Madonna en Eurovisión: la gran estrella (no) da la nota
La artista se atrevió a cantar en directo, pese a su habitual incapacidad para dar con las notas correctas
A Madonna le gustan las cosas a lo grande. Por eso no podía perder la oportunidad de actuar ante 200 millones de personas de todo el mundo en la gala de Eurovisión. Esta noche se ha subido al escenario del pabellón Expo de Tel Aviv (Israel) para presentar Future, junto al rapero estadounidense Quavo, una de las canciones de su nuevo disco Madame X, que sale en junio.
DIRECTO #Eurovision https://t.co/hRomrvnEBk Durante su actuación, Madonna ha juntado de forma muy sutil la bandera de Israel con la de Palestina pic.twitter.com/gQO7IFo51M
— EL PAÍS (@el_pais) May 18, 2019
Su actuación ha sido más estática de lo que tiene acostumbrado a su público. La puesta en escena, sin embargo, impactaba. Y el vestuario, medieval chic de Jean Paul Gaultier, llamaba la atención. Tras el tañido de unas campanas, Madonna ha emergido cubierta por una túnica con una equis de pedrería sobre el pecho. Estaba en lo alto de una escalinata similar a la del museo Metropolitan de Nueva York: ha ido bajando los escalones mientras interpretaba el clásico de 1989, Like a prayer, flanqueada por un coro de 40 cantantes ataviados también con túnicas, en este caso mucho más austeras, parecidas a las de los monjes franciscanos. Madonna se atrevió a interpretar el tema en directo, pese a su habitual incapacidad para dar con las notas correctas. Esto puede sorprender a quien nunca la ha visto en directo, pero los fans están muy acostumbrados. Y no les importa. Estar fuera de tono nunca ha sido un problema para ella. Compensa sus limitaciones vocales con coreografías de infarto, puestas en escena impactantes y grandes canciones. No está sola entre las divas pop. Britney Spears y Katy Perry son famosas por sus destempladas voces en directo.
Like a prayer siempre es una gran fiesta en sus conciertos. Con este tema acabó su número durante en el intermedio de la Superbowl en 2012. Siempre lo hace a lo grande, con un coro góspel que hace creer hasta al más ateo. Esta vez todo ha sido más oscuro e intimista, pese a contar con un gran elenco de coristas. Al acabar, varias bailarinas han aparecido con máscaras de gas coronadas por flores, mientras sonaba una pieza acelerada de Tchaikovski y Madonna reflexionaba sobre el amor y la soledad en una especie de poema con metáforas sobre el viento. Este interludio daba paso a Future, su nuevo single, con ecos jamaicanos, un tema que habla sobre el rumbo de la humanidad. La temática apocalíptica y la defensa de los derechos universales siempre están presentes en sus actuaciones. También el conflicto de Israel y Palestina. Precisamente su actuación de Imagine de John Lennon en la gira The Re-Invention Tour de 2004 contaba con un vídeo en el que un niño israelí y uno palestino, se daban la mano. Aquí han sido dos bailarines que caminaban abrazados con sendas banderas de los países enfrentados.
Durante Future, Madonna tampoco se ha movido demasiado, pese a cantar en playback. Estaba seria y concentrada en la escasa coreografía. Curiosamente, casi no había primeros planos de ella, lo que aumentaba la distancia con el espectador. La Madonna de esta noche se alejaba bastante de la relajada y divertida cantante que se subió al escenario de los premios Billboard, junto a Maluma, hace unas semanas.
Madonna es la diva más atlética que se ha subido nunca a un escenario. En agosto cumplirá 61 años y es natural que ya no pueda hacer las mismas cosas que con 30. Durante su última gira, de hecho, redujo bastante las dosis de piruetas y posturas imposibles de tours anteriores. Eso mismo se ha percibido en el escenario de Eurovisión, donde no ha dado todo a lo que nos tiene acostumbrados. La preparación de la actuación no ha sido fácil. Pese al anuncio hace unas semanas, hace pocos días los organizadores no tenían claro que Madonna fuese a actuar por una cuestión de contratos. Ella misma ha reconocido que ha tenido que superar muchos obstáculos para que todo saliese adelante.
El agravio no habría sido tan punzante si su actuación no hubiera estado precedida de 26 números musicales potentes interpretados por voces impecables. Madonna, sin embargo, tiene poco de lo que preocuparse. Su trono, aún, no corre peligro. ¿Cuántos concursantes de Eurovisión han tenido una carrera como la de la ambición rubia?
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