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¿Buscas inspiración? Date una vuelta

Seis artistas cuentan dónde y cuándo les llega el aliento creativo

Getty

Picasso decía que la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando. Lo cierto es que está máxima no siempre se cumple, a veces la idea perfecta llega en los momentos más inverosímiles: mientras te duchas, paseando por la calle o mirando al techo desde la cama. Pero decir que no podemos hacer nada para atraerla también sería erróneo, en 2014 la Ross School of Business de la Universidad de Michigan realizó un estudio en el que dictaminó que el movimiento ayuda a encender nuestra creatividad y pasear propicia la aparición de buenas ideas.

Otras veces, uno no necesita más que un momento de soledad para que se encienda la bombilla. David Otero, exguitarrista de El Canto de El Loco, recuerda esta historia de cuando vivía con sus padres y hermanos en Pinar de Chamartín (Madrid): “Entonces no tenía un lugar tranquilo para escribir, así que a veces cogía el coche y salía a dar una vuelta por el barrio, había muchas zonas en construcción y calles abandonadas. Me paraba en un sitio tranquilo con mi guitarra y mi cuaderno y componía canciones. Un día apareció la policía y me preguntó qué estaba haciendo. Cuando me vieron con el cuaderno y la guitarra alucinaron y empezaron a reírse”. Precisamente Otero participa en el proyecto The Pace, impulsado por Jaguar. La marca ha desarrollado una línea de coches SUV y ha acondicionado tres modelos diferentes para instalar en ellos un estudio de grabación. Tanto el guitarrista como Reyko y Taburete se han lanzado a la carretera con ese potente recurso creativo.

La búsqueda de la inspiración es algo que ha atormentado a los artistas desde que estos dibujaban escenas de caza en las cavernas. Para Soleil e Igor, del dúo español de pop electrónico Reyko, la oportunidad es la clave: “Con el teléfono grabamos la idea al segundo, aprendimos la lección hace tiempo. Y si resulta que no lo tenemos a mano y luego no nos acordamos, entonces es que no era tan buena”, explican desde Londres. Los dos pasan mucho tiempo en la carretera de gira y con tanto viaje entretenerse tarareando melodías para abstraerse. “Para nosotros componer es desconectar”.

Cada disciplina tiene su idiosincrasia, por lo que es razonable pensar que un pintor no busca la inspiración igual que un escritor. Los novelistas suelen decir que sus historias y personajes se nutren de la vida cotidiana, son los detalles del día a día lo que les inspiran. El escritor Toni Hill acaba de publicar su última novela, Tigres de cristal, un thriller psicológico con el que se mete de lleno en el acoso escolar. “Elena, uno de los personajes, está inspirado en una adolescente con la que me crucé un día en el parque. Era horario escolar y ella estaba sentada en un banco, relajada, leyendo un libro. Había un punto de soledad en ella, así que imaginé que era víctima de acoso en el colegio y que aquella era su manera de huir”.

De forma parecida, los pintores también se inspiran en lo cotidiano, pero el objeto de su obsesión, en este caso es la imagen. Hugo Fontela lleva buscando escenas que plasmar en sus dibujos desde su niñez. Su arte nace con el descubrimiento y comienza cuando cierra la puerta de casa y sale al exterior a inspeccionar el mundo. “Mi último proyecto, Borinquen painting, está centrado en mi estancia de dos meses en Puerto Rico. Me instalé en una zona muy castigada del país y salía a pasear cada día. A veces tenía el trabajo en mi cabeza, pero cuando lo materializaba no terminaba de encajar. No lo destruía del todo, salvaba algunas cosas que me parecían interesantes, y de ese proceso nacieron mis obras”.

El proceso de creación del que habla Fontela se centra en una idea con la que comulgan todos los artistas, el trabajo facilita la llegada de la inspiración. Guillermo Bárcenas, cantante de Taburete, cuando la busca prefiere que esta le encuentre en casa, a eso de las tres de la mañana, y a solas. Entonces coge la guitarra y el teléfono móvil y empieza a grabarse. “Es algo que llevas dentro y que a veces cuesta sacarlo, lo que hay que hacer es practicar”, explica, y añade: “Pienso mucho y nunca dejo de sorprenderme”. Para él, además, cada concierto es una oportunidad para conocerse a si mismo y evolucionar sin olvidar lo que uno tiene dentro, es decir, la esencia.

Investigadores de la Universidad Rockefeller han descubierto una mutación genética que podría explicar por qué algunas personas son más noctámbulas que otras, eso explica también por qué estos prefieren la noche al día para inspirarse. El arquitecto Carles Ferrater, por ejemplo, acostumbra siempre a dejar un bolígrafo y una libreta en su mesilla de noche cuando comienza un nuevo proyecto. “Hasta que no tenga todo el proyecto en la mente, el mejor sitio es la cama, allí es donde nacen las ideas”, explica.

El proceso de creación de Ferrater parte de lo abstracto para llegar a lo concreto. Su materia prima, asegura, es la luz, de la que se nutren todos sus proyectos y de una parte sintáctica a la que añade la estructura y el espacio. “Yo prefiero empezar por una idea indeterminada o aleatoria y después voy a lo particular a partir de la instrumentación geométrica”, explica. En realidad, resume su trabajo en una frase que le gusta repetir del cineasta Woody Allen: “Yo en la vida lo único que he hecho ha sido insistir”, es decir, no hay gloria sin trabajo.

La mente es caprichosa, y para sacarle partido hay que conocerla. Igor recuerda que el single en el que están ahora trabajando surgió de una llamada de teléfono de Solei. En ese momento se encontraba en una tienda liado, es decir, con la cabeza en otro lado. Sin embargo, no fue un impedimento sino una oportunidad, porque a veces, cuando esta está en otra cosa es cuando “vienen las mejores ideas”. Al final, después de hablar con unos y otros, se llega a la conclusión de que no existe una fórmula, esta va y viene cuando se le antoja. Pero a veces, se puede allanar el camino.

Esta noticia, patrocinada por Jaguar, ha sido elaborada por un colaborador de EL PAÍS.

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