El mundo ‘tróspido’ se hace fuerte

No una, sino tres. Son las princesas que intentarán encontrar el amor (o al menos disfrutar de su búsqueda) en la nueva edición de Un príncipe para…, el programa de citas de Cuatro que vuelve hoy (22.30), en esta ocasión con el nombre de Un príncipe para tres princesas. El espacio no oculta sus raíces tróspidas (palabra que se popularizó para definir a los peculiares participantes de ¿Quién quiere casarse con mi hijo?). Las tres princesas del programa son Marta, una sevillana rubia de 21 años “romántica, religiosa y enormemente tradicional”, según se la define en la promoción de la cadena; Rym, de 24 años, orígenes catalanes y marroquíes, una “musulmana cool porque come jamón”; y Yiya, de 27 años, “indómita e imprevisible” y “encantada de conocerse”. La presentadora, Luján Argüelles, es prudente: “La televisión es un medio en el que la sociedad se puede reflejar en parte, pero la sociedad es mucho más rica que la televisión”.

Entre los pretendientes, Cuatro introducirá personajes que define, por citar algunos ejemplos, como “un navarro de pura cepa que consume con deleite revistas del corazón”, “un economista que se sabe los 700 nombres de los pokémon”, “un aventurero al que le encanta cabalgar por la playa desnudo” y “un conspiranoico madrileño convencido de que los extraterrestres gobiernan el mundo”. La lista continúa hasta llegar a 24 aspirantes.

Inicialmente, las tres princesas creen que serán las únicas, como en las anteriores ediciones, Un príncipe para Corina y Un príncipe para Laura. Pero al comenzar el programa se enteran de que tendrán que competir por el amor de los concursantes masculinos. Es decir, no tendrán una barra libre de hombres a su disposición.

Con este nuevo formato, el público “se encontrará con más diversión” y “se va a reír más si cabe”, considera Argüelles. Cuando se ven estos programas siempre surge la misma pregunta: ¿pero de dónde ha sacado Cuatro a este casting? “Lo que se necesita para hacer un programa de estas características son concursantes que estén dispuestos a mostrarse como son, que quieran vivir la experiencia sin disfraces; si se saben los nombres de todos los pokémon, lo dicen y no va más allá. Como cualquiera de nosotros, tienen intereses o gustos particulares, lo que ocurre es que todos, cuando salimos de nuestra casa, nos ponemos un disfraz”, dice la presentadora. Argüelles defiende el realismo de los concursantes: “Si fueran actores, no habría en Hollywood actores premiados que no fueran los nuestros, porque son muchos días y mucha convivencia”.

La presentadora asturiana tiene sobrada experiencia en los programas de citas. Además de haber conducido las anteriores ediciones de Un príncipe para..., también ha estado al frente de espacios del mismo género: Granjero busca esposa, Tienes un minuto, ¿Quién quiere casarse con mi hijo? y ¿Quién quiere casarse con mi madre?, todos de Cuatro. Afirma que entró en los llamados dating shows por casualidad: “Granjero busca esposa, que fue el primero que hice, no iba destinado a que lo hiciera yo, pero la persona a la que se lo ofrecieron no se mostró interesada. Entonces dijeron: ‘Que lo haga Luján, que está en la cadena y así vamos a probar que haga un programa en prime time”.

Más allá de los formatos destinados a formar parejas, Argüelles recuerda con especial cariño el concurso Password (Cuatro): “Un programa como Password yo lo volvería a hacer hoy por la tarde, si me lo piden. Lo volvería a hacer con los ojos cerrados”.