Los replicantes ya tienen réplica

Para el cine español, la temporada otoñal sirve para sacar pecho, para mostrar las películas que previamente han pasado por el Festival de San Sebastián. Y en ese alud de cine de septiembre y octubre entran algunos de los títulos más potentes del año, como la hispanoargentina La cordillera (29 de septiembre), de Santiago Mitre, un drama que presenta como político, pero que en realidad se acerca más al thriller e incluso al cine fantástico. Ricardo Darín encarna al presidente de Argentina, un hombre del que se sabe poco de su pasado, y que en mitad de su primer gran encuentro internacional, una cumbre de jefes de Estado latinoamericanos, tiene que lidiar además con una crisis emocional de su hija.

Manuel Martín Cuenca adapta la novela El móvil, de Javier Cercas, en El autor (17 de noviembre), con Javier Gutiérrez como un aspirante a escritor que, harto del éxito del best seller de su esposa, decide escribir una novela de alta literatura. Y para inspirarse espía a los vecinos de su edificio, en una inmersión en la ruindad del alma humana con acertado tono tragicómico.

De San Sebastián también saldrá La llamada (29 de septiembre), adaptación por sus mismos autores (Javier Calvo y Javier Ambrossi) del exitoso musical teatral. Dos adolescentes, las más gamberras de un campamento organizado por monjas, solo piensan en la juerga y en el electrolatino hasta que a una de ellas se le aparece Dios cantando canciones de Whitney Houston. Tal cual. Morir (6 de octubre), la segunda película de Fernando Franco, describe la degradación física y psicológica de una pareja (Marian Álvarez y Andrés Gertrúdix). En El secreto de Marrowbone (27 de octubre), la historia de cuatro hermanos que tras la muerte de su madre se esconden del mundo en su abandonada granja, debuta como director el guionista Sergio G. Sánchez. Y en Handia (20 de octubre), Aitor Arregi y Jon Garaño ilustran la vida del Gigante de Altzo, un hombre de 2,42 metros que vivió en esa localidad de Tolosaldea en el siglo XIX.

Hay cine español más allá de San Sebastián. Como Oro (10 de noviembre), una inmersión en las desventuras de los conquistadores españoles en América, una superproducción que dirige Agustín Díaz Yanes; el drama La librería, otra adaptación literaria (3 de noviembre), de Isabel Coixet; Musa (1 de diciembre), más terror de la mano de Jaume Balagueró, y Perfectos desconocidos (1 de diciembre), tragicomedia de Álex de la Iglesia.

Pero si hay una película que marcará el otoño será, para bien o para mal, Blade Runner 2049 (6 de octubre), con Denis Villeneuve encarando uno de los grandes retos de la historia del cine reciente: realizar una segunda parte a la altura del clásico del thriller y de la ciencia-ficción de Ridley Scott. Ryan Gosling, Jaret Leto, Ana de Armas y Robin Wright se suman a Harrison Ford en esta continuación que se desarrolla tres décadas después. Si hay un cineasta que ha podido salir bien parado del desafío, ese es Villeneuve.

Ante este estreno quedan empequeñecidas otras películas interesantes, como el documental Una verdad muy incómoda: ahora o nunca (6 de octubre), en el que Al Gore vuelve a insistir en el desastre del cambio climático;¡Madre! (29 de septiembre), en la que Darren Aronofsky se zambulle en el terror puro con Javier Bardem y Jennifer Lawrence, y The Square (10 de noviembre), del sueco Ruben Östlund, la última Palma de Oro de Cannes.