‘El accidente’, la mentira de una doble vida

“No me atraen las series en las que el personaje va a remolque de la trama. Esta lo que proponía es un personaje con unas condiciones y cómo le modifican esas circunstancias excepcionales que le ocurren”. Quim Gutiérrez debutó en la televisión en 1994 con Poble Nou. Desde entonces ha participado en diferentes ficciones como El cor de la ciutat, Génesis, en la mente del asesino o El padre de Caín. Pero principalmente ha hecho cine, en especial como musa de Daniel Sánchez Arévalo en películas como Azuloscurocasinegro o Primos o en filmes como Los últimos días, Anacleto, agente secreto o Tres bodas de más. En esta última volvió a coincidir con la actriz Inma Cuesta, que tiene una idea parecida a lo que debería de ser una serie: “Ahora se está cogiendo esa línea de no dejarlas en el tiempo. Para mí era importante saber el arco de mi personaje y cómo era la historia de principio a fin”, comenta la actriz de La novia, Águila Roja o Julieta. Ambos hablan de su nuevo trabajo conjunto, el thriller El accidente, serie de Telecinco cuyo rodaje terminó en junio en una finca a las afueras de Madrid.

La trama de El accidente, producida por Daniel Écija (Águila Roja, Vis a vis, Los Serrano...), comienza con un avión que se estrella. Entre sus pasajeros supuestamente estaba José (Quim Gutiérrez), pero no aparece rastro de él. Su esposa, Lucía (Inma Cuesta), comienza a indagar en el misterio que le llevará a pensar que no lo conocía todo sobre su marido. El reparto lo completan Alain Hernández, Eusebio Poncela, Berta Vázquez y Joel Bosqued. "Es una radiografía social del ser humano. Habla de la familia, del amor, de la traición, de la mentira y del abuso de poder", explica la protagonista en un descanso durante el rodaje de la serie en una finca de Boadilla del Monte que en la ficción representará algún lugar de Extremadura.

"José es un tío entre los 35 y los 40, en un momento de crisis, buscando no perder el sentido de aventura en la vida", cuenta sobre su personaje Quim Gutiérrez. "Siendo un tío ambicioso, se mete en algo ilegal. Busca un beneficio económico, pero de fondo lo que busca es no perder el sentido de aventura, es un tío apasionado que busca retos", remata el actor. A Inma Cuesta lo que le gustó de su personaje es que era el motor de la historia: "Muchas veces los personajes femeninos no dejan de ser el personaje de acompañamiento". "El conflicto, el accidente, hace que Lucía saque una parte de ella absolutamente desconocida, que es una fiera que saca uñas y garras para defender a su familia. Coge las riendas de la situación y de repente es una superwoman", relata la actriz.

Una de las claves de la serie es el núcleo familiar y la relación entre sus tres componentes. "Jose tiene una variable, que yo no tengo todavía, que es la paternidad. Lo que hemos conseguido es muy especial, por la química que tenemos. Hemos logrado cosas que como espectador de televisión no he visto tanto. Con un niño hay mucho trabajo que se hace fuera, de acción, que mejora el tono y la química", explica Gutiérrez. Según cuenta el actor, su lucha diaria es eliminar cualquier elemento que suene a fórmula: "Hay algo en el lenguaje y en la forma de interpretar que es voluntariamente muy naturalista".

Y esa naturalidad se ha conseguido por la buena relación entre ambos intérpretes, que se conocieron rodando la película Primos y trabajaron juntos también en Tres bodas de más. "Facilita mucho el trabajo estar con alguien con el que sabes que solo con mirarte te vas a entender. Eso con Quim lo tengo", explica Cuesta. Algo parecido siente el actor. "Hemos convivido mucho, eso se traduce en la creación de un vínculo emocional que a la hora de interpretar se puede convertir en lo que quieras. Entendemos el trabajo de una manera muy parecida, tratamos de no quedarnos en la superficie". "Trabajamos muy bien la emoción, Inma es una bestia parda en eso y nos alimentamos muy bien el uno al otro", concluye Quim Gutiérrez.

"Hacen falta más mujeres"

La actriz Inma Cuesta se siente afortunada. Ha podido interpretar, tanto en el cine como en la televisión, a mujeres que tienen historias que contar, que participan, que no son mero acompañamiento del protagonista masculino. "Después de La novia, Julieta y una película en Argentina he estado muchos meses sin elegir un proyecto precisamente porque no me interesaba [el personaje]", cuenta la actriz. "Yo soy una afortunadisísima porque he tenido la oportunidad de hacer grandes personajes femeninos, pero estos brillan por su ausencia y sobre todo los interesantes".

"Son personajes muchas veces de acompañamiento, que no aportan nada. Tengo muchas compañeras, grandísimas actrices que no tienen pruebas siquiera, porque entre el 70 y 90% son personajes masculinos. En EE UU las mujeres producen series ellas para tener personajes interesantes. Hacen falta más mujeres, en general", concluye Cuesta.