La batalla de la izquierda: ¿reforma o ruptura?
Dos dirigentes de Podemos e IU plantean en sendos libros la necesidad de superar la democracia representativa. El colectivo Politikon aboga por la mejora del sistema
Que vivimos una época de aguda crisis política e institucional, marcada por una desafección generalizada hacia la política por parte de la ciudadanía, dejó de ser noticia hace tiempo. La profundidad y extensión de dicha crisis, junto con la nula reacción del sistema político, anquilosado y a la defensiva, nos había llevado a convivir con ella, dando por hecho tanto su persistencia como la incapacidad de la sociedad de reaccionar y liderar el cambio. El fracaso del 15-M a la hora de articular una respuesta duradera y efectiva y, sobre todo, de desencadenar un proceso de reformas políticas, hizo cuajar en la sociedad un sentimiento de derrotismo. Pero como sabemos, las elecciones europeas del pasado mayo, con el ascenso electoral de Podemos y el estrangulamiento del bipartidismo, han introducido un considerable factor de incertidumbre y dinamismo en la política española. Dependiendo del cristal con que se miraran esas elecciones, el abatimiento ha dado paso en unos a la expectación y en otros a un sentimiento de honda preocupación. El auge de Podemos no sólo ha puesto el foco sobre la crisis del proyecto político de la izquierda socialdemócrata, representado en España por el PSOE, sino que, de forma inesperada, ha puesto también en entredicho a la izquierda tradicional, representada por Izquierda Unida.
Podemos e Izquierda Unida se disputan en estos momentos el liderazgo de la izquierda, tanto el intelectual como el electoral, de ahí que merezca la pena ahondar en dos libros en los que algunos de sus principales líderes e ideólogos articulan su visión de la crisis y cómo salir de ella.
Curtido en mil batallas, en España o en la Venezuela de Chávez, donde adquirió gran protagonismo político y mediático, Juan Carlos Monedero (1963), profesor de Ciencia Política en la Universidad Complutense, es el referente ideológico de Podemos y autor del difícilmente clasificable Curso urgente de política para gente decente (Seix Barral). Al otro lado se sitúa el joven diputado Alberto Garzón (1985), que, con casi un cuarto de millón de seguidores en Twitter (el doble que Cayo Lara, líder de su partido) es la gran promesa de Izquierda Unida, autor de La tercera República: construyamos ya la sociedad de futuro que necesita España (Península).
El libro del profesor Monedero, a pesar de proclamarse como curso de ciencia política, es un texto de un lirismo desbordado, plagado de metáforas y referencias personales. Está escrito desde la emoción, con el objetivo de apelar a los sentimientos más que a la razón, lo que le lleva a excluir de su argumentación cualquier tipo de dato o referencia académica y preferir a cambio los aforismos. Por el contrario, el libro del diputado Garzón, economista de formación, es más sobrio; intenta ser pedagógico y acercarse al lector, aunque no siempre lo logra, especialmente debido al abuso que hace de Antonio Gramsci y los clásicos griegos, unas referencias intelectuales ni muy modernas ni muy encajables en el debate político actual.
Ambos autores parten de un diagnóstico prácticamente idéntico sobre la crisis y, también, de una hoja de ruta muy similar para salir de ella. El mensaje de ambos es optimista: desde su punto de vista, "el sistema", es decir, el capitalismo financiero y la democracia liberal, habrían fracasado. En sus análisis, esa letal pareja no sólo habría destruido la economía, generando pobreza y desigualdad, tanto dentro de las sociedades como entre los países, sino también arrasado con las libertades de los ciudadanos, imponiendo una brutal regresión democrática. La democracia representativa, dicen los dos, ha quedado vacía de contenido por la confabulación de los poderes económicos y las élites políticas. Es, por fin, la hora de la izquierda verdadera. No toca arreglar la democracia, sino sustituirla por una "democracia republicana", es decir, una democracia participativa en la que la ciudadanía se exprese e intervenga directamente en la política, sin intermediarios, y donde toda la gestión económica esté puesta al servicio de la igualdad, no de la productividad.
