Introspección desusada
En 'Vi a un hombre', Sheers se adentra en unos personajes que deben vivir con un dolor que no han deseado provocar pero que está implícito en sus acciones
Owen Sheers (Fiji, 1974) creció en Gales y su primera publicación en prosa fue una no-ficción; ambas cosas lo asocian con Michael, el protagonista de Vi a un hombre, que es un exitoso “periodista de inmersión” cuando conoce a una corresponsal de guerra llamada Catherine, de la que se enamora. Catherine muere en Pakistán mientras se encuentra haciendo un reportaje y Michael regresa a Londres, a un piso prestado, a intentar superar su pérdida. Es allí donde conoce a los Nelson, que lo integran a una vida hogareña no tan idílica como parece, y es a su casa a la que entra la tarde en la que, en busca de un destornillador que les ha prestado, y al encontrar la puerta trasera abierta, destroza sin quererlo la vida de todos ellos, también la propia.
En Vi a un hombre, Sheers se adentra en unos personajes que deben vivir con un dolor que no han deseado provocar pero que está implícito en sus acciones desde el principio. ¿Por qué Catherine decidió volver a correr riesgos? ¿Por qué Michael subió a la segunda planta de la casa de sus vecinos? ¿Qué vio allí? ¿De qué forma quienes matan pueden justificar ante sí mismos el asesinato? ¿Es suficiente un eufemismo como “muerte accidental” para ocultar un crimen incluso a quienes lo perpetran? ¿Por qué Josh no estaba en la casa aquel día en que Michael fue a buscar su herramienta? ¿Qué potencias y qué verdades íntimas liberan en nosotros las muertes de las personas que amamos? ¿Cómo se vive con el dolor que esas muertes provocan?
Owen Sheers confronta las certezas que nos rodean con el descubrimiento de que, al igual que la ciudad de Las Vegas, en la que transcurre parte de la acción (o Lehman Brothers, la compañía en la que trabaja Josh hasta su caída), esas certezas conforman un decorado siempre frágil. Lo hace con un libro de gran sutileza, con una capacidad de introspección desusada en la narrativa contemporánea y con una sucesión de golpes de mano que no pueden revelarse aquí a costa de exponer el tipo de secretos que la mayor parte de los lectores prefiere no conocer hasta la lectura.
Vi a un hombre. Owen Sheers. Traducción de Javier Calvo. Reservoir Books. Barcelona, 2015. 368 páginas. 19,90 euros.
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