Violaciones
'Broadchurch' con 'Line of Duty' y 'Happy Valley' ocupan ya el podio de las series policíacas británicas
Han pasado tres años desde la muerte de Danny Latimer en Broadchurch. La investigación policial conforma la primera temporada de la excelente serie. La segunda, con una impecable Charlotte Rampling como abogada de la acusación, se desarrollará con el juicio del presunto asesino. Ahora Netflix ofrece la tercera temporada de la serie británica rodada en un pequeño pueblo en las afueras de Bristol. El inspector Alec Hardy (David Tennant) y la sargento Ellie Miller (Olivia Colman), protagonistas de todas las temporadas, dedicarán sus esfuerzos a descubrir a un violador en serie.
Chris Chibnall, creador y guionista de Broadchurch, y su equipo, dedicaron un año a documentarse con organizaciones especializadas en el tratamiento de víctimas de agresiones sexuales y con los asesores de la policía especializada en la investigación de crímenes de violencia sexual. Lo cierto es que ello explica el riguroso tratamiento de la trama y el diverso comportamiento de las agredidas y del violador.
Contemplando esta tercera temporada surgen inevitablemente las referencias a una actualidad en la que el grupo de La Manada y su juicio ha acaparado todos los telediarios por más que la media anual de violaciones en España supera ampliamente los 1.000 casos, uno cada siete horas. Mujeres violadas que denuncian el hecho, mujeres que no lo hacen por temor o desconfianza ante la actitud policial y judicial, agresores que graban con sus móviles sus delitos o violadores que reafirman su impotencia vital con un enfermizo concepto del poder, todo se muestra en una serie ejemplar de la síntesis de la ficción con la realidad que, además, ha cosechado el reconocimiento de la crítica, de la industria con varios premios Bafta y del público: las dos primeras temporadas tuvieron una media de 9 millones de espectadores en el Reino Unido. La en ocasiones apática industria estadounidense realizó un remake de la misma: Gracepoint. Broadchurch con Line of Duty y Happy Valley ocupan ya el podio de las series policíacas británicas.
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