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Paseos del arte

Ester Partegàs recrea un mercado callejero con telas de resinas translúcidas que convierten al visitante en una silueta borrosa

'The Passerby', de Ester Partegàs.
'The Passerby', de Ester Partegàs.

Sobre esa experiencia tan cotidiana como es ser transeúnte por los espacios mediados por el capital, la artista Ester Partegàs presenta su más reciente exposición en la galería Nogueras Blanchard de Madrid, The Passerby. Con arquitecturas de simulacros recrea, a su modo, un mercado callejero empleando telas de resinas translúcidas, moldeadas sobre las típicas lonas utilizadas en ferias populares. Pe­netrando por estas luminosas estructuras, el visitante se convierte en una silueta borrosa para cualquier otro que eventualmente le mire desde cualquier punto de la sala. En estos fortuitos encuentros visuales, las individualidades parecen desactivarse temporalmente. Los cuerpos desdibujados se reconocen en lo que invariablemente les une: son sujetos del capitalismo. Alejada de un lenguaje visual excesivo recurrente en su producción anterior, Partegàs reafirma los lugares de transacciones comerciales como espacios de sociabilidad y de experiencia crítica.

Otras arquitecturas transitorias —tan frágiles como omnipresentes, tan útiles como desechables— sirven de soporte para la sugerente serie pintada con aerógrafo titulada Studies on Mysticism. Tras deshacer envoltorios de chicles y galletas, la artista utiliza el reverso de estos mismos envoltorios para reproducir los diseños de fondo del producto original. Sin embargo, omite logotipos y palabras, logrando abstracciones de un extraordinario carácter metafísico. Si el placer del consumo es más que fugaz, entonces la promesa de estos “paraísos transcendentales” parece ser eterna —aunque quizá tengan sabor a menta o aroma de vainilla—. Pero incluso proponiendo esta graciosa posibilidad de redención, no esquiva la artista las contradicciones que suscita.

Al final, instala Partegàs un mercado dentro de un genuino espacio mercadológico, sugiriendo una reacción crítica desde el interior del propio sistema de ­producción —del que su arte es ­obviamente parte—. ¿No actuaría inadvertidamente como un elogio a la mercancía y a su sistema ­productor, al que paradójicamente parece criticar? Al habitar esta atractiva ambigüedad, la artista confía en que, expuesta a la mirada de los paseantes, su obra cobre una vocación de resistencia —aunque tan diminuta como una cajita de chicle o tan provisional como un puesto callejero—.

‘The Passerby’. Ester Partegàs. Galería Nogueras Blanchard. Madrid. Hasta el 20 de mayo.

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