Destinado a incomodar
Pusha T, el tipo que ayudó a convertir el 'Runaway' del estadounidense Kanye West en uno de los mejores temas de la historia del hip-hop, vuelve a hablar de drogas


Tienes toda la vida para grabar tu primer disco y no más de un año para lanzar el segundo. Tienes toda la experiencia acumulada a punto para ser volcada en tus primeras canciones y luego no te queda más que el tedio que es narrar el éxito. Esto, claro, muchos artistas lo han evitado, ya sea soslayando los tópicos del triunfo, viajando a planetas lejanos o, simplemente, tratando el mismo tema una y otra vez. Pusha T ha elegido el tercer camino. Así, a priori, puede resultar poco atractivo sentarse a escuchar estas siete canciones (21 minutos de disco) en las que el tipo que ayudó a convertir el Runaway del estadounidense Kanye West en uno de los mejores temas de la historia del hip-hop, vuelve a hablar de drogas, de consumirlas, de venderlas, de comprarlas. Este tal vez sea el único disco de hip-hop de los editados este año en el que aparezca la palabra cocaína más veces que la palabra Gucci.
Tienes toda la vida para acumular influencias musicales para grabar tu primer disco y, a partir de ahí, puedes tratar de repetir la fórmula convencido de que si a los demás ya no les vale es porque no son tan buenos como tú, o puedes asimilar nuevas realidades, masticarlas y ver si puedes tragártelas o se te hacen bola. Pusha T solventa el asunto llamando a Kanye West para que le produzca el disco, y Kanye entiende perfectamente que a su colega neoyorquino no se le puede cambiar, pero sí se le puede acompañar para asegurarse de que nada malo le pase.
En ocasiones, Daytona parece un repaso de la carrera del propio West. Desde lo orgánico, los samplers de vientos y los estribillos souleros hasta el minimalismo, el ruidismo y la observación casual de lo que podría ser el futuro. Esto sucede en maravillas como ‘If You Know You Know’, ‘The Games We Play’ o la demoniaca ‘Santería’. Aquí casi todo funciona y casi todo está destinado a ser incómodo, incluso esa portada que es una foto del baño de Whitney Houston lleno de drogas y artilugios que sirven para consumirlas.
Pusha T. Daytona. Def Jam
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