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El superpoder de resucitar una serie

El actor Jack Coleman se convierte en el vínculo entre lo antiguo y lo nuevo en 'Heroes: Reborn', que se estrena en SyFy

Eneko Ruiz Jiménez

Expediente X, Twin Peaks, Padres Forzosos y hasta Patoaventuras. Empujada por la nostalgia y las nuevas plataformas, la televisión vive un resurgir de sus éxitos. "Es un reflejo de la cultura popular. Hay tanto producto que tener un nombre es importante. Mencionas una serie conocida y el espectador sabe lo que verá", reflexiona Jack Coleman (Easton, EE UU, 1965), actor que se ha convertido en el lazo de unión entre lo antiguo y lo nuevo en Héroes: Reborn, otro de estos regresos a glorias pasadas. "Si una franquicia es popular, siempre existe la tentación de que los ejecutivos quieran continuarla".

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Coleman sabe de esto. Lleva 35 años trabajando como invitado habitual en todo tipo de producciones. Pero fue Héroes la que hace una década le dio verdadero reconocimiento. "Le debo todos los papeles posteriores: The Office, Scandal...", reconoce por teléfono. Tras cinco años de ausencia, el actor, cual Indiana Jones, se calza sus icónicas gafas de concha para interpretar a Noah Bennet, padre coraje y misteriosos agente, en el renacimiento que se estrena este martes a las 22.20 en SyFy. "El momento de ponérmelas fue surrealista, nunca pensé que volviera a hacerlo". Los impacientes podrán verla en inglés los viernes, 24 horas después que en EE UU.

En 2006, dos años después del estreno de Perdidos y aprovechando la multiplicación de superpoderes en el cine, Héroes se presentó como el gran proyecto de ciencia-ficción de la temporada, pero la popularidad de la serie se desinfló rápido. Al ritmo de 'Salva la animadora, salva el mundo" su primer año enganchó a 14 millones de espectadores en EEUU. Tras cuatro años apenas convencía a 4,4 millones. La nueva busca recuperar las mieles de aquel comienzo. El primer episodio del relanzamiento ha logrado seis millones en un panorama muy distinto, plagado de series de superhéroes.

Primer gay en un culebrón

Jack Coleman se estrenó en la pequeña pantalla en 1981 con la serie diaria Days of Our Lives, todavía en antena tras cinco décadas de vida. Este culebrón de sobremesa le dio su primer trabajo, pero fue uno nocturno el que le reconocimiento. Dinastía lo fichó para sustituir a Al Corley en la piel de Steven Carrington, uno de los primeros personajes en salir del armario en televisión. "Fue controvertido. Me lo pasé muy bien, pero no fue un trampolín. Cuando se acabó, tras seis años, tuve que reinventarme y forjarme otra carrera. Todo el mundo tenía una imagen de mí, con ese pelo imposible".

Coleman tomó así un segundo plano. En estas tres décadas se ha convertido en el invitado al que llamar en todo tipo de series, de Vacaciones en el mar a CSI, pasando por la miniserie Stephen King's Kingdom Hospital o Castle, donde aparece esporádicamente. "Héroes me dio la oportunidad de otros roles", reconoce. Últimamente, Scandal le ha devuelto a sus orígenes al convertirlo en el marido gay de la vicepresidente de EEUU. "Como con el pasado de Noah, no lo supe hasta grabar dos episodios".

"Es una vuelta al comienzo. La estructura es similar, presentando a nuevos personajes", defiende Coleman. Pero su mundo es muy distinto. Héroes acabó con la invencible animadora Claire (Hayden Panettiere) lanzándose al vacío para que las cámaras la grabaran. 10 años después, los evolucionados han salido del armario. "Culpan a Mohinder de un evento similar al 11-S. Ahora son convictos y fugados. Ya no quieren tener poderes", explica.

"Soy el nexo entre actores antiguos, que aparecen puntualmente, y nuevos. En Vancouver todos somos amigos". El personaje de Coleman comenzó como invitado, pero conectó tanto con la audiencia que se quedó. Ahora es protagonista. ¿Por qué gustó? "Empezó como la cara del mal, pero fuimos descubriendo que era un padre dispuesto a sacrificar todo por su hija. Esa dualidad era interesante. Claire ya no está pero proyecta su sombra". Hoy Bennett no es ese misterioso hombre que lo sabía todo. Ahora es él quien debe descubrir cómo parar el fin del mundo.

"La nueva máxima es 'olvídate del pasado, salva el futuro", explica Coleman, que asegura que hay algo para todos los seguidores: "Los fans la disfrutarán más, pero el resto la entenderán sin problemas". En realidad es un ejercicio de nostalgia: estilo, referencias, iconografía, secundarios del pasado...

Con el furor por recuperar antiguas series, Noah quizás no sea el último personaje que revisite. Coleman apuesta por rodar una película de Burn Notice, aunque se muestra más dubitativo sobre su primer éxito: el Steve Carrington de Dinastía: "Me veo más como el Blake [el patriarca] de una nueva generación. Siempre que contáramos con Joan Collins, lo haría".

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Sobre la firma

Eneko Ruiz Jiménez
Se ha pasado años capeando fuegos en el equipo de redes sociales de EL PAÍS y ahora se dedica a hablar de cine, series, cómics y lo que se le ponga por medio desde la sección de Cultura. No sabe montar en bicicleta.

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