_
_
_
_

El breve adiós de 'The Newsroom'

Natalia Marcos

Solo tres temporadas ha durado la última (si cumple lo que ha asegurado, última de verdad) serie de Aaron Sorkin. The Newsroom arrancó con las expectativas muy altas y con sus críticos preparados para sacar punta a su nueva propuesta, un punto de partida demasiado complicado pero que algunas series consiguen superar. Para muchos, The Newsroom ha resultado ser un fracaso. Para otros, ha sido una pena que se haya despedido tan pronto. Los seis capítulos de su tercera y última temporada han dejado un sabor a adiós precipitado y a la fuerza en episodios diseñados para dar una salida digna a los personajes. Algo que, en cierta forma, ha conseguido.

No se podía pedir a The Newsroom que ahora abandonara todo aquello que se le ha criticado desde el principio: el idealismo excesivo en el reflejo del mundo del periodismo, la misoginia en el tratamiento de sus personajes, el adoctrinamiento político... A todo ello, en la segunda temporada se sumó que la trama principal no fluyó como debía. Incluso Sorkin se vio obligado a pedir perdón por los fallos cometidos en la serie.

News

La tercera entrega arrancaba planteando un dilema ético y legal para la redacción en general y para Will McAvoy en concreto. Al ya tradicional enfrentamiento entre medios tradicionales y nuevos medios, o incluso la oda contra el periodismo ciudadano y las redes sociales —también habitual de la serie—, Sorkin echó todavía más leña al fuego de las críticas con el tratamiento periodístico que propone de una supuesta violación. Y mientras, como telón de fondo —o, a veces, según el momento, en primer plano—, las relaciones sentimentales de los protagonistas, un baile en el que al final todo el mundo termina con quien tenía que terminar y todos contentos. Salvo el sufrido Charlie Skinner (interpretado por Sam Waterston), uno de los mejores personajes de la serie, que posiblemente por eso, gana relevancia en el tramo final para obtener una despedida a la altura.

The Newsroom tenía en sus manos un material buenísimo para jugar con él, pero el haberse quedado a medias es quizá lo peor que se le puede echar en cara. Eso y haber terminado por caer en el aburrimiento. Y convertir en odiosos a sus personajes (sobre todo a ellas, casualmente). Al menos, la tercera temporada sabía a dónde iba, a dónde quería llegar, y lo consigue. Gustará más o menos, pero la despedida de The Newsroom ha sido todo lo The Newsroom que se podía esperar. Con todo lo que eso implica para bien y para mal.

