Canal +, una referencia imprescindible

Canal + dice adiós y otro canal empieza de cero. Así empezamos unos cuantos hace más de veinticinco años: de cero. Y, parafraseando a uno de mis ídolos de entonces, de menos que cero. Pero entre todos hicimos de Canal + algo diferente.

Recuerdo el primer día en Torre Picasso como uno de los más emocionantes de mi vida. Los madrugones para preparar el boletín informativo de la mañana. A las siete salía medio mal, a las ocho medio bien, y a las nueve, salía. Cruzábamos los dedos para que los jefes no fueran demasiado madrugadores.

Pero Canal +, más que informativos era deporte y cine. Y, por primera vez, cine X: el mítico porno en codificado. Me acuerdo de la preocupación ante la primera emisión. La solución fue cortar los momentos explícitos de la película, Azafatas americanas. Hubo más planos de las susodichas azafatas que los que los abonados esperaban ver… Ahora, existe Internet.

Recuerdo también los premios del alocado departamento de autopromoción, el rap de Canal +, el “¿Dónde puedo suscribirme?”, “¡Yo también quiero sujkibirme!”, el ya mítico Lo + Plus, con Amelia, Máximo y Fernando, y la última etapa con Ramón y Coronas, y Manu Carreño. El momento en que coincidí en un ascensor con Fernando Trueba, su Oscar y Paul Newman (¡¡¡¡¡). El 11-S en directo. A Jaume Figueras y nuestro querido Magacine… Paro. No quiero ponerme nostálgica; luego mis hijos dicen que cuento más batallas que Estela Reynolds, la antigua musa del destape a la que interpreta Antonia San Juan en La que se avecina. Perdón, pero yo siempre salí muy bien vestida en Canal +.

Suerte a los que empiezan de cero. Miro atrás con orgullo y siento que he sido una privilegiada por formar parte de algo que fue y será referencia imprescindible cuando se hable de televisión (bien hecha) en este país. Canal +.