El extraño pelotón de Cannes

En medio, los hermanos Coen, Ethan y Joel, ganadores de la Palma de Oro en Cannes por Barton Fink y presidentes del Jurado (por primera vez una copresidencia en este certamen, que arranca hoy). A un lado Rossy de Palma –presentada como “icono del cine español y europeo”-, el cineasta canadiense Xavier Dolan y la actriz Sienna Miller. Al otro, los actores Sophie Marceau, Jake Gyllenhaal, la compositora y directora de Mali Rokia Traoré, y Guillermo del Toro, cuya primera película, Cronos, se estrenó en Cannes en la Semana de la Crítica (“Era tan joven”, decía el director, “no tenía pelos en las orejas”). Una mezcla muy muy extraña, con –probablemente- demasiados intérpretes, que han explicado sus motivaciones este mediodía en una rueda de prensa.

Los Coen han explicado su felicidad al recibir la llamada de Thierry Frémaux, responsable de Cannes. “Lo veo como una oportunidad para ver películas, y es muy emocionante”, dijo Joel, a lo que Ethan añadió: “Sí, eso”. El resto fueron más o menos calmados explicando sus emociones, excepto Rossy de Palma: “Dije ‘Guaayayaya”. Del Toro recordó que el festival es una “celebración del cine”, aunque explicó que ha tenido que comprar trajes nuevos, porque no ha logrado adelgazar para entrar en los viejos. Dolan recordó que es un privilegio “poder charlar de cine con un grupo tan interesante de creadores”.

Joel Coen confesó que es consciente de la responsabilidad de ver una película: “La juzgas y por lo tanto tienes una influencia sobre ella… aunque es la primera vez que soy jurado”. Eso sí, puntualizó: “No somos críticos de cine, estamos aquí para encontrar un consenso. Decidir cuál es la mejor es una sensación muy extraña, al menos ahora, al inicio del certamen”. Sobre la bicefalia, Jake Gyllenhaal confesó: “Nos hemos dividido en dos, el grupo de Joel y el de Ethan, es una cuestión de personalidad, no había más opciones”. También hablaron sobre Internet, nuevas pantallas y el cine que nace de empresas como Netflix: “Nada podrá cambiar la sensación de ver una película en una gran sala”.

Sobre la imagen del festival, un hermoso retrato de Ingrid Bergman (en agosto se celebrará el centenario de su nacimiento), Gyllenhaal contó que su padre es sueco –“ojalá haya alguna relación entre ella y mi familia”- y que su madre le ha encargado un poster. Rossy de Palma conoció a la nieta de Bergman en la Universidad y aseguró que es bellísima, aunque probablemente no quiera hacer cine. Y el mexicano la definió como “epítome de la estrella de cine”.

Aunque no hay mucho hispano en las secciones del certamen y sí en el jurado, el mercado, que ha arrancado hoy y sigue siendo el más grande del mundo, ha empezado con noticias relacionadas con cineastas hispanos. El primero es Nacho Vigalondo, cuyo próximo trabajo será Colossal, una producción de Voltage Pictures que protagonizará Anne Hathaway. La productora describe el guion como un cruce entre “Godzilla y Cómo ser John Malkovich”, y Hathaway encarnará a Gloria, una chica que tras ser despedida y romper con su novio, vuelve a su pueblo natal. Allí ve en las noticias cómo un lagarto gigante destruye Tokio y pronto descubre que hay cierta relación entre sus acciones y lo que ocurre al otro lado del mundo. ¿Cómo una mujer normal y corriente tiene un efecto tan colosal en el destino del mundo? El otro director mencionado y que empieza a vender su proyecto es el chileno Pablo Larrain, que presentó en Berlín El club, y que aquí vende Neruda, la vida del poeta chileno entre 1946 y 1948, cuando Pablo Neruda entró en el Partido Comunista, fue elegido senador, medió por los mineros en huelga y escribió Canto general. Para el papel protagonista Larrain cuenta con Luis Gnecco, y Gael García Bernal (que ya trabajó con el director en No) encarnará al inspector Óscar Peluchoneau, que comandó una operación policial contra el poeta. De secundarios, Mercedes Morán y Pablo Derqui. El rodaje empieza en junio.