. "¿No te cansas de guardarte todo para ti? Porque yo sí", confiesa una vecina de Navarrete a Paquita, que decide afrontar la realidad y dar la cara.

Y así nos dejan preparados para ese episodio final que, en su giro definitivo, cuenta con [spoiler si no lo has visto todavía] Anna Allen para dar vida a una actriz que interpreta a una mujer basada en su propia vida. Metatelevisión. Metacultura pop. El discurso mirando a cámara de Allen nos lo dice a nosotros directamente, se desnuda emocionalmente y retuerce la ficción y la realidad para terminar siendo todavía más real. Contando su historia se sana, porque "lo que no se esconde, no duele", como dice el personaje de Anna Castillo.

Paquita Salas nos llega al corazón de muchas formas. Nos llega porque nos divierte, porque nos recuerda a gente, porque nos recuerda a nosotros mismos. Porque nos hace llorar. Porque la entendemos. Porque la vida es caer y levantarse. Si no, que se lo digan a Belinda Washington. "Dedo dedito, dedi dedón".

Si este fuera el final de Paquita Salas, maravilloso. Y si hubiera más, ¡ma-ra-vi-llo-so! (léase con la voz de Isabel Pantoja, quien, por cierto, pone voz a la canción de la cabecera de la serie en esta temporada). En cualquier caso, el aplauso en pie ya lo tienen.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_