El astronauta de los ‘Highlands’

A la manera de un Donovan posmoderno, el también escocés Kenny Anderson abre su absorbente nuevo álbum con You Just Want, una cantinela de siete minutos en la que el mantra y la lisergia se hermanan con cuerdas, un arpa embrujada y teclados alucinógenos. Unas gaitas destempladas abren a renglón seguido Melin Wynt, pura canción folk de las Highlands con voces etéreas de resonancias legendarias. Así es este caballero de la trova más distinguida, un gran melodista que huye del desaliño, aguza la imaginación y promueve la orfebrería y el detalle.

En este Astronauta Encuentra al Hombre de la Manzana conviven, en efecto, esos dos mundos que a menudo hoy se nos ofrecen como una bifurcación incompatible. ¿Existen los modernos de la vieja guardia? Creosote demuestra rotundamente que sí. Jamás renuncia a la canción en sentido estricto (Wake Up To This es tan tarareable como algunos viejos éxitos de The Proclaimers, por seguir entre compatriotas), pero no le asustan otro tipo de lenguajes más específicos. El cuarteto clásico de cuerda, que ya estaba muy presente en el precioso disco anterior (From Scotland With Love, 2014), cobra cuerpo y personalidad en momentos como Faux Call. Y el contacto con el futuro asombroso, con ese navegante espacial esbozado en la portada, lo aportan las briznas electrónicas que, casi a modo de guiños, colorean aquí y allá el lienzo.

En realidad, asombra que un autor de esta envergadura aún vague, a la altura de su octavo trabajo, por territorios de penumbra en cuanto a popularidad y reconocimiento lejos del hogar. Astronaut… es un disco escocés hasta los tuétanos (incluida su dicción), y quizás influya la alergia de Anderson hacia el estribillo barato. Pero piezas como Love Life, con su título en obstinato, también invitan a mover el pie, mientras que el lujoso epílogo, Rules of Engagement, se erige en el manifiesto definitivo, el compendio esencial. El arpa céltica repiquetea con sones muy clásicos, como si en la grabación se hubiera colado Alison Kinnaird, mientras que la filigrana electroacústica nos lleva muy, muy lejos. Quizá no a otro planeta, pero sí a otro nivel.

King Creosote Astronaut Meets Appleman Caroline / Music As Usual