_
_
_
_

Harrelson pone al día a su equipo de los S.W.A.T.

La nueva versión de la serie de los setenta introduce una acción más realista y conflictos actuales

Un buen título y una sintonía pegadiza bastan para avivar la nostalgia de aquellos que siguen recordando la famosa frase que repetía el sargento Hondo en Los hombres de Harrelson (1975-76): “T. J., al tejado”. Pero hacer una buena serie precisa de algo más y ahí es donde entran Shawn Ryan y Aaron Rahsaan Thomas, los responsables de S.W.A.T.,la nueva versión del clásico televisivo que AXN emite los lunes (22.05).

“La serie original tampoco era tan memorable”, dice Ryan a EL PAÍS sobre uno de los grandes placeres culpables de la televisión de los setenta. La ficción original le ha ofrecido el marco para desarrollar la suya, este S.W.A.T. en el que mantiene a algunos de los personajes principales de este equipo táctico de la policía de Los Ángeles. O al menos, sus nombres: Dominique Luca (ahora, el actor Kenny Johnson), David Deacon Kay (Jay Harrington) o su protagonista, el teniente Daniel Hondo Harrelson, encarnado esta vez por Shemar Moore. “A partir de ahí, tenemos libertad de inventar lo que queremos sin sentirnos atados a la nostalgia de los fans”, añade Thomas.

¿Por qué volver a una serie de la que ya existía un frustrado remake cinematográfico (2003) si ni les gusta el original ni buscan a sus seguidores? Porque sus nuevos creadores opinan que la actuación de una policía militarizada está más que nunca de actualidad, al igual que las tensiones entre las fuerzas de seguridad y la comunidad a la que sirven, cuestiones que están en el centro de la nueva S.W.A.T.

“Yo nací en Kansas conociendo los dos lados de la policía, una ciudad propolicial, casi militarizada, pero que viví desde el barrio negro en el que me crié”, recuerda Thomas.

Ambos creadores quieren hacer una serie de acción entretenida —ya extendida por los productores hasta los 22 episodios—, tanto como lo fue la inicial, aunque más realista, con poco de CSI y mucho de Fast & Furious, razón por la que contaron con Justin Lin, realizador de varias entregas de esta última franquicia, como director del primer capítulo.

Los Ángeles es la otra gran protagonista, “una urbe tan diversa e internacional que nos permite, nos obliga, a mostrar una coraza de comunidades”, comenta Ryan.

El tándem creativo tiene experiencia en contar historias de policías. Ryan mostró el lado más corrupto de la ley y el orden en The Shield y Thomas cuenta entre sus anteriores trabajos con Numb3rs y CSI: Nueva York. Lo mismo le pasa al nuevo Harrelson. De hecho, Shemar Moore estuvo a punto de rechazar la oferta de trabajar en S.W.A.T. porque no quería seguir en el género tras 11 años en el elenco de Mentes criminales. “Sonará a broma, pero Hondo es Derek Morgan [su personaje en dicha serie] con esteroides, tanto física como emocionalmente y en sus operaciones. Pero todo ello sin doparse”, se ríe el actor.

Terminó aceptando por la acción que caracteriza al programa. “Y porque el personaje estaba escrito con él en mente”, tercian sus creadores. También influyeron las comparaciones con Samuel L. Jackson, quien interpretó a Hondo en la pantalla grande.

“Jackson tiene su marca propia. Nadie es como él, pero quizá yo sea capaz de inspirar a otros como él hizo conmigo”, apunta Moore, quien entrenó para amoldarse mejor al papel. “Fueron cerca de 10 kilos más de músculo y un cuerpo no sé si más sexi, pero como describen a Hondo, propio de un gigante con corazón que ha vivido mucho”, remata.

La fuerza de la diversidad

En la televisión actual resultaría imposible un Los hombres de Harrelson como el original de los setenta, con todos los principales personajes blancos salvo un negro para dar sensación de diversidad. Y ninguna mujer. "La verdad es que los equipos tácticos [de la policía] siguen siendo todo hombres alfa", dice Shawn Ryan con pesar. De ahí que el responsable de la serie haya querido cambiar esa situación incluyendo el personaje de Christina Alonso (encarnado por Lina Esco), la responsable de la unidad canina policial.

“Quisimos un reparto de talento, también reflejo del microcosmos en el que vivimos”, incide Aaron Rahsaan Thomas. La diversidad puebla también la sala de guionistas: “De los 10, tres son mujeres, cuatro negros y todos ellos con un pasado distinto. Esa es nuestra fuerza”.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_