No es el primero que lo intenta, pero sí el que lo consigue
Se dice que hay tres Beethoven sinfónicos en disco. Manfred Honeck consolida ahora un cuarto acercamiento por combinación de los anteriores
Se dice que hay tres Beethoven sinfónicos en disco. Uno expresivo y telúrico de Furtwängler; otro preciso y dramático de Toscanini, aunque especialmente representado por Karajan o Carlos Kleiber; y el tercero historicista y retórico de Harnoncourt. Manfred Honeck (Nenzing, Austria, 1958) consolida ahora un cuarto acercamiento por combinación de los tres anteriores.
No es el primero que lo intenta (Rattle, Thielemann…), pero sí el que lo consigue. El famosísimo ta-ta-ta-chan del destino con que arranca la Quinta sinfonía suena lento y expresivo; su respuesta, ligera e historicista, y el tema melódico que sigue a continuación abunda en lo meticuloso. Tres en uno. Un verdadero collage estético realizado por un músico con la tradición y los conocimientos necesarios. Honeck —uno de los directores más interesantes del momento— fue violinista en la Filarmónica de Viena, una orquesta que se fundó en 1842 con muchos de los músicos que estrenaron la Novena 18 años atrás.
Ha tocado estas sinfonías bajo la dirección de casi todos los grandes beethovenianos —Karajan, Kleiber y Harnoncourt, entre otros—. Dirige desde 2008 a la Sinfónica de Pittsburgh, que ha elevado a gran altura técnica. Y además explica su asombrosa interpretación de la Quinta junto a la Séptima en un ensayo publicado en la carpetilla del disco, donde propone mirar detrás de las notas. Lo consigue con la ayuda de Soundmirror, que borda la toma sonora.
Beethoven Symphony n. 5 / 7. Pittsburgh Symphony Orchestra. Director: Manfred Honeck. Reference Recordings
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