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arte

Bleda y Rosa: “Miramos hacia geografías menores, frágiles”

Es un momento decisivo para Bleda y Rosa, con el cierre de su serie más celebrada, 'Campos de batalla', y su primera gran exposición en su ciudad, Valencia

Bleda y Rosa, junto a su serie 'Campos de batalla'.
Bleda y Rosa, junto a su serie 'Campos de batalla'.mònica torres

Sus fotografías parecen mapas físicos, políticos, urbanos, geológicos, topográficos, temáticos, históricos, mentales... También son cartografías temporales. Retratan ciclos, lapsos, horas, épocas, eras y siglos de historia. La de María Bleda (Castellón, 1969) y José María Rosa (Albacete, 1970) empezó hace 25 años, antes incluso de coincidir en la Escuela de Artes Aplicadas y Diseño de Valencia. Desde entonces, Bleda y Rosa son dos como dobles son los sentidos de la realidad que esconden sus obras. Algo cercano a Geografías del tiempo, dice el título de la exposición con la que inauguran el espacio Bombas Gens.

Trabajan desde una memoria personal, casi biográfica, y siempre con imágenes agrupadas en serie, con una estructura conceptual y estilística que, a la vez que otorga unidad general, pone en relación diferentes imágenes. Como signo de puntuación en esa narrativa está la línea del horizonte, reformulada una y otra vez en sus trabajos. Un límite visual entre el cielo y la tierra. “En muchas de nuestras fotografías, una línea muy marcada divide la imagen en dos mitades casi iguales. Desde la parte inferior, cargada de información, se deja entrever el depósito de memoria que allí se concentra. Sin embargo, en un constante movimiento de vaivén, alteramos su posición en el encuadre y la percepción que de él tenemos, llegando a veces a su total disolución para volver al lugar del que partió”, explican.

Mucho juegan con ello en las salas del nuevo centro de arte valenciano. Por primera vez, han reagrupado a través de sus líneas del horizonte el conjunto completo de Campos de batalla, iniciado en 1994 y finalizado este 2017. Un total de 63 fotografías muestran lo que un día fueron escenarios de la guerra, hoy convertidos en geografías de lo contemporáneo. “Un conjunto cambiante, cuyos paisajes se ven multiplicados como si de un calidoscopio se tratase”, dicen.

PREGUNTA. Hay una tensión temporal y estética al fragmentar las imágenes en dos. ¿Qué ocurre en esa zona intermedia?

Constantemente re­formulamos los conceptos de tiempo y espacio, donde el camino es nuestra propia geografía temporal

RESPUESTA. Es algo que provocamos. Podríamos decir que el fragmento es inherente a toda imagen y a través de ella fragmentamos el mundo, creando la ilusión de estar representando una totalidad. En Campos de batalla, el espacio que separa las dos fotografías crea una ruptura o vacío añadido en el paisaje. Estas zonas intermedias, a través de nuestra imaginación y dado su poder de evocación, nos ayudan a expandir los propios límites de la fotografía.

P. Además de la idea de la memoria asociada a la historia, está también la memoria asociada a capturar un instante. ¿Es esa vuestra idea de la fotografía?

R. Lejos de tomar instantáneas y más allá del carácter documental, la fotografía es para nosotros una importante herramienta de trabajo con la que registrar el paso del tiempo, construir nuevos paisajes y articular nuestra mirada.

P. ¿Hay una ruta por esa Geografía del tiempo de la exposición?

R. Hace ya algún tiempo comenzamos a interesarnos por geografías menores, cotidianas y frágiles en nuestro recuerdo. Con Campos de fútbol emprendimos un recorrido que permitía un desplazamiento hacia lugares vividos. Eran espacios que estaban desapareciendo y que, de un modo u otro, habían formado parte de nuestra infancia. Con la perspectiva que nos dan los últimos años, percibimos que este punto de arranque no es un inicio que lleva a un final. Más bien es un continuo retorno a determinados lugares, ideas y paisajes. Es por ello por lo que constantemente reformulamos los conceptos de tiempo y espacio, tratando de abordarlos en sus múltiples despliegues donde el camino es nuestra propia geografía temporal.

P. ¿Cómo se insertan el resto de trabajos? ¿Qué diálogos provocan?

R. La exposición alude a dos ideas distintas. La primera, en relación con los paisajes que son mostrados y que refieren al tiempo y la historia. La segunda otorga un aspecto casi físico al concepto tiempo, como si este estuviera formado por fallas, mesetas y otros elementos de ruptura o de continuidad propios del terreno. Tomando Campos de batalla como eje central y arropados por otras geografías del tiempo como son Campos de fútbol, Origen, Memoriales o Prontuario, trazamos un recorrido, no necesariamente lineal, por el que transitar a lo largo de la historia.

P. Otro elemento con el que juegan es con la imagen como texto y el texto como imagen. ¿Son conceptos intercambiables?

El texto, junto a la imagen, es uno de los elementos que más nos gustan explorar

R. El texto, junto a la imagen, es uno de los elementos que más nos gusta explorar y se encuentra representado de forma muy distinta en cada uno de los trabajos reunidos en la exposición. En Campos de fútbol, dos fotografías, Accidente topográfico I y II, alteran el orden de la serie a la que pertenecen, y en ello parecen querer revelar lo esencial de la muestra, marcando su presencia dentro de todo nuestro trabajo. Junto a ellas está Memoriales, donde el texto se representa como un auténtico pie de foto que puede remitir a una fotografía más próxima al documento. Origen, trabajo autorreferencial, toma prestado de Campos de batalla el modo en que construimos la imagen, pero sobre todo la pequeña leyenda que sugiere a lo que dirigir la mirada. Finalmente, en Prontuario el texto crece y se transforma, desplegando un abanico de lecturas y narrativas, advirtiéndonos que se trata de un compendio de notas en torno a la guerra y la revolución.

P. En esa experiencia del lugar, ¿qué hace que os interesen unos determinados espacios y no otros?

R. A diario nuestra vida transcurre por lugares a los que apenas prestamos atención. La experiencia producida, en ocasiones adormecida y sepultada, permanece en un marco alejado de nuestra memoria. Resulta contradictorio pensar que aquello que nos constituye es automáticamente olvidado, sobre todo cuando se nos impone. Y es que existe una lucha constante, de poder, entre la experiencia personal o vivida y aquella que proviene de la experiencia histórica o concebida, que siempre vence. A ella tratamos de resistirnos.

‘Geografías del tiempo’. Bombas Gens Centro de Arte. Valencia. Hasta el 19 de noviembre.

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