Comentarios

Yo no soy tan duro con la serie. Vale que apuntaba mucho más de lo que ha sido, pero ni la segunda temporada fue un fracaso (aunque solo fuera por el punto de vista adoptado) ni las mujeres quedan tan mal paradas (para eso está Jim...). Es cierto que resultaba demasiado obvia y que los momentos musicales estaban desproporcionadamente sensibilizados, pero oír hablar a estos personajes y tener un enfoque hacia lo que debería ser el periodismo bien vale la pena. Echaré de menos a Will, Don, Charlie..., ¡y a Sloan! A ella sobre todo...Más en detalle a quien le interese:http://sololibrosyseries.blogspot.com.es/2014/12/the-newsroom-temporada-3-y-final.html
La serie os la habéis cargado los periodistas, sonrojados y ofendidos al daros por aludidos, culpables de no ser lo que se supone que la prensa es. Una caza de brujas desde el principio. El periodismo debería ser esto, y no lo que es. Lo sabéis, y como estáis apoltronados y hace años que vendisteis vuestra alma, no podéis soportar una propuesta en la que el periodista es honesto y comprometido.
+1 al comentario de Abadol
Como en El Ala Oeste, es un mundo idealizado. Había cosas increíbles (Charlie saliendo con la hija, y no porque fuera negro, o un poco también), o un presidente increíble de bueno y sabio, y todos tan idealistas y tal... pero se pasaba bien viéndolo. En The Newsroom... ¿Por qué hablan tan rápido? ¿Por qué se interrumpen sin parar? Es enervante. ¿Y tod@s se meten un supositorio de wikipedia al levantarse?. Las tramas de las 2 primeras me parecen bastante bien, la tercera sobra. Sam Waterston hace un papel acojonante, el mejor. Y Jane Fonda también, me habría gustado que saliera más. En cuanto al final, Charlie habría gritado: So WTF!!!
No es la primera vez que vemos ataques gratuitos en este blog, ni en otros medios. Ya paso de enrar en el debate. La serie es inteligente, mordaz, y con momentos gloriosos. Pero al gremio le debe picar verse tan retratado.Ala, a seguir haciendo "periodismo"
Nunca le perdonara los medios a Sorkin ser puestos ante "lo que no hacen". No se lo perdonaron en Sports Night, ni en Studio 60, pero si alabaron el espejo ante el poder de El Ala Oeste, y es que los medios, en todo el mundo, son tan corporativistas y endogámicos que no permiten ser comentados, no ya criticados. Ellos tienen patente de corso. Me da igual, como bien retrata en la serie sus personajes son Don Quijote.
No sé si soy yo, pero sólo leo artículos de periodistas criticando la serie, y comentarios de espectadores defendiéndola...Yo: otro. A mí me encantó.
No estoy para nada de acuerdo con esta crítica. A mí me ha parecido una de las mejores series de todos los tiempos. El guión es impresionante y la tensión siempre se mantiene. Para nada de acuerdo con las críticas de que se convierte en odiosas a ellas: excepto Maggie que realmente lo es, Mackenzie es una de las mejores y Sloan es genial con sus comentarios, al igual que la propietaria de la cadena, que hace un gran papel a la altura del personaje.Lo único en que doy la razón a la crítica es en el idealismo...aunque me gustan las series que hacen que te levantes y quieras hacer un mundo mejor...esta lo consigue.
Para mí la mejor serie que he visto en mucho tiempo, que es idealista, pues sí y qué, precisamente de eso se trata de intentar cambiar el mundo para mejor, de transmitir valores, de ética, de honradez, evidentemente no está hecho para la gente que se pasa horas viendo programas como SALVAME y otros especímenes similares, que por cierto a quién le importa lo que hagan o digan KIKO MATAMOROS o la BELEN ESTEBAN, a mí desde luego esos señores me la traen al pairo.
Ha sido una serie valiente, y a pesar de las críticas es evidente que su corta duración no obedece a cuestiones de audiencia.http://casaquerida.com/2014/12/29/cruce-de-regalos-sin-envolver/
El único problema de la serie es la tribu de analistas (críticos se hacen llamar en un alarde de petulancia) pagados de si mismos, que estaban esperando con la fusta desde la línea de salida. Mediocres disfrazados de vanguardia. Catetos venidos a más. Anacronismos en un mundo en el que ya no necesitamos "listos" que nos digan lo que es bueno y lo que no. Disfruten de la vida y levanten la vista del ombligo. Verán que todo cobra sentido.
Genial serie. Para gente idealista y románticos de la libertad de expresión. Se la han cargado los malos periodistas y los críticos amargados. Una pena. Los últimos capítulos son dignos de revisionado y ejemplo de bien hacer. En este país, nadie, hablo de productoras, se atrevería a hacer algo parecido. Chapeau, Mr Sorkin.
Gran serie. Gran primera temporada, decepcionante segunda y digna tercera. Adiós The Newsroom, adiós Sorkin.
La serie me encanto ¿es idealista? ¡Es ficción! Pero tan cercana a la realidad, y para aquellos estupendos que se gastan un pastizal en promocionar la marca España ¿ cobró comisión Sorkin por sus menciones a nuestro D. Quijote de Cervantes? Pues al menos podrían darle las gracias , otros sinvergüenzas reales , se lo llevaron crudo en tarjetas black, por ejemplo, y no nos hicieron disfrutar como The Newsroom , gracias, Sorkin y vuelvo pronto, por favor.
Pues ni la serie es tan mala como dicen sus críticos ni tan perfecta como dicen otros. Es cierto que la crítica periodística siempre mira las historias sobre periodismo a través de un cristal con cierto color y, por ello, a veces yerran en su diagnóstico. Aún recuerdo Buenas Noches y Buena Suerte, película que a todos los periodistas les encanta y que por tanto tiene unas críticas fantabulosas pero que a un lego le deja bastante pero que bastante más frío. A The Newsroom le ha pasado al contrario, váyase a saber porqué.La serie no se merecía los varapalos que se ha llevado, pero no es perfecta ni mucho menos. La primera temporada insistía en dar el papel central a unas tramas sentimentales mal construidas y que a muchos nos traían al pairo. La segunda se centraba mucho en una trama que prometía mucho, con un Sorkin que usó sabiamente los flashforwards para generar con éxito una gran expectación, pero cuyo desenlace chirriaba y encajaba muy mal con lo contado en los flashforward, revelando su naturaleza de mero truco. La tercera, no obstante, me ha parecido mucho mejor, más clara en sus intenciones, si bien vuelve a estar marcada por un final que se centra demasiado, una vez más, en las relaciones sentimentales de la primera temporada (y que, como ya he dicho, me la traen al pairo).No obstante, su idealismo, lo brillantes que son sus protagonistas (lo siento, no puedo evitarlo, me encantan las series con protas que son listos y se creen listos, como The Good Wife, Hannibal o Suits; son un horror de escribir, pero para personajes tontos ya está la parrilla de la tele española) y especialmente los personaje de Jane Fonda y Olivia Munn hacen que merezca la pena verla.
Totalmente de acuerdo con todos los comentarios sobre que la crítica periodista hace sobre la serie. Se nota que son forzadas las críticas de Natalia Marcos y no se las cree ni ella. Efectivamente recuerda a los periodistas lo desprestigiada que esta su profesión y el porqué, si no ver las reflexiones que hace Sorkin sobre el ataque de hacking a Sony y come pone colorados a toda la bazofia banal que se dice llamar prensa. Sorkin os ha visto el pelo y os ha retratado de verdad

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_