10 fotosClásicos del wéstern europeoProducciones que en su momento fueron etiquetadas como películas de serie B y que el paso del tiempo ha convertido, en obras de cultoCarlos Gámez11 jul 2014 - 00:09CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceDebut del director italiano Sergio Sollima en el wéstern (1967) y primer título de la serie 'Cuchillo'. Duelo interpretativo entre el americano Lee Van Cleef que gracias al wéstern italiano conoce una segunda vida cinematográfica y el actor cubano afincado en Italia, Tomas Millian, que pasaba de los paisajes urbanos y decadentes de Luchino Visconti y Mauro Bolognini a las áridas y polvorientas tierras mexicanas del sur de España. Tomas Millian entraba en el cuadro de honor de los anti-héroes del wéstern europeo junto a Gian Maria Volonté.Contemplar a un actor de las características de Jean-Louis Trintignant transformado en 'cowboy' mudo resulta de entrada toda una rareza cinematográfica. Si además, lo enfrentamos a un intérprete como Klaus Kinski, aquí en toda su proyección majestuosa como virtuoso de las mayores crueldades, el encuentro sin duda promete grandes emociones. Desde su estreno (1968) la película no ha dejado de ganar adeptos y objeto de culto entre los aficionados al género.El wéstern italiano o europeo no ha desdeñado la mirada ideológica desde posiciones izquierdistas o marxistas. La revolución mexicana ofrecía un excelente marco histórico para algunas reflexiones y análisis. El wéstern hacía su metamorfosis en fábula política a propósito de la violencia individual versus la violencia de estado y otras cuestiones. Todo ello, reunido en ese sensible horizonte que discurre entre la violencia más extrema y lo grotesco más caricaturesco. Fue dirigida por Damiano Damiani en 1966.Tonino Valerii había hecho parte de su aprendizaje junto a Sergio Leone. Para su debut en el género en 1967 eligió una historia de aprendizaje e iniciación. Como el maestro y pistolero, Lee Van Cleef, y como el joven aprendiz, Giuliano Gemma, un actor que había debutado en 'Los Titanes' y había protagonizado la serie 'Gringo'. Como tributo, Quentin Tarantino, casi cuatro décadas después, incluía en la banda sonora de 'Kill Bill' el tema de la película compuesto por Riz Ortolani, autor del popularísimo 'More' de la banda sonora de 'Este perro mundo'. Para 'Django Unchained' volverá a recurrir al músico italiano.A Franco Nero le correspondió convertirse en el Clint Eastwood europeo en el papel de ese pistolero de rostro impenetrable que arrastraba un ataúd. El actor italiano estaba a punto de dar un gran salto en su carrera y transformarse en el caballero medieval Lancelot por amor de Vanessa Redgrave (y de la reina Ginebra). 'Django' (Sergio Corbucci, 1966) forma parte de esa producción de películas realizadas en la segunda mitad de los sesenta y que en buena parte quedaría oscurecida por la figura y la sombra majestuosa de Sergio Leone.En los confines del wéstern europeo hay que situar este filme de aventuras (y canciones) a mayor gloria de las dos estrellas del cine francés, Brigitte Bardot y Jeanne Moreau, como aguerridas revolucionarias y pioneras 'strippers'. El director Louis Malle (1965) y su guionista, Jean-Claude Carrière, rendían tributo a un clásico como 'Veracruz', de Robert Aldrich, ahora traspasado en versión femenina. La censura española tardaría unos años en darle el visto bueno a la vista del jolgorio revolucionario y erótico.Despedida por todo lo alto del tándem Sergio Leone-Clint Eastwood. Desde el titulo de la película (1968) que generaría una oleada con títulos extravagantes y grotescos, hasta la banda sonora creada por Ennio Morricone, toda la obra ya forma parte de la historia del cine. El wéstern europeo alcanzaba su mayoría de edad. Eastwood regresaba a Hollywood para confirmar su estatus de estrella y a Leone le esperaba su última gran epopeya sobre el mito del Oeste. Y por primera vez, con la mujer como protagonista. Ni más ni menos que Claudia Cardinale.Como último gran aliento creativo el wéstern europeo se refugió en la auto parodia y la sátira. La producción generada en todos esos años había dejado al género más que exhausto. La pareja Terence Hill (Mario Girotti) y Bud Spencer (Carlo Perdesoli) le sacaban de nuevo punta al viejo Oeste desde su lado más paródico y disparatado y acababan realizando un subgénero del género. Fue dirigida por Enzo Barboni en 1970.El wéstern americano no pudo permanecer impasible ni tampoco quedar inmune a los efectos del “wéstern mediterráneo” y acabó dejándose seducir a la vista de la buena acogida del público con su “primo bastardo” .Y sus héroes sin afeitar. Para que nada se escapara llamaron a un compositor como Ennio Morricone a la hora de vestir musicalmente las imágenes y formaron una extraña pareja compuesta por Clint Eastwood y Shirley McLaine (Don Siegel, 1970) en su única incursión en el “salvaje oeste”. En este club de películas bajo influencia señalemos también esa rareza llamada 'Shalako' (Edward Dmytryck, 1968), wéstern imposible como su pareja protagonista, Sean Connery y Brigitte Bardot.Un director y cinéfilo como Álex de la Iglesia más pronto o más tarde acabaría echando una mirada por el retrovisor y sobre uno de nuestros géneros más populares. De la Iglesia rendía tributo a esa cara B del cine español y sus eternos perdedores en la figura de Sancho Gracia en el papel de un viejo especialista de películas del Oeste. De la Iglesia, sin proponérselo, realizaba su propio wéstern crepuscular en 2002. Como los grandes maestros.