Gamelab 2019: ‘Gris’ arrasa en los Goya del videojuego con ocho galardones
'Do Not Feed the Monkeys' es el otro título destacado en la ceremonia de entrega celebrada durante el Gamelab 2019
La mejor noticia de la gala de las Pulgas, los Goyas del videojuego que premian lo mejor de la industria nacional del medio, en lo que a su producción se refiere, fue la ausencia de Toni Garrido. Después de la lamentable presentación del año pasado, que provocó las iras de los asistentes por su humor burlón y desnortado, este 2019 ha sido una balsa de aceite llevado con mucha llaneza por Iván Lobo, presidente del Gamelab. Día de desajustar las corbatas y de bromear mientras los ganadores cantados se llevaban los galardones sin mayores sorpresas.
Arrasó Gris, el título de Nomada Studio que ha sido el gran éxito de crítica y de público para la industria española en 2018, un título que ha dado la vuelta al mundo con su estética de acuarela. Conrad Roset, Adrián Cuevas y Roger Mendoza no se cansaron de subir una y otra vez para la lluvia de premios (¡ocho!) que se derramó sobre este estupendo videojuego. Evidentemente, cayeron mejor dirección artística y música y sonido. También mejor juego del año, globalmente. Y el premio de la prensa. Era un triunfo cantado.
El otro gran triunfador de la noche fue Do not feed the monkeys, también un éxito de crítica y público, más silencioso porque Gris entra por los ojos, pero seguramente más brillante en el ingenio y el diseño. Precisamente en esas dos categorías, Idea y Diseño, se llevó la victoria. Faltó tal vez la categoría de Mejor Narrativa para redondear uno de los grandes títulos españoles de los últimos años, que recayó en Yuppie psycho, de Baroque Decay. Fue precisamente Francisco Calvelo, su creador, el que estuvo más ocurrente con las palabras al recoger el premio: "Gracias a todos esos chinos y americanos que no conozco, pero que compran el juego".
Premios Gamelab 2019
Mejor Juego del Año
GRIS Nómada Studio
Mejor Juego PC
GRIS Nómada Studio
Mejor Diseño de Juego
Do Not Feed the Monkeys Fictiorama Studios
Mejor Idea Original
Do Not Feed the Monkeys Fictiorama Studios
Mejor Debut
GRIS Nómada Studio
Mejor Juego de Smartphone
Very Little Nightmares Alike Studio
Mejor Juego de Consola
GRIS Nómada Studio
Mejor Audio
GRIS Nómada Studio
Mejor Dirección de Arte
GRIS Nómada Studio
Mejor Narrativa
Yuppie Psycho Baroque Decay
Premio de la Prensa
GRIS Nómada Studio
Premio del público
Intruders, Hide and seek Tressera Studios
Mejor Juego Universitario
Moodieval Times Digipen Bilbao
Mejor Juego Catalán
GRIS Nómada Studio
Como reflexión general para los premios, este 2019 arroja ciertas sombras respecto a años anteriores. Había muy poca producción nacional nominada, apenas cuatro juegos repetidos una y otra vez, si excluimos el universitario, de ganado por la escuela profesional Digipen con su Moodieval times. Gris, Do not feed the monkeys, Yuppie psycho y Very little nightmares eran los que sonaban una y otra vez, con alguna esporádica aparición de los sempiternos bólidos de Gameloft. Da la sensación de que el videojuego español se ha diluido un poco este año en variedad de producción, si nos atenemos a lo que han destacado sus premios nacionales.
La otra reflexión a apuntar es la gala en sí; hablando en plata, es de colegueo. Y sí, los eventos de colegueo tienen la ventaja de que hay un cariño gremial entre los participantes, en los que no es ningún drama que el maestro de ceremonias se equivoque varias veces de categoría y hasta es un motivo de chanza para pasarlo bien. Pero las Pulgas no dejan de ser los premios por antonomasia de la industria del videojuego y español. Y una industria de la que se nos dice que factura 700 millones de euros al año, siete veces lo que el cine patrio, no puede regodearse tanto en este ambiente desenfadado.
Así que tirón de orejas, como el que propiné a la gala de los Titanium del Fun & Serious de Bilbao. En el caso de los Titanium, por ser un quiero y no puedo. En el caso de las Pulgas, por ser un no quiero. Y es un no quiero que no solo recae en la organización, sino también en los propios creativos. No se puede subir uno a recoger un premio y no darle un poquillo más de vuelo, ocurrencia y gracia a lo que uno va a decir por ganar un premio.
Ahora que el ministerio de cultura parece soplar las velas del videojuego, creo que se exige una repensada con detenimiento de cómo presentarse ante el público. Y creo que el maravilloso trabajo que hizo la industria británica con los Bafta debería ser el modelo a seguir. Véanse ese video en enlace y entenderán estas palabras. Alianza con una cadena pública, producción televisiva, un guion dinámico y con contenido divulgativo de cada categoría, supresión de las que sobran —en esta era multipantalla, poco sentido tiene ya premiar al mejor juego de consola, móvil o PC— y unos creadores deseosos no de abrazarse con sus amigos sino de vender al exterior su industria como un buque cultural de primer orden.
Deberes más urgentes y necesarios de lo que parece que el videojuego español debería marcarse para 2020. Si se quiere cumplir con esa vitola de "la industria cultural con mayor proyección y futuro", no solo hay que serlo, hay que parecerlo.
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