90 años en el aire

Nació en 1924 y ha sobrevivido a un aluvión de avatares tecnológicos. Frente a los agoreros que anunciaban su muerte con la irrupción de la televisión, la radio es un medio muy seguido y convive pacíficamente con los medios digitales. Cadenas de todo el planeta emitieron ayer programas especiales para conmemorar su día. Los profesionales de las grandes emisoras españolas miran con optimismo el futuro. “Ya no dependemos de la onda corta para llegar a la otra punta del mundo. Internet nos ha abierto nuevos mercados”, dice la periodista Pepa Fernández, conductora de No es un día cualquiera, el magacín de fin de semana de RNE. Su colega de la SER, Javier del Pino, al mando de A vivir que son dos días, sostiene que la radio “tiene exactamente la misma buena salud que tenía hace unos años, y eso tiene un mérito enorme porque significa que Internet no ha sido una amenaza sino una herramienta. Otra cosa es la cuenta de resultados, pero eso no depende de lo que hacemos ni de la fidelidad de los oyentes sino de los vaivenes de la economía. A mí me sigue dando vértigo que tanta gente nos escuche cada día”.

“Parecía que el mundo digital se iba a comer a la radio... pero no”, coincide Javier Gonzalez Ferrari, que se asomó por primera vez al micrófono en julio de 1975 en la SER y ahora preside Onda Cero. No obstante, apunta también que el sector ha sufrido con la crisis. “El problema de la facturación es serio pero no acuciante como antes. Ha habido ajustes y los grandes comunicadores se han apretado el cinturón”, explica. La cercanía es, en su opinión, la principal virtud del medio. “El oyente cree que le cuentas las cosas solo a él”, dice.

Del Pino asegura que la radio debe dejar de obsesionarse con la vieja virtud de la inmediatez porque ahora todo es inmediato. “El periodismo no es solo dar la noticia y darla el primero, es el contexto, y la radio es un medio perfecto para ofrecerlo. Y los que creemos en la radio como oficio tenemos que preservar el medio con respeto artesanal”. Pepa Fernández observa que hay una diferencia abismal con los contenidos de hace décadas, pero critica la escasa variedad de programas actual y la tendencia. “Las cadenas copian los formatos. Tenemos poca capacidad de aventura, de hacer cosas nuevas. Nadie arriesga. Seguimos con el mismo formato que inventó Luis del Olmo”.

Después de 50 años en las ondas, el periodista leonés asegura que el futuro está marcado por la globalización. “Con el ordenador, el iPad o el móvil se pueden escuchar emisora de cualquier parte del mundo”, observa Del Olmo. Aunque lo que realmente le interesa es sintonizar la emisora de su pueblo para escuchar las retransmisiones de la Ponferradina. El periodista, que ahora recorre España dando charlas sobre su medio siglo de profesión, percibe que el mundo digital, además de la globalización, ha traído la posibilidad de crear emisoras personalizadas. Los tiempos del repato de frecuencias quedan atrás.