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Gozosos tiempos de negritud

Los nuevos trabajos de Baloji, Seun Kuti, Fatoumata Diawara y BCUC muestran la vitalidad sonora africana

La cantante Fatoumata Diawara. 
La cantante Fatoumata Diawara. AIDA MULUNEH

Reformulaciones, revisiones, recombinaciones, búsquedas… La vitalidad sonora africana atraviesa con brío el siglo XXI dotando a la tradición de nuevos códigos. La narrativa musical subsahariana del presente se muestra transgenérica y cada vez más alejada del artificio de algunas taxonomías. Los nuevos trabajos de Baloji, ­Seun Kuti, Fatoumata Diawara y BCUC son gozosos paradigmas.

“Ellos dicen músicas del mundo por no decir músicas del tercer mundo”, ironiza Baloji, congoleño criado en Bélgica, uno de los exponentes más revulsivos de la africanía contemporánea. 137 Avenue Kaniama (Bella Unión / Pias) es el tercer y espléndido álbum de este hechicero (eso significa su nombre en suajili) de la aldea global, tras un silencio discográfico de siete años, roto ligeramente en 2015 con el EP 64 Bits and Malachite. Si en Kinshasa Succursale, su segunda entrega, ofreció una abrumadora colisión de paisajes de distorsión, rumba, rock-soul, góspel y retro-funk, ahora retoma la base rítmica del soukous de su país de origen para construir un cosmos de ambientación downtempo con variaciones de hip-hop, funk, house, bikoutsi e incluso afro-trap (‘Spot­light’). En la canción de apertura (‘Glossine’), cuyo título hace referencia a la mosca que produce la enfermedad del sueño, Baloji no se anda por las ramas, en clave casi afrobeat: “Agita el brazo para ver si estás vivo o si eres un zombi”. Y en el cierre (‘Tanganyka’), una especie de minisuite de 11 minutos, de cadencias hip-hop con retazos de ópera, canta: “Tanganika es un cementerio líquido / por eso los peces nadan en el cielo”.

Más que su hermanastro Femi, ­Seun Kuti ha ejercido de administrador fiel del legado del inconmensurable Fela. Heredero de Egypt 80, la última banda de su padre, Seun grabó su primer disco en 2008 (Many Things), producido por Martin Meissonnier. Para su segundo álbum (From Africa With Fury: Rise, 2012) contó con la producción de Brian Eno y John Reynolds, cuya única aportación fue acelerar el tempo de las canciones, y para A Long Way to the Beginning llamó a Robert Glasper. Este mago de la composición y los teclados coproduce también Black Times (Strut), el reciente nuevo disco de Seun Kuti & Egyp 80. A él se deben los arrebatos de jazz (hard bop) que pespuntean el universo afrobeat de Seun. Brilla especialmente la trompeta de Oladimeji Akinyele, y hay que anotar también la colaboración de Carlos Santana en la pieza que titula el disco, que aporta un notable desarrollo latin-blues. El propio Glasper aporta teclados en ‘Last Revolutionary’, justo en la canción en la que participa el rapero Yasiin Bey, antes conocido como Mos Def. Y junto a ese baño transafricano del afrobeat, Seun coloca sus acostumbrados textos de combate y crítica social y política (“Seré la memoria de cada guerrero caído / seré la lucha, que camina y habla, de mi pueblo”.

Nacida en Costa de Marfil, de padres de Malí y criada en Bamako, Fatoumata Diawara está cada día más cerca del olimpo de las diosas africanas de la canción. Actriz de cine y teatro, además de cantante, Fatoumata, que ha colaborado con artistas como Roberto Fonseca, Damon Albarn (Blur) y Tony Allen, entre otros, debutó en 2011 con Fatou, una hermosa apuesta acústica. Ahora regresa con Fenfo (Wagram / Everlasting), producido por el francés Matthieu Chédid, conocido artísticamente como M, en cuyo disco Lamomali, grabado con Toumani y Sidiki Diabaté, ella participó. Fenfo es un sugerente mosaico armado con los colores de diversos ritmos africanos pasados por el pop, el blues, el funk y el rock. No olvida Fatoumata su vena más acústica, y de ahí que establezca, en un par de canciones, un hermoso diálogo con el excelente chelista francés Vincent Ségal. En los textos, hedonismo, pero también compromiso con su tiempo y su entorno.

Decir bantú es decir música township del corazón de Soweto. Y decir BCUC (Bantu Continua Uhuru Consciousness) es acercarse a la mirada actual de esa amalgama de estilos (mbaqanga, kwela, marabi, jazz, góspel…). Heredero de una larga historia, el grupo BCUC profundiza en Emakhosini (Buda Musique), su nuevo disco, en la esencia africangungungu, que es tanto como decir afropsicodelia: un baño zulú de modulaciones funk y especias afrobeat, con el poder de las armonías vocales y el bajo y las percusiones.

Seun Kuti (14 de julio) y Baloji (15 de julio) actuarán en Pirineos Sur; Fatoumata Diawara (7 de julio) lo hará en La Mar de Músicas.

Baloji. 137 Avenue Kaniama. Bella Unión / Pias

Seun Kuti. Black Times. Strut

Fatoumata Diawara. Fenfo. Wagram /Everlasting

BCUC. Emakhosini. Buda Musique

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