Fascinante y adictivo
En su tercer largo como Thundercat, Stephen Bruner logra concretar su esquizofrénico bagaje en todo su esplendor
La trayectoria de Stephen Bruner, el hombre que se esconde detrás del alias Thundercat, es fascinante. Fue miembro de una boy band. Luego se unió a Suicidal Tendencies, mítica banda de hardcore. Más tarde se asoció a Flying Lotus, nombre relevante de la electrónica experimental. En paralelo, tocó en discos de la diva soul Erykah Badu o del rapero del momento, Kendrick Lamar.
En su tercer largo como Thundercat logra concretar este esquizofrénico bagaje en todo su esplendor. Drunk, álbum conceptual alrededor de lo malo y bueno del alcohol, mezcla la concreción del hardcore (23 temas de dos minutos), el jazz digital, el hip-hop contemporáneo y una forma de entender el soul destripada de cualquier coartada vintage. El resultado es fascinante y adictivo.
Drunk. Thundercat. Brainfeeder
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