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“Empecé cargándome al médico”: diario de la mayor villana de nuestra televisión

'El secreto de Puente Viejo' es la primera ficción nacional que llega a los 2.000 capítulos. Y Maria Bouzas, la mujer que durante más capítulos ha interpretado al mismo personaje

María Bouzas en un decorado de 'El secreto de Puente Viejo' esta semanaVídeo: KIKE PARA / EL PAÍS VÍDEO
Tom C. Avendaño

“Empecé cargándome al médico”, recuerda la gallega de 56 años, relajándose en una chaise longue decimonónica. “Luego, para proteger a la familia, cometí alguna injusticia y algún asesinato. Bueno, lo hizo Mauricio, el capataz, que es el que mata en esta casa”. Minutos después, María Bouzas admitirá que en realidad sí que mató a un hombre ella solita, de un tiro con una escopeta Winchester, pero porque había violado a su ahijada. Y luego se reirá. Tras unos ocho años ininterrumpidos interpretando a diario a la pérfida doña Francisca Montenegro, la acaudalada villana de El secreto de Puente Viejo, la serie de Antena 3, ya no hay maldad a la que no le encuentre su punto de gracia.

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No es mal momento para ponerse a repasar fechorías. El secreto de Puente Viejo, que se emite cada tarde, de lunes a viernes, ininterrumpidamente desde 2011, alcanzó el pasado jueves su capítulo número 2.000. Es la primera ficción nacional que llega tan lejos. La más longeva de nuestro país. Y Maria Xosé Rodriguez Bouzas, que ya era Francisca Montenegro en el primer episodio, es la mujer que durante más capítulos ha interpretado al mismo personaje sin pausa en nuestras pantallas. La inmensa mayoría de los actores han ido entrando y saliendo de la serie; ella permanece. Los ingleses tienen a Barbara Knox, que actúa en el culebrón Coronation Street desde 1964. Los españoles, a nuestra escala, tenemos a María Bouzas.

“A ver, aquí somos una gran familia”, interrumpe ella, alérgica al protagonismo, cada vez que se le sugiere la idea. Y señala al plató de la casona Montenegro, lleno de focos, técnicos apurados y actores repasando diálogos: “Las stars están en cielo, no aquí”.

Dos mil tardes atrás

Si no hemos tenido nada semejante hasta ahora es porque El secreto de Puente Viejo es un fenómeno único en la televisión española: una serie diaria que se emite las tardes, contra Sálvame en Telecinco, y que llega a tener más audiencia –un millón y medio de personas, aproximadamente– que muchas ficciones en prime time. Pero ha sido así desde su estreno, el 23 de febrero de 2011. Antena 3 la encargó para mejorar el 4,5% de audencia que tenía entonces por las tardes. “Nosotros hicimos una cosa muy a nuestra manera, pensando que nos cancelarían a los 40 capítulos”, recuerda Josep Cister, director de ficción de Boomerang, productora de la serie. “De repente, hicimos un 14%. Al año siguiente un 20%. Y ahora somos historia de la televisión”.

Un momento del rodaje de 'El secreto de Puente Viejo'
Un momento del rodaje de 'El secreto de Puente Viejo'KIKE PARA

Bouzas entró como villana sabiendo que en una serie diaria todo lo que se ve en la pantalla es un experimento que puede cambiar al día siguiente. “Yo tiendo a crear villanas mujeres”, explica Aurora Guerra, creadora de la serie y coordinadora de sus once guionistas, en un despachito a pocos metros del plató, justo encima de la sala con el vestuario de todos los personajes. “Y eso tiene un riesgo: caes enseguida en el estereotipo de villano. Necesitas que la actriz te dé algo: humanidad, vulnerabilidad, ironía. Algo que justifique tanta maldad”.

Ella, que hasta entonces solo había hecho personajes luminosos, tenía justamente eso: “Cuando leí el guion para hacer la prueba, me pareció muy divertido hacer de mala, pero la vi un poco seca. Le metí un poco de ironía y cinismo. La ironía de la Montenegro”, recuerda. Aquel fue el primer matiz, luego llegaron otros. Escena a escena, la villana iba ganando vida y los guionistas fueron recurriendo a ella para más tramas. La serie crecía en audiencia y ella, en escenas. Hoy, para muchos en el plató, Francisca Montenegro es el centro de la serie.

El oficio de hacer arte: el ritmo de una serie diaria

Solo que ella se ve como una pieza de una maquinaria. Para estrenar 2.000 capítulos en los mismos ocho años en los que, por ejemplo, Cuéntame ha hecho 132, hace falta un equipo unido. Cada nueve días se ruedan 10 episodios. 50 páginas de guion diarias. Si falla algo, falla todo. Los sets, en Leganés (Madrid), son una riada de gente vestida de época (la serie transcurre en los años veinte) corriendo de un decorado a otro, preguntando dónde se está rodando. Hay guiones escondidos las estanterías en el decorado con biblioteca y botellas de agua en los cajones de las mesas de atrezzo. Todo para ir más rápido. “Hay dos platós trabajando en escenas distintas a la vez”, explica Alberto Pernet, director de la serie.

Bouzas recuerda haber rodado 34 páginas de diálogo en el mismo día: cientos de frases por soltar en un plató donde apenas hay tiempo para repetir la toma. “Las páginas llegan el jueves y solemos dejarlo todo estudiado durante el fin de semana. Luego ruedas de ocho de la mañana a siete de la tarde, al día siguiente tienes que levantarte a las seis y media: no te da tiempo a estudiar”, explica Carlos Serrano, que interpreta a Gonzalo, otro villano. “Imagínate el ritmo al que vamos que hasta los ensayos se graban por si hay cosas que puedan valer”.

En ese microcosmos solo funcionan los actores de una cierta naturaleza. Eficaces pero creativos; que trabajen mucho pero no pretendan ser estrellas. El actor de oficio. El secreto de Puente Viejo no es la serie más reconocida de la televisión española, pero sí es una de las que más horas de trabajo absorbe de su equipo. Y eso es lo que encarna Bouzas, negociando con timidez la atención y las preguntas de la entrevista en la chaise longue mientras a su alrededor los actores desfilan de un decorado a otro. “Cuando voy al banco, si hay cola, saco el guion”, explica sobre las presiones que recibe rodando así. “Mantengo una disciplina bastante fuerte. Hay que estudiar mucho, y estar muy concentrada. A mí la Montenegro me absorbe, no puedo hacer teatro ni de coña”. Luego, cuando llega al plató, se sabe tan pie el papel que se permite improvisar.

Entre los actores y los técnicos que desfilan a su alrededor hay varios así. No cuentan con recibir un premio por su trabajo en "el hermano pequeño del prime time" (como se conocen a las series diarias), pero no bajan el listón. “Aquí hay genios que resuelven en minutos problemas enormes. Y actores de la talla de Bouzas. Por eso me cabrea el desprecio a las series diarias", protesta Serrano. "María es un ejemplo magnífico. No se lo digas porque se va a enfadar, pero con toda la humildad del mundo te digo que ella es Puente Viejo".

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Sobre la firma

Tom C. Avendaño
Subdirector de la revista ICON. Publica en EL PAÍS desde 2010, cuando escribió, además de en el diario, en EL PAÍS SEMANAL o El Viajero, antes de formar parte del equipo fundador de ICON. Trabajó tres años en la redacción de EL PAÍS Brasil y, al volver a España, se incorporó a la sección de Cultura como responsable del área de Televisión.

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