17 fotos¡Viva el peplum!Bíceps relucientes, héroes musculosos, bailarinas lascivas, brutales gladiadores y emperadores tiránicos. Así es el géneroCarles GámezValencia - 07 feb 2014 - 00:05CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlace'Hércules' (1958) de Pietro Francisci. Para los amantes del género una de sus obras más selectas e imprescindible en toda lista cinematográfica. Un actor norteamericano de tercera fila pero de músculos saludables, Steve Reeves, encontraba en los decorados de Cinecittá la gloria cinematográfica y el personaje por el que sería recordado en la posteridad.Sodoma y Gomorra (1962) de Robert Aldrich. Aunque de los habitantes de estas dos pecadoras ciudades bíblicas no quedó ni rastro según la crónica sagrada, su paso por la pantalla dejó curiosidades como la primera reina de la antigüedad lesbiana interpretada por Anouk Aimée post-La Dolce Vita y el vestido de Rossana Podestá que años despues copiaría el mismísimo Gianni Versace. Entre las frases de la película: “La muerte es el último placer”. Ni el mismísimo Marques de Sade lo hubiera dicho mejor.Troya (2004) de Wolfgang Petersen. Si Angelina Jolie había sido la madre del mismísimo Alejandro Magno, por supuesto que Brad Pitt podia ser el guerrero Aquiles, conocido, entre otras cosas, por su talón y la guerra de Troya que se lió por la bella Helena. Pitt seguía la tradición de Hollywood no escrita que dice que todo actor debe vestir al menos una vez en su vida, falda corta, coraza y casco guerrero.Cleopatra (1963) de Joseph L.Mankiewicz. Después de las sucesivas reinas del Nilo encarnadas por Theda Bara, Claudette Colbert y Vivien Leight, le llegó el turno a Elizabeth Taylor y aunque la película casi deja en bancarrota a la Fox, se encontró con el premio gordo de la lotería cuando se destapó el flechazo entre la actriz y su Marco Antonio de película, Richard Burton. La entrada de Cleopatra en Roma escoltada por una compañía de bailarines zulúes en la mejor tradición de Las Vegas queda como uno de sus momentos más memorables.Alejandro (2004) de Oliver Stone. A los amantes del género les rechinó un poco que un tipo más bien tirando a chulesco como Colin Farrell -y para la ocasión con la cabeza oxigenada- acabara siendo el elegido para encarnar al emperador helénico. Anteriormente el victorioso guerrero macedonio había contado con la figura del galés Richard Burton y un perfil sin duda más shakesperiano.La batalla de Maratón (1959) de Jacques Tourneur. El realizador de clásicos del cine de terror como La mujer pantera o Yo anduve con un zombie viajaba hasta la Grecia clásica en el último tramo de su filmografía. Steve Reeves dejaba de momento las hazañas de Hércules para luchar contra los persas y patentar la primera maratón de la historia.'300' (2007) de Zack Snyder. El Rey Leónidas y sus valerosos guerreros espartanos fueron los elegidos para protagonizar este choque de civilizaciones con las Termópilas como paisaje bélico. Aunque más de un historiador puso el grito en el cielo ante la falta de rigor histórico, el público no le echó en falta. Su protagonista, Gerard Butler entraba en el álbum de honor de los iconos gay.Golfus de Roma (1966) de Richard Lester. Una comedia musical de Broadway en su origen y autoría de Stephen Sondheim, un realizador iconoclasta que había hecho correr como locos a Los Beatles en la pantalla y un reparto de cómicos de Broadway irrepetible: Zero Mostel, Buster Keaton, Phil Silvers, Jack Gildford, entre otros. ¡Con la toga y a lo loco!'La caída del Imperio Romano' (1964) de Anthony Mann. Su titulo preludiaba la decadencia de un género, el cine histórico que se desmoronaba como las fronteras del imperio romano ante las sucesivas invasiones bárbaras. Samuel Bronston, el productor, y Anthony Mann, el director, oficiaban este réquiem por un género y mundo perdido construido de cartón y piedra y localizaciones de la sierra madrileña.'Gladiator' (1999) de Ridley Scott. Ridley Scott devolvía a la pantalla la épica y el espectáculo de titulos como Ben-Hur y Espartaco. Russell Crowe se ganaba un oscar gracias a su papel como el general hispano-romano convertido en esclavo y gladiador victorioso y Joaquin Phoenix como uno de los emperadores más odiosos que ha dado la historia del cine.'Julio Cesar' (1953) de Joseph L. Mankiewicz. Aunque más de un espectador se quedó de piedra a la vista del recital shakesperiano que destilaba la pantalla, la sabiduría del director de Eva al desnudo elevaba el peplum a la categoría de obra maestra, eso sí, con un reparto de campanillas: Marlon Brando, James Mason, John Gilgieud, Deborah Kerr y Greer Garson.'Edipo Rey, el hijo de la fortuna' (1967) de Pier Paolo Pasolini. Poner la tragedia de Sófocles en manos de un director como Pasolini puede resultar un ejercicio tentador, impredecible y sin duda creativo como acabó siendo finalmente esta versión de la obra clásica. Entendemos que algunos estudiosos y académicos del género se resistan a incluirlos en el vademécum cinematográfico.'La Biblia' (1966) de John Huston. La mirada de John Huston sobre la historia sagrada dejó algunos de los momentos más divertidos e irónicos que se han hecho sobre las sagradas escrituras, entre otros, ver al propio director transformado en Noé y organizando una troupe de animales variados ante la llegada del diluvio universal. O la compañía del Living Theatre en plan gran happening y orgía Sodoma y Gomorra.'Los titanes' (1962) de Duccio Tessari. Giuliano Gemma antes de embarcarse en los caminos del spaghetti-western fue uno de los titanes más entretenidos y divertidos de la pantalla. El cine de romanos recobraba su espíritu de tebeo para todos los públicos y el placer de la aventura estaba servido.'Salomón y la Reina de Saba' (King Vidor, 1959). En todo peplum no puede faltar la secuencia del baile o danza de rigor pasada por esta Antigüedad donde según Hollywood todo es posible como ver a Gina Lollobrigida transformada en la Reina de la Saba en movimiento incitando al sabio Rey Salomón (Yul Brynner) a una lujuriosa y tentadora danza oriental.La rebelión de los esclavos' (1960) de Nunzio Malasomma. Solo por ver al mismísimo Serge Gainsbourg vistiendo de romano y en minifalda ya merece figurar este peplum en cualquier antología. Gainsbourg repetiría en otras producciones y a la vista de su físico, por supuesto, que su papel estaría en el bando de los perversos romanos dedicados a perseguir a los pobres cristianos.'Fellini-Satyricon' (1969) de Federico Fellini. La antigüedad vista desde unos ojos como los de Fellini acabó dando al género una de sus obras más insólitas. El creador italiano trasladaba a la Roma del Siglo I d.C. una buena parte de sus fantasmas y obsesiones que anteriormente se habían paseado por la Via Veneto. En el reparto la recordada 'top-model' Donyale Luna como la maga Enotea y con furor uterino inconsolable.