Jesús Gallego: “La radio está obligada a innovar, y la SER, más aún”

Se dice pronto: 61 años de información: Carrusel deportivo nació en el año 1954. Y hasta hoy. No debe resultar fácil ponerse al frente de un icono radiofónico de semejante envergadura; sin embargo, Jesús Gallego, responsable de SER Deportivos durante cinco años y ahora noveno director del programa (como sustituto, desde esta temporada, de Manu Carreño), lo vive “con una enorme ilusión; cuando te dicen que te pongas al frente y que lo hagas, además, con tu estilo, es un orgullo. Ahora bien, me enfrento a ello, ante todo, con responsabilidad, porque es un programa con el que hemos crecido, lo tenemos en la memoria desde niños y es una marca radiofónica. Por eso hay que respetar el sello del programa, que son los goles, la emoción y la pasión. Y a falta de dos meses para terminar la temporada tengo que decir que hemos conseguido un programa reconocible”.

En el enfoque del Carrusel deportivo de Jesús Gallego existen tres pilares que aportan un sello particular: el humor, la música y las redes sociales: “El equilibrio entre la información y la diversión es importantísmo y un programa de tantas horas ha de manejar todos los registros. Eso sí, los momentos de tensión y pasión, esos están santificados en Carrusel. Pero cuando termina un partido es cuando ha de aparecer el humor; un humor, eso sí, ácido, nunca bobalicón, hay que hacer caricatura desde la inteligencia, el humor no es cuestión de hacer ruido”, defiende Gallego.

Por otro lado, “la música en la radio es un arma fundamental. El rock y el indie pegan con el deporte. Nunca se me olvida el haber visto, en la Eurocopa de Inglaterra, a 60.000 personas cantando a coro una canción de Oasis en el estadio. La música crea adicción en la gente, la prueba es nuestro blog en el que recomendamos 10 temas todas las semanas; ya vamos por más de 250”, asegura.

'Carrusel' es una marca que tenemos en la memoria desde niños

En cuanto a las redes sociales, que explota abiertamente el programa, “son una ventaja con respecto a otras generaciones, porque te dan inmediatamente el indicativo de su gusta o no lo que estás haciendo”, defiende Gallego. Además, permiten llegar a otro objetivo: has de conservar a los oyentes que ya tienes, pero también tienes que ir a por los más jóvenes, que ahora tienen otros ítems en su vida que no son los radiofónicos y que ya no escuchan la radio como lo hacíamos nosotros”.

Y es que los oyentes no escapan nunca de la cabeza de Jesús Gallego: “La radio es un medio de costumbres, los oyentes no zapean y hay que dejarlos satisfechos para que repitan. Para crecer y atraer a oyentes nuevos hay que tener un estilo y una dirección reconocibles. Una idea bien pensada y en la que creas. Y a mí, por ahora, me llega la información de que el programa es bueno, desde el cobrador de un parking hasta el conductor de un autobús… me dicen que el programa funciona”. Más aún, para Gallego “El EGM es muy importante, porque hay que cumplir con los números, desde luego, pero el objetivo siempre será hacer un programa bueno y reconocible. Eso es lo que importa”.

Es la radio que defiende Jesús Gallego, siempre en movimiento porque “la radio está obligada a innovar y la SER, que es la madre de todas las radios, mas aún. Ahora, con la dispersión de horarios para los partidos nos encontramos con muchos huecos en los que no se está jugando… y no en todo momento hay emoción, así que en 9 horas de programa no puedes solo narrar fútbol. Hay que hacer transiciones, interaccionar con los oyentes, manejar otros contenidos… y hay que hacerlo con ritmo e inteligencia. Cada hora ha de ser divertida”.

Como prueba de ello, Carrusel deportivo se enfrenta hoy con uno de los acontecimientos futbolísticos del año, el duelo de Champions entre el Real Madrid y el Atlético, y Jesús Gallego es consciente de su importancia: “Empezaremos el programa a las 19.30, más de una hora antes del partido, y queremos explotar el hecho de que vamos a vivir un acontecimiento mundial, que va a ser seguido por millones de personas y que nosotros tenemos la suerte de que ocurra a tres kilómetros de la Gran Vía. Además, queremos desdramatizar y que el oyente vea el partido con tensión, sí, pero también con una sonrisa”.