‘Perdidos en el espacio’, la familia del futuro viene del pasado
Netflix estrena la adaptación del clásico de ciencia ficción televisivo de los años sesenta
De aquellos tiempos en los que se reunía toda la familia frente al televisor a estos donde se puede ver Stranger Things en un móvil en el metro, el entretenimiento ha cambiado mucho. Y, ante todo, se ha especializado en nichos. Tanto que no es tan fácil encontrar una serie capaz de reunir a toda la familia. Y ahí es a donde pretende apuntar Perdidos en el espacio (Lost in Space), el remake de la ficción de los años sesenta (1965-68) que Netflix estrena al completo el próximo viernes. La serie, de diez episodios, cuenta la historia de los Robinson, que parten de la Tierra junto a otras familias para colonizar un nuevo planeta. Pero algo ocurre por el camino y parte de la tripulación y el pasaje acaba naufragando en un planeta desconocido, sin posibilidad de conectar con el exterior y con la presencia de un misterioso robot.
En la planta 26 de un rascacielos del centro de Dubai, los actores protagonistas de la serie recibieron la semana pasada a la prensa —invitada por Netflix— en una moderna habitación de hotel que bien podría ser el interior de la nave Jupiter 2 de la familia Robinson —Molly Parker y Toby Stephens son los progenitores y Mina Sundwall, Maxwell Jenkins y Taylor Russell, los tres hijos—. En ellos recae la responsabilidad de trasladar a la pantalla la nueva versión de todo un clásico de la ciencia ficción, que también tuvo una versión cinematográfica en 1998. O no. "Es más presión para los guionistas que para nosotros. Ellos son los que han tratado de transformar la historia para que funcione para una audiencia moderna", comenta Parker. "Los remakes no tienen sentido a menos que hablen del ahora. La ciencia es un poco más real. Cuando hicieron la original, la carrera espacial acababa de empezar. Pero la serie nueva está en la línea de películas como Interstellar o Marte, son en un futuro que podría ocurrir. La idea de ir a otro planeta no es impensable", apunta Stephens.
En Perdidos en el espacio, cuya serie original estaba basada a su vez en la novela La familia Robinson suiza (1812), de Johann David Wyss, no solo se actualiza la ciencia, también temas como la igualdad. Y ese es otro de los objetivos de la plataforma digital, que a estas alturas ya nadie se plantee si la protagonista es una mujer o no, así como la villana principal, interpretada por Parker Posey. De las hijas, que se dedicaban a cuidar la nave y a sus labores domésticas en los sesenta, se ha pasado a que una sea la doctora de la expedición y la otra una experta en comunicaciones.
El lugar elegido por Netflix para presentar la serie no es casual. En Dubái se celebró la semana pasada la séptima edición de una convención de cine, series y cómics que pretende convertirse en una referencia a la altura de eventos parecidos. Y la plataforma de contenidos sabe que debe acaparar el espacio en estos acontecimientos, como ya lo hicieron Marvel, Disney, Warner y Fox con sus franquicias cinematográficas en la Comic-Con de San Diego. Lugares donde acuden en masa familias como las que quiere captar Netflix.
Parker cree que es la serie ideal para ver con su hijo de 11 años, con el que, cuenta, solo ve "un montón de documentales de naturaleza o competiciones de cocina". Stephens apoya a la actriz: "Lo único que mi esposa y yo vemos con los niños son películas. Hay un verdadero agujero en el mercado de series, faltan las que nos podamos sentar juntos y que cada uno saque algo de ella. Como hacen las películas de Pixar, tan brillantes, inteligentes y hechas tan bonitas. Son hilarantes y a la vez te emocionas y lloras, y los niños la interpretan de forma totalmente diferente. Si podemos caminar por esa fina línea con esta serie, vamos bien". "Sin querer comparar, espero que la serie ocupe el espacio de Spielberg, con E.T., y esas películas de grandes aventuras", finaliza la actriz.
La villana del peinado extraño
Uno de los pilares de la antigua Perdidos en el espacio era el maquiavélico Doctor Smith. En la nueva versión, será una doctora, interpretada por la actriz Parker Posey, musa del cine independiente de los años noventa. "Es una mujer hilarante", cuenta su compañera Molly Parker. "El Dr. Smith de los sesenta es un personaje tan especifico que casi solo podía ser hecho por ese actor [Jonathan Harris]. Parker le ha dado dado un tipo de exageración al asunto en un tono muy diferente. Y su pelo es tan loco. Entre cada toma se lo cambia y según avanzan los capítulos cada vez parece más que se ha despeinado en un vendaval. Es muy divertida". Y la diversión es lo que la actriz que da vida a la villana quiere implementar en la serie a toda costa: "Una de las cosas de la serie original es que era muy divertida, y eso se ha intentado repetir. Parker Posey es la persona que constantemente nos lo recordaba, porque ella creció viendo la serie y le encantaba", cuenta Molly Parker.
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