Elena Medel: “Los poemas nacen de la incomodidad”
Poeta, editora de La Bella Varsovia y directora de la revista Eñe, su último libro es 'El mundo mago' (Ariel), una particular lectura de Antonio Machado.
—¿A qué huele y a qué sabe el mundo mago de Machado?
—Al limonero del huerto claro, y a ese poema sobre sueños y caminos en el que aparecen el trigo, las uvas y los jazmines.
—¿Es cierto que de pequeña leía con una linterna debajo de la manta?
—Sí, para desgracia de mis padres. Con los años he ganado en dioptrías y he domado la impaciencia.
—Decía la poeta Wislawa Szymborska que "todos los poemas nacen del amor; incluso aquellos que transmiten el mal tienen en el fondo una forma de amor hacia el mundo". ¿Cree que es así?
—Aunque me entusiasma Szymborska, creo que los poemas nacen de la incomodidad: de la propia o del deseo de la ajena.
—¿Qué error no le importaría repetir?
—Todas las respuestas que se me ocurren merecen la compañía de un Powerpoint con atardeceres.
—¿Hubiera tenido Machado material para sus poemas en la España actual?
—Desde luego. Ese extraño díptico que forman 'El pasado efímero' y 'Del mañana efímero', por ejemplo, se leen con la sensación de que todo encaja, y hablan desde el presente.
—¿Por qué no le gusta que la llamen poetisa?
—Ya existe el término poeta, que comprende a hombres y mujeres. Poetisa excluye y, por sus connotaciones peyorativas, desprecia. El lenguaje nunca es inocente.
—¿Qué tal se lleva con las palabras?
—Tenemos nuestros más y nuestros menos.
—¿Con qué libros combate la tristeza?
—En la lectura busco otras luchas…
—En su labor como editora, ¿qué busca en los autores?, ¿qué deben despertar?
—Riesgo y calidad: disfruto más con un libro irregular, pero que se empeñe en decir diferente, que con un libro correcto sin más. Que me cueste esperar a publicarlo porque necesito recomendarlo ya.
—Si tuviera que definir con una palabra a Paloma Palao, Alfonsina Storni y santa Teresa de Jesús, ¿cuáles serían?
—Paloma Palao: pan. Alfonsina Storni: hormiga. Santa Teresa de Jesús: madera.
—Hablando de santas, confiese qué libro tuvo que dejar a medias por pura desidia o aburrimiento.
—Apenas me ocurre, por suerte.
—¿El machismo literario se refuta con conciencia de la memoria?
—El machismo en la literatura se refuta igual que en cualquier otro ámbito, creo: con la conciencia de la igualdad.
—¿Qué le gustaría olvidar?
—Nada, por supuesto.
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