El regreso de Buenafuente y Berto

El primer año era para demostrar que tenían algo que decir. El segundo para disfrutar. Al menos así lo ve Andreu Buenafuente, que esta noche regresa con la segunda temporada de su programa En el aire, emitido por laSexta, con el cineasta Santiago Segura como su primer invitado. Van solo dos temporadas en esa cadena, pero en enero hará diez años en las madrugadas de un canal nacional, que empezó en Antena 3. Para presentar el nuevo curso, Buenafuente llegó a Madrid acompañado de Marc Amoros, director del programa, Mario López, director de antena en la cadena, y de su ya fiel compañero, Berto Romero.

"Los primeros años sufrí un poco buscando mi lugar, pero ahora voy cada día a disfrutar. Me relajo. Nosotros nos hemos hecho amigos y seguimos haciéndonos gracia. Todavía no huele, no provoca rechazo”. Así describe Berto su relación de seis años con el que ya no parece ser su jefe. Esta vez, presentando juntos la nueva etapa, daba la impresión de que se consolidaba el papel principal que el actor cómico ocupa en el programa. “Pero me gusta mi posición. Éste es su late, que nadie se confunda”, dijo Romero frente a los periodistas en el Atresmedia Café la semana pasada.

Nos hemos hecho amigos y seguimos haciéndonos gracia Berto Romero

Buenafuente, sin embargo, no duda en darle su puesto: “Si no estuviera Berto no haríamos este programa, se haría otro”. Intercambian sus opiniones mientras pelean por el micrófono y se hacen reír el uno al otro, dando muestra de por qué la dupla funciona. Aunque no es solo eso lo que mueve el programa. Además de los invitados recurrentes, esta temporada la producción ha incorporado a Javier Coronas, El Sevilla, Loulogio, el científico y monologista Ricardo Moure y Eduardo Aldán, que se suman a los ya habituales Marc Giró y Sergi Pàmies con sus respectivas secciones.

Los rostros que llegan al programa no serán la única novedad que trae esta segunda temporada. También agregarán nuevas secciones para renovar el espacio que divierte cada noche a un público cautivo. “Tendremos una nueva en la que nos sentaremos frente a una cámara y tendremos los teléfonos abiertos, para que llame un seguidor. Quien quiera. Eso que a tantos da pánico a nosotros nos encanta”. Eso es lo que más disfruta Buenafuente, que defiende la improvisación a capa y espada. “Pero no todo es así. Los guionistas son los que realmente se dejan ahí la sangre y las neuronas”, aclara Berto, como siempre, equilibrando la balanza.