El teletexto resiste
El servicio de información escrita en televisión cumple 28 años en España
En 1988, pocos usaban los móviles, Internet solo era un germen y la televisión apenas ofrecía canales. Pero ese año, TVE introducía una nueva tecnología en las casas de los españoles: el teletexto. Desde el sofá, se podía acceder a decenas de páginas de información concisa sobre actualidad, deportes o previsiones del tiempo. En 2016, cualquiera lleva un teléfono en el bolsillo, conectado las 24 horas del día a la Red, y lo puede usar para ver canales de todo el mundo. Pero el teletexto ahí sigue, estático y con sus colores chillones, ajeno a la televisión a la carta, los nuevos canales y el HD. Justo hoy, el de TVE cumple 28 años.
“Es un medio informativo accesible, gratuito, rápido y sin necesidad de utilizar ningún dispositivo extra aparte del televisor”, explica Juan Pedro Toribio Gómez, coordinador del teletexto de TVE. Mientras el mundo ha vivido revoluciones políticas, sociales y tecnológicas, este servicio continúa idéntico a sí mismo. Es cierto que se puede consultar en Internet y hasta tiene una aplicación de móvil, pero la evolución del formato ha sido mínima. “Ha cambiado poco y es la base de nuestro éxito y supervivencia. No compite con nada”, según Toribio Gómez.
Para ser un servicio actualizado al minuto, el teletexto no tiene estadísticas recientes sobre su audiencia. Toribio Gómez señala que el equipo pasó de una veintena de trabajadores en sus orígenes a un máximo de 40. Hoy, en cambio, ha caído hasta 10: él mismo, cinco redactores, tres operadores para otros servicios (loterías, programación…) y un técnico. Uno de ellos, Florencio Nieto, ha acompañado al teletexto desde su nacimiento hasta hoy. En el caso de Telecinco, son cuatro los empleados.
“Sobre todo lo usa la gente mayor y los sordos. Estos pueden acceder a la programación subtitulada normalmente a través de la página 888”, señala el coordinador de teletexto en el grupo Atresmedia, Dionisio San Miguel. Al fin y al cabo, el servicio nació precisamente como ayuda para los sordos. Respecto al primer tipo de usuarios, en cambio, “es un sector que no está habituado a utilizar los servicios interactivos de las nuevas tecnologías”, responden desde Telecinco.
Tanto el teletexto de Antena 3 como el de Telecinco han cumplido ya dos décadas y su utilidad informativa se centra “en los resultados deportivos, los sorteos, el horóscopo y los anuncios de contactos”, añade San Miguel. Y pese a su aspecto añejo, sus lectores exigen el mismo rigor informativo de cualquier medio online. “Entre nuestros seguidores están los locos de los resultados deportivos. Si, por ejemplo, al empezar la temporada está mal escrito el nombre de un equipo que ha subido de categoría o si hay un fallo en un resultado, en seguida se reciben quejas en la centralita”, apunta San Miguel. Atresmedia ofrece incluso un correo electrónico para recibir quejas y sugerencias: “Nos llega de todo, sobre todo cuando hay errores, aunque gran parte de nuestros servicios están automatizados”. Toribio Gómez da fe de que también sufren “un aluvión de llamadas” cada vez que hay algún problema técnico.
Un día, en cambio, el equipo de TVE recibió una propuesta más agradable. “Una pareja nos invitó a su boda porque, según nos dijeron, se habían conocido a través de la sección de anuncios”, rememora Toribio Gómez. San Miguel recuerda que reciben muchos mensajes “de un grupo organizado que insiste en que se reponga en Antena 3 la serie Santa Bárbara [una telenovela estadounidense que esta cadena emitió en los noventa]”.
En cuanto al futuro, San Miguel no se muestra pesimista. “Siempre se ha creído que tenía sus días contados, pero llevamos oyendo eso desde hace 10 años”. Mientras, cadenas como la BBC cerraron su teletexto y hay españoles convencidos de que ya no existe. Tanto que “muchas veces” Toribio Gómez se enfrenta a interlocutores sorprendidos de que el servicio siga vivo. El propio San Miguel era uno de los “convencidos de que desaparecería”. Ahora, en cambio, cree que va a “durar un tiempito”. En Telecinco y Antena3 coinciden en las razones de ello: es barato y atrae gran cantidad de anuncios. Así que las previsiones apuntan a un cielo despejado para el futuro inmediato del teletexto. Y si no, compruébenlo en la página 301.
En amarillo, el personaje principal
La programación normal pero subtitulada para personas sordas es uno de los principales servicios que se ofrece a través del teletexto de las cadenas. José Juan Martínez Galiana trabaja en el departamento de Subtitulación de la empresa Multisignes, de Banyoles (Girona), entre cuyas tareas está, por ejemplo, el subtitulado de los capítulos de la serie El caso, que emite La 1 de Televisión Española.
"Trabajamos con una copia del programa que se va a emitir pero no se puede transcribir absolutamente todo porque sería imposible para leerlo", explica Martínez Galiana. "Utilizamos colores para identificar a los personajes. Normalmente, el principal lleva los subtítulos en amarillo. En El caso, eso ocurre con Fernando Guillén Cuervo. Los siguientes en orden de importancia van en verde, cian y magenta, y si hay más, los letreros van en blanco y con la identificación para saber quién habla". Los subtítulos también dan información de ambiente con rótulos del tipo: "Música de misterio" o "Suena el teléfono". Esos efectos sonoros se colocan en la parte superior derecha de la pantalla, en texto azul sobre fondo blanco.
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