De ‘DJ’ a artista visual y de sonido
La electrónica del trance cinético en el club pasa a ser meditativa e hipnótica en el museo
El artista que pinchaba música en los años noventa en la escena de la club culture sufrió una metamorfosis como la de la oruga a la mariposa. De DJ pasó a artista visual y de sonido, sound designer, productor, arquitecto e inventor de interfaces para ordenador, performer y compositor. Todo eso en uno. Su expresión artística multifacética a través de la música electrónica generó también un nuevo formato de festivales como el Festival des cultures électroniques et des arts numeriques Scopitone, que se celebra esta semana (hasta el 21 de septiembre) en Nantes, ó el TodaysArt de La Haya (25-28 de Septiembre), o los pasados (y próximos) Sonár en Barcelona (y en otras ciudades del mundo), Ars Elelctronica en Linz, Transmediale en Berlín. En espacios híbridos, entre club, museo, lugares de exposición, estos festivales presentan conciertos, instalaciones, charlas, DJ sets y performances de la música avanzada y new media, la e-culture.
La transformación de una identidad artística a la otra, de dirigirse a un público en éxtasis cinético en un club, al espectador de una instalación visual y de sonido en una exhibición, se dilucida mejor a través de las biografías de los mismos artistas.
Carsten Nicolai (Chemnitz, 1965) investiga “los límites de la percepción acústica y visual” en sus obras de arte. Para el Festival Sónar de este año en Barcelona, el alemán presentó su trabajo Unidisplay, una escultura, un muro de 36 metros de luz y sonido de carácter hipnótico y meditativo. Nicolai, que es arquitecto de formación, empezó tocando en los clubes de Berlín bajo el nombre de Alva Noto “en un momento en el que el techno tenía gran fuerza”. Sus presentaciones en los clubes también eran una experiencia para la vista. Fue de los primeros en usar instalaciones visuales con sus ritmos que no eran solo bailables.
“En los clubes a principios de los noventa se tocaba dos vertientes de electrónica, una bastante rítmica y otra más ambiental, para el chill out. Las dos crecieron de forma paralela”. Nicolai añade que a nivel artístico estas “dos líneas se fueron fusionando”. Alva Noto empezó a componer un tipo de música que podía aparecer “tanto en un club como en un teatro. Este nuevo estilo de electrónica redefinió los lugares de presentación. Los organizadores de festivales reaccionaron a las varias facetas artísticas de los músicos de la escena del club, expandiendo los formatos de exposición”, explica Nicolai.
El Festival Scopitone nació directamente de un club. Cédric Huchet, su programador, cuenta que en Nantes en 1990 fundó con otros colaboradores el club Olympic, que “era pequeño, con un solo escenario y con capacidad para 800 espectadores”. Enfocado en las tendencias que nacían de la club culture, Huchet y sus compañeros crearon la plataforma Stereolux para la investigación, diálogo y presentación de la cultura electrónica y las artes digitales. Scopitone es uno de los proyectos que realiza Stereolux. Desde su inicio en 2002 este festival de carácter anual reúne a artistas de la electrónica, bandas de electropop (como Black Strobe), grupos con nuevas propuestas musicales (como Golden Teacher) y procura además una reflexión sobre la intersección entre arte y ciencia.
Ryoji Ikeda "supersymmetry" from YCAM on Vimeo.
La confluencia entre estas dos disciplinas es visible en la obra del artista Ryoji Ikeda (Gifu 1966), que explora la mecánica cuántica en su trabajo. Para esta edición de Scopitone Ikeda presenta la instalación Supersymmetry y su performance Superposition. Supersymmetry tuvo premiere en el centro de artes Yamaguchi de Japón en junio de este año, pero Superposition celebra su inauguración en el festival en Nantes.
El japonés Ikeda también empezó como dj. Amigo y colaborador con Carsten Nicolai, los dos investigan desde hace 10 años bajo el proyecto Cyclo “la forma como se producen frecuencias electrónicas y la manera de traducir sonidos electrónicos en vídeo”, apunta Nicolai.
Lo acústico y lo visual se encuentran a través de la música electrónica
El alemán que también creó el sello, Raster Noton, reúne y produce el trabajo de artistas interesados en la música electrónica con un concepto visual y performativo. Raster Noton produce entre otros a Robert Lippok (Berlín, 1966) integrante del trio To Rococo Rot (su último álbum, Instrument, salió el pasado julio y contó con la participación de Arto Lindsay). Lippok que tiene formación en escenografía ve su “música como una escultura”. El berlinés elabora modelos de sus composiciones musicales con objetos que “representan la transmisión de las ondas en el espacio”.
Lo acústico y lo visual se encuentran a través de la música electrónica en obras que son a veces de tamaño monumental para la vista y minimalista para el oído. La transición de la escena del club a la de la instalación de sonido ha sido un paso orgánico. En el club las ondas longitudinales de la música rebotan elásticas contra las paredes de los clubes, para entrar penetrantes en los cuerpos, hinchándolos hasta rebosar en un éxtasis cinético. Vibraciones sonoras transformadas en sudor. Las frecuencias minimalistas, de carácter hipnótico de las instalaciones de sonido y esculturas audio-cinéticas de ahora generan un trance diferente.
En las palabras de Mario de Vega (Mexico, 1979), artista visual, que también empezó como dj en su natal México y que ahora vive y trabaja en Berlín, se trata de “entender al cuerpo como un objeto resonante que se mueve por vibración”.
La partitura de la música electrónica
El ordenador se ha convertido en un instrumento. Abbleton es un programa de composición musical creado en 1999 entre otros por Gerhard Behles y el artista visual y de sonido Robert Henke (Múnich 1969). Es el programa más usado en la escena de la electrónica por su fácil manejo. Sus creadores lo construyeron porque hasta ese entonces los programas no ofrecían "nada diferente a lo que se podía realizar en un estudio de música y la idea era poder interactuar con el ordenador de una manera más creativa", señala Henke y añade que "este tipo de programas permite a los músicos trabajar con tonalidades, algo que hubieran querido hacer de manera directa compositores como Wagner o Stravinsky", El artista hace referencia a que a través de esta tecnología se puede manipular los colores del sonido, de cada nota que se pusiera de otra forma sobre una partitura de papel. La electrónica ha pasado desde su origen con uno de sus precursores como Stockhausen, al techno nacido de la escena underground de Detroit, a lo que es ahora, un género musical presente tanto en los clubes, como parte de instalaciones de arte. El Festival für Neue Musik de Darmstadt que desde su comienzo se dedicaba solo a la música contemporánea y por donde han pasado Cage, Nam June Paik y el mismo Stockhausen, proponen desde el 2010 un atelier elektronik para el estudio y presentación de la electrónica, invitando a artistas como Gilbert Nuono que desde el instituto IRCAM fundado por Pierre Boulez en Paris, investigan sobre la elaboración de nuevos programas para crear y notar la electrónica.
Babelia
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