11 fotosPrisioneros de guerraEn los seis primeros meses de la Primera Guerra Mundial, 1,3 millones de personas fueron capturadas. Muchas contaron su experiencia en fotos 28 jul 2014 - 00:12CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceAlgunos prisioneros se ganaban la vida haciendo tareas para sus compañeros. En los tres campos alemanes en los que estuvo Bruelemans se dedicó al trabajo de barbero. Otros soldados no tenían tanta suerte. De 1915 en adelante, los ejércitos alemán, francés y ruso empezaron a utilizar prisioneros como mano de obra. Los británicos solo se sumaron en 1917 por la oposición de los sindicatos.EUROPEANA (CC-BY-SA 3.0)El soldado francés Henri Monsegu fue herido y capturado en su primera batalla, en agosto de 1914.EUROPEANA (CC-BY-SA 3.0)En esta foto, Monsegu (marcado en azul, con bolígrafo) posa con sus compañeros del campo de prisioneros de Dörnitz, en Sajonia.EUROPEANA (CC-BY-SA 3.0)Durante su cautiverio, Monsegu aprendió alemán. Fue repatriado en enero de 1919.EUROPEANA (CC-BY-SA 3.0)El irlandés Jeremiah (Jerry) Cullinane nació en el condado de Cork en 1890. De familia de clase trabajadora, se alistó en el Real Regimiento Irlandés en 1913. A pesar del creciente nacionalismo irlandés, muy presente en Cork, el ejército británico era una de las pocas alternativas de trabajo. Enviado a Bélgica en 1914, fue capturado al poco de llegar, en la batalla de Mons.EUROPEANA (CC-BY-SA 3.0)Cullinane, como el resto de soldados irlandeses, fue enviado a un campo cerca de Fráncfort, donde el líder nacionalista Roger Casement intentó reclutar una brigada irlandesa para combatir con los alemanes contra los británicos. Cullinane, como la inmensa mayoría de sus compañeros, se negó. Fue enviado a trabajar a una granja. Liberado tras la guerra, Jeremiah Cullinane murió arruinado en 1927. La última carta que le envió a su hermana desde el hospital le dijo que debía dinero de la habitación que ocupaba.EUROPEANA (CC-BY-SA 3.0)Prisioneros de guerra indios, de la colección del soldado de infantería bávaro Jakob Treitinger. Alrededor de 130.000 soldados de esta nacionalidad lucharon en el Frente Occidental durante la guerra. A pesar de que el porcentaje de bajas fue inferior al de otras unidades, el clima y la inexperiencia con el equipamiento hizo que la moral de estos regimientos fuera muy baja y hubiera muchas deserciones.EUROPEANA (CC-BY-SA 3.0)Las mujeres también podían ser prisioneras de guerra. Los alemanes capturaron a este grupo cerca de Lovaina (Bélgica) y las transportaron a un campo de concentración en Alemania.EUROPEANA (CC-BY-SA 3.0)El soldado irlandés Michael Fitzgerald, de pie a la derecha, posa con dos compañeros en un campo de prisioneros alemán.EUROPEANA (CC-BY-SA 3.0)Un grupo de prisioneros civiles de la región francesa de Pas-de-Calais, encarcelados en un campo alemán.EUROPEANA (CC-BY-SA 3.0)Las enfermedades mataron a decenas de miles de prisioneros durante la Primera Guerra Mundial. Además de las dolencias causadas por la falta de higiene —como el tifus, que arrasó campos de refugiados en Rusia y Austria-Hungría— la pandemia de gripe de 1918 mató a muchos soldados y prisioneros. De hecho, fue la más mortífera de la historia, con unos 50 millones de víctimas. En la foto, prisioneros de guerra serbios ingresados por gripe en un hospital de Rotterdam (Holanda).EUROPEANA (CC-BY-SA 3.0)