Taraji P. Henson: “Estamos sacudiendo los cimientos de la televisión”
La actriz protagoniza el éxito televisivo 'Empire', cuya segunda temporada emite en España Fox Life
Frente a la polémica de los pasados Oscar por la blancura de sus nominados, la televisión es la reina de la diversidad. A la victoria de Viola Davis en los Emmy por su trabajo en Cómo defender a un asesino se sumó el reciente Globo de Oro a la mejor actriz dramática en una serie de televisión que logró Taraji P. Henson por su trabajo en Empire. Y lo mejor del premio, como aseguró a EL PAÍS con el galardón en sus manos, es que no tiene nada que ver con la raza. “Nadie llama a Empire ese show de negros. Es cierto que me ha costado 20 años, pero estoy viviendo el sueño de Martin Luther King”, dice efusiva.
Empire no habla de raza, sino de dinero. Es un éxito televisivo de los que enganchan, ya en su segunda temporada, que Fox Life emite en España. Se centra en Lucious Lyon, su imperio en el mundo del hip-hop y una familia que resulta muy poco convencional para la televisión generalista. “Eso es lo que me gusta, que estamos sacudiendo los cimientos de lo que era normal en televisión, ofreciendo un trabajo más propio de las privadas por cable, pero para todos los que no se la pueden pagar”, prosigue Henson. Esa es la energía de esta actriz, de 45 años, cuya carrera se ha desarrollado tanto en cine como en televisión, pero que saltó a la fama cuando aspiró en 2009 al Oscar a la mejor actriz secundaria por El curioso caso de Benjamín Button.
Prefiere no entrar en las críticas a la Academia de Hollywood y a una ceremonia en cuya edición de 2006 interpretó el tema de Hustle & Flow. No es de las que les gusta quejarse, señala. “Soy una chica que salió de una barriada y eso te hace ser extremadamente optimista”, defiende. Pero tampoco es de las que se engañan: “La nominación obró maravillas, pero no soy de las que piensan que la estatuilla te abre el cielo en dos para ofrecerte los increíbles papeles que le llueven a Meryl Streep”.
Sus palabras suenan como las de Cookie, un papel que, tanto a sus ojos como a los del público y la crítica, nada tiene que envidiar a los de la citada Streep. “Llega a todas las razas, a cualquiera; una expresidiaria que trata a sus hijos a patadas y no le importa llamarles maricones, pero que es real. El público lo siente así”, detalla sobre su personaje.
La serie fue una idea del realizador Lee Daniels, quien también dirigió el piloto y el primer episodio de la segunda temporada. “Como todos los que salen del cine, no tenía experiencia de cómo se trabaja en televisión, pero Terrence y yo le enseñamos”, comenta. Terrence Howard es su compañero al frente del reparto y patriarca de la familia de ficción. Henson defendió su contratación porque no pudo imaginar a ningún otro intérprete a su lado. Se conocen desde los tiempos de Hustle & Flow, son amigos y juntos ofrecen lo mejor de sí mismos. “Tenemos un pasado, y para una aventura tan larga, para un reto como este, para todos los revolcones que nos damos en cámara, quieres a alguien así a tu lado”, apunta.
Cuando se comporta así dice que es Cookie quien habla por ella, que Taraji es alguien que disfruta de una vida sencilla en esa casa que soñó de niña donde su única frivolidad es relajarse en el jacuzzi junto a la chimenea y con su perro. “Hay tantas cosas de Cookie que no comparto...”, dice. “No me van los abrigos de pieles, pero no la juzgo. No me gusta encasillar. Sé lo que es sentirse oprimida y sin salida. Cookie es un gran papel, un gran reto. Y, por si no lo han notado, soy alguien que disfruta a lo grande apostando a lo más alto”.
El reinado musical de Cookie
Taraji P. Henson canta desde niña, pero la opción de entrar en la industria discográfica le dio miedo. "Tengo amigos, y ahí sí que vuelan los cuchillos", resume, y su descripción refleja lo que se ve en Empire. Por eso prefirió ser fan: de los discos de James Brown que escuchaba su madre mientras limpiaba la casa; de cualquier cosa que cante Prince; del I'm Coming Out de Diana Ross —"muy apropiado para este momento de mi carrera", asegura—, o de Just Fine, su canción preferida para hacer gimnasia. Y, por supuesto, de Michael Jackson. "Fui su novia; una pena que él nunca lo supo", añade con humor.
Quizá porque todavía es fanática del rey del pop no ve las similitudes que otros aprecian entre Empire y los tejemanejes de la familia Jackson, especialmente entre la manipuladora Cookie y Katherine Jackson, la madre del artista fallecido. "Las mujeres siempre son el pilar de la familia, pero ambas no pueden ser más diferentes", concluye la intérprete.
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