Pasión por vivir la ciencia

“Escuchar a gente inteligente nos hace más inteligentes. Creo mucho en este lema”. Habla Pere Estupinyà (Tortosa, 1974), bioquímico, divulgador y “cazador de cerebros” los sábados en La 2 (19.45). No es habitual ver programas de divulgación científica en la televisión española, pero Estupinyà tiene la suerte de estar al frente de uno de ellos, El cazador de cerebros, un programa cuya primera temporada se acerca a su fin pero que está disponible al completo en la web de TVE. “Lo que esperamos es que el programa tenga un impacto positivo en la sociedad, sea porque inspira nuevas ideas o porque en otros medios lo vean y quieran ampliarlo. Por ejemplo, hay muchos profesores que están utilizando los capítulos en sus clases”, comenta Estupinyà.

Estupinyà, autor de libros como S=EX2, la ciencia del sexo o Rascar donde no pica, quería llevar la ciencia al espectador con un espacio a medio camino entre un documental y un programa de divulgación tras su experiencia como editor en Redes, el programa de Eduard Punset, entre 2001 y 2005. “La idea nace de mi experiencia en el MIT [Massachusetts Institute of Technology, donde estuvo un año con una beca para periodistas científicos, experiencia que plasmó en un blog en este periódico] y el personaje que había creado en el libro El ladrón de cerebros, un apasionado que le gusta discutir sobre ciencia, que no se conforma con leer documentos académicos, sino que se mete en los laboratorios e intenta vivir la ciencia desde lo más cerca posible”.

"Sabemos que la ciencia difícilmente puede competir con otro tipo de programas, pero la televisión pública, específicamente La 2, tiene una apuesta por la cultura y un programa así encaja perfectamente", comenta el presentador. Aunque El cazador de cerebros se emite los sábados por la tarde en un horario un poco difuso, Estupinyà pide que la ciencia también sea tratada como cultura: "TVE por definicion apuesta por los programas culturales y la ciencia forma parte de la cultura cada vez más. Si una cadena quiere hablar de arte, viajes, música, pues tiene que hablar también de ciencia".

"La ciencia no está valorada como debe en la sociedad. Si la gente, la política, la educación, se apropiara más de la ciencia, habría mejoras que llegarían más rápido. En medicina, en esperanza de vida o en retos globales como la pobreza, el cambio energético e incluso la innovación", comenta Esupinyà, que abre el debate en dos aspectos: la educación y la falta de inversión. Con la educación, el divulgador plantea el concepto de neuroeducación: "Es difícil de medir, pero se están empezando a hacer muchas evaluaciones de impacto para ver qué funciona y qué no, porque una cosa es la idea que tenga el pedagogo y luego hay niños listos que no les entran las matemáticas y eso es, quizá, porque la manera de enseñarlas funciona bien para unos y no tan bien para otros. Igual debería de haber varias estrategias para enseñar matemáticas, una para un tipo de cerebros y otra para otro".

Con la inversión, Estupinyà no duda de que España, pese a las carencias, es un buen país a nivel de ciencia: "La progresión los últimos 30 años es buena, pero si miras datos estamos en el  puesto 11 del mundo en cuanto a publicaciones académicas y el 19 de Europa en índices de innovación. Cuando se dice que es una inversión y no un gasto es absolutamente cierto, todos los modelos económicos lo muestran". Dos temas tan trascendentes que, según el presentador, darían para más de un programa.