‘Juego de tronos’ no puede acabar, solo despedirse
No hay forma sensata de cerrar un relato de 73 episodios, pero se puede aspirar a cierta elegancia

Solo hay algo de peor gusto que firmar una petición para que reescriban el final de una serie: escribir ese final, sea cual sea. Los finales con caída de telón o fundido a negro y clímax orquestal solo funcionan en historias de tres actos que se disfrutan en una sola sentada. Concluir un relato de 73 episodios es imposible. No hay forma sensata de cerrar una narración así, pero se puede aspirar a cierta elegancia en la despedida. Porque Juego de tronos no puede terminar, solo puede despedirse de sus millones de adictos.
El tiempo da cada vez más la razón a Los Soprano y su final con corte directo, en mitad de una frase, con una escena a medio concluir. Así se despiden las personas elegantes, sin alardes, sin montar numeritos en la estación, sin música y sin puestas de sol. La gente que te quiere bien sale de puntillas cuando nadie la ve, ahorrándonos a todos los mocos y los abrazos.
Hay algo profundamente grosero en las narraciones que atan todos los cabos sueltos y sellan todos los destinos de los personajes, sin dejar que el espectador se intrigue por qué será de ellos. En Juego de tronos han armado un final con epílogo donde solo faltaban los textos que aparecen antes de los créditos de las pelis basadas en hechos reales, del estilo: “Hoy en día, Jon Snow sigue viviendo entre el pueblo libre”. El exceso de explicaciones ahoga cualquier relato y lo convierte en algo pueril y banal, donde casi todos comen perdices y son felices. Dejar las ventanas abiertas, aunque frustrase a los que llevan desde 2011 montando guardia en el Castillo Negro, habría sido más justo con unos personajes que no merecían diluirse en un colorín colorado y a quienes echaríamos mejor de menos si se hubiesen retirado sin decir sus últimas frases.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
Barbie se casa con ChatGPT: por qué la imaginación está en peligro
Javier López Zavala, declarado culpable del feminicidio de Cecilia Monzón
Kast intenta sumar a Ecuador en su idea de abrir un corredor humanitario para devolver a migrantes irregulares a Venezuela
Estados Unidos advierte que privará a Maduro de “los recursos que usa para financiar” el narcotráfico
Lo más visto
- El PP de Almeida vota en contra de dedicarle a Robe Iniesta un centro juvenil porque antes quiere hablarlo con su familia
- Comprobar Lotería de Navidad 2025: consulta la pedrea con la lista de números premiados
- Trump anuncia la construcción de un nuevo tipo de buques de guerra que llevarán su nombre: “Serán los más grandes y poderosos de la historia”
- “¿Qué se siente al ser un fracaso?“: cómo la protagonista de ‘Showgirls’ superó la humillación y abrazó la película
- El líder groenlandés responde a Trump: “Groenlandia es nuestro país. Nuestras decisiones se toman aquí”


































































