30 años a pie de guerra
‘En portada’ celebra tres décadas de coberturas internacionales
Una entrevista a Fidel Castro inauguraba en 1984 un programa que ha sabido sobrevivir a los vaivenes de TVE. En portada, referencia de los grandes reportajes internacionales, cumple hoy 30 años. Tres décadas en las que se ha sumergido en los conflictos bélicos desatados en cualquier zona del mundo. Elena Martí, directora a principios de los noventa, recuerda que un equipo de TVE estuvo en plena guerra de Somalia justo antes de que asesinaran a los marines estadounidenses. “Era extremadamente peligroso y arriesgado. Los señores de la guerra habían tomado el control. De un barrio a otro no sabías con qué te podías encontrar”.
De los primeros tiempos de En portada eran periodistas arrojados como Manu Leguineche, que llegó a la televisión después de haber cubierto la revolución de Argelia, el conflicto entre India y Pakistán, las guerras de Vietnam, Líbano, Afganistán y Nicaragua. O Fernando de Giles, curtido en Los reporteros junto a un equipo mítico del que formaban parte Miguel de la Quadra, Enrique Meneses y Manolo Alcalá.
Los primeros años tenían un enfoque muy político", dice Elena Martí
“En los primeros años el programa tenía un enfoque muy político. Ahora atiende más a aspectos sociales”, observa Martí. Sociales y también económicos, como pone de manifiesto Alicia G. Montano, inmersa en un reportaje sobre la bancarrota de Detroit. “El desafío de programas como el nuestro”, dice, “es ser capaz de trasladar al espectador de manera entendible historias lejanas o de las que tiene una idea vaga”. Y, además, “no quedarnos en la superficie de lo que vemos sino ir a la raíz de lo que sucede”, añade Rosa María Calaf, la primera periodista de una cadena española que entraba en Corea del Norte. “Se nos controló continuamente, pero pudimos ofrecer una visión de lo que era el país”, comenta. Fue su reportaje más impactante, aunque en la memoria guarda el último que realizó para TVE. Fue en Filipinas, un país azotado brutalmente el pasado noviembre por el tifón Haiyan. “Cuando ocurren estos desastres se tiende a elaborar las informaciones desde la emoción, no desde el conocimiento. Este tipo de sucesos no son fruto de la causalidad. Filipinas es un país en el que las autoridades no se preocupan de su gente”, dice Calaf.
En estos 30 años, En portada ha tenido una vida muy irregular. A mitad de los noventa sufrió un largo parón. Algunos lo atribuyen a que TVE había gastado tanto dinero en la cobertura de la primera guerra del Golfo que restringió al mínimo los viajes en el exterior. Pese a todo, en sus 600 emisiones es raro el país que no ha pisado para seguir un golpe de Estado o un genocidio