En otras palabras, lo que ambos proponen, sin dar muchos más detalles de cómo funcionaría exactamente, es quitar la clave de bóveda que sostiene el sistema político vigente en las democracias contemporáneas, que no es otro que el de la competencia electoral entre partidos políticos para elegir representantes, que luego gobiernan en nombre de los electores. Disparan así directamente a la línea de flotación de las dos instituciones que más problemas generan a la democracia contemporánea: los mercados y los partidos políticos.
Se ha dicho que esta izquierda es neomarxista, pero lo ajustado sería describirla como neoclásica. Más que una actualización de Marx, asume íntegramente los postulados marxistas clásicos sobre la letal combinación que supone el capitalismo y la democracia liberal, junto con la necesidad de su superación. Y también es neoclásica en cuanto al retorno a la democracia griega para validar las tesis participativas e igualitarias (republicanas), lo que ocupa decenas de páginas de ambos autores. Es decir, que la propuesta de ambos es, asumiendo a Marx en su totalidad, sustituir la dictadura del proletariado por la democracia asamblearia y participativa, que sería la verdadera democracia (eso sí, negando Alberto Garzón, de forma contradictoria con sus postulados, las primarias dentro de los partidos por ser un elemento típico de la "democracia de mercado" que somete a los partidos a las masas en lugar de permitir liderarlas).
Sobre todo, aunque más abiertamente en el caso del libro del profesor Monedero, ambos se adentran de lleno en el populismo, tanto por su empeño en escribir la historia de la política y los conflictos de poder como el enfrentamiento entre un pueblo sabio y una élite perversa, como por la reticencia a entrar en los detalles sobre qué aspecto tendría esa Arcadia feliz a la que nos dirigimos. En su defensa alegan que el socialismo del siglo XXI está en construcción y que su aspecto dependerá de cómo se solvente la liquidación del régimen actual. Al que no le parezca muy tranquilizador el plan de destruir lo existente sin saber por qué se sustituirá, se le pide que tenga fe, una categoría religiosa (la fe es la capacidad de "creer sin ver") que no parecería cuadrar bien con los planteamientos de la izquierda radical. Cierran así los dos textos dejando al lector convencido de que los autores creen que el sistema no funciona, pero sin la información necesaria para tomar la única decisión que verdaderamente hay que tomar, un acuerdo que, como al final del franquismo, no puede ser otro que el de elegir entre reforma o ruptura.
Si antes de ir a la ruptura el lector quiere saber qué aspecto tiene la reforma, entonces debería leer el libro del Colectivo Politikon, una obra excelentemente escrita, llena de datos, ejemplos y propuestas concretas, donde se discuten y detallan las propuestas sobre las reformas electorales, de la Administración o de los partidos políticos que podrían mejorar la política española, acercar a los representantes a los representados, rebajar la corrupción, democratizar los partidos y despolitizar la Administración. No encontrarán dogmas, ni tampoco soluciones perfectas, sino dificultades y dilemas, porque gobernar es elegir y la política está hecha de ideas e intereses contradictorios que tienen que ser arbitrados. La urna rota (Debate) recoge lo mejor de la ciencia política actual, y es un libro para ciudadanos desencantados, aunque maduros y sensatos, con ganas de implicarse en mejorar la política. Si antes de derribar la casa, prefieren intentar arreglarla, ahí encontrarán las instrucciones.
Curso urgente de política para gente decente. Juan Carlos Monedero. Seix Barral. Barcelona, 2013. 248 páginas. 15 euros.
La tercera República: construyamos ya la sociedad de futuro que necesita España. Alberto Garzón. Península. Barcelona, 2014. 232 páginas. 15,90 euros.
La urna rota: cómo recomponer nuestra democracia. Colectivo Politikon. Debate. Barcelona, 2014. 288 páginas. 15,90 euros (electrónico: 9,49 euros).
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