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Columna
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Ascetismo

La conexión entre brutalidad y codicia es el leitmotiv de la primera temporada de la serie finlandesa 'Bordertown'

Ángel S. Harguindey
'Bordertown'.
'Bordertown'.

El amor, la muerte, la alegría.... sentimientos humanos universales a los que habrá que añadir la codicia como lo demuestra la serie finlandesa Bordertown (Sundance TV) -mejor serie, mejor actor y mejor actriz, para la academia de televisión de su país.

En la fronteriza con Rusia localidad de Lappeenranta ocurren una serie de asesinatos brutales. El prestigioso inspector Karl Sorjonen, recién llegado de Helsinki en busca de una mayor tranquilidad laboral, ve trastocado sus planes por los crueles acontecimientos. Poco a poco descubre que los asesinatos, directa o indirectamente, están relacionados con los ambiciosos planes urbanísticos del Ayuntamiento. Y esa conexión entre brutalidad y codicia será el leitmotiv de la primera temporada de la serie.

Ni que decir tiene que por estos pagos el índice de nuevos millonarios vinculados a las concejalías de urbanismo es un hecho incuestionable. Las hemerotecas recuerdan cuando el entonces Presidente Aznar se ufanaba de que en España se levantaban tantas viviendas al año como en Alemania, Francia, Reino Unido e Italia juntas no sin antes modificar la Ley del Suelo. Fue el comienzo de "la burbuja inmobiliaria", una especie de pistoletazo de salida para la especulación más extrema -aumentada por la llegada de los fondos buitres- y de la que ahora los juzgados se saturan por casos de recalificaciones turbias o injustificadas.

Lo cierto es que urbanismo y corruptelas forman ya parte sustancial del cine y la televisión de todo el mundo, Finlandia incluida. La ventaja de la ficción es que en la mayor parte de los casos los buenos siempre ganan porque cuentan con personajes como el peculiar y ascético inspector Sorjonen (Ville Virtanen).

Bordertown muestra también otros datos interesantes del país de origen como ese sobrio concepto de la decoración doméstica que hace que las celdas trapenses parezcan una falla valenciana. Si alguien puede representar él solo a un país, ese alguien es sin duda el arquitecto y diseñador Alvar Aalto cuya influencia se puede comprobar en ese regusto nacional por el minimalismo del que la notable serie ofrece numerosas muestras.

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