Y el tiempo comienza en...

Los fogones se encienden de nuevo estas Navidades en TVE. MasterChef, el concurso de cocina para aficionados de la cadena pública, vuelve este martes (22.30) con un programa especial que reúne a las caras más conocidas y carismáticas de las tres ediciones que se han emitido hasta el momento. En total, 12 exconcursantes vuelven a pisar las cocinas del talent show, cuatro de cada programa de adultos y otros cuatro del MasterChef Junior que se emitió hace justo un año. Mario, Ana Luna, Esther y Aimar, los pequeños cocineros que enamoraron a la audiencia con su desparpajo y su buen hacer culinario, se enfrentarán, cuchillos en mano, a los aspirantes más veteranos en una guerra de todos contra todos con un único objetivo: conseguir 6.000 euros que los vencedores destinarán a una obra social.

Juanma, ganador de la primera edición, vuelve “con muchos nervios” junto a tres de los pioneros del programa, Eva, Fabián y Maribel. Y Vicky, coronada mejor cocinera de la segunda entrega, llega “flipando con todo, porque parece que me fui ayer” y escoltada por sus compañeros Mateo, Cristóbal y Churra. Los 12 se reencuentran en las cocinas de MasterChef y se examinan de nuevo ante Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samanta Vallejo-Nágera, el jurado que ha repartido entre los concursantes tensiones y alegrías en cantidades similares. “Mira, verlos ahí enfrente de nuevo ya me pone de los nervios. Tengo ganas de salir corriendo”, dice Maribel, concursante de la primera edición que tras su paso por el programa se ha llevado, entre otras cosas, la Alcachofa de oro, premio otorgado por el Ayuntamiento de Benicarló. “Oye, que lo tienen grandes personalidades, eh, ¡entre las que me hallo!”, recuerda la valenciana. “Y claro, vengo con la intención de hacer un plato con mis alcachofas… Y ya verás como habrá cachondeíto”, asegura con el delantal puesto unos minutos antes de empezar la grabación del programa, en septiembre pasado.

“Los pequeños nos van a dar un repaso”, vaticina la ganadora de la segunda entrega

Adultos y niños competirán, de manera individual y por parejas, en tres retos solidarios. Y recibirán las visitas de chefs de renombre como Carles Abellán (del restaurante Bravo del hotel W de Barcelona), Kiko Moya ( L'Escaleta de Cocentaina, Alicante, con una estrella Michelin) y Toño Pérez (Atrio de Cáceres, con dos estrellas Michelin). “Los pequeños nos van a dar un repaso…”, vaticina Vicky, la ganadora de la segunda edición, que se encuentra inmersa en el curso de Le Cordon Bleu gracias a la beca que ganó con el programa. “Estoy muy contenta, aunque allí nos meten mucha caña, más incluso que aquí. Te miran hasta si has dejado una huella en la base del plato”, cuenta la mallorquina. “Yo lo terminé el pasado junio y mi intención es montar un restaurante de comida tradicional pero con toques de alta cocina”, cuenta Juanma, que a pesar de haber ganado la primera edición del concurso y haber obtenido ya el Grand Diplome aterriza en las cocinas de MasterChef con los mismos nervios que hace dos años: “Sé que es un día para disfrutar, hay que tomárselo como un festivo, pero no lo puedo evitar, me puede la responsabilidad”.

“Pues yo vengo a ganarles a todos”, suelta entre carrera y carrera Aimar, el benjamín de los concursantes que no consiguió ganar el Junior pero se llevó de calle a los espectadores. Tanto, que con nueve años Disney Channel le fichó para que, con Piedrahíta de compañero, condujera su propio programa de cocina. “Si me dan a elegir, yo antes que concursante o presentador quiero ser Pepe, que de los jueces es el jefe”, suelta Aimar. “Menudo personaje está hecho”, dice el cocinero de El Bohío con media sonrisa. “Es que llegan y están igual de simpatiquetes que cuando se fueron. Va a ser entrañable tenerles delante de nuevo”, reconoce Jordi Cruz. “Igual, igual no están. No son los mismos que cuando llegaron”, discrepa Pepe Rodríguez. “Ya estamos. Que si yo digo esto, tu lo otro. Que si yo Barça, tú Madrid”, bromea el juez catalán. Y desentierran de nuevo los cuchillos. Preparan los cronóme-tros y se colocan frente a los viejos aspirantes: “Y el tiempo para preparar un menú navideño de chuparse los dedos comienza…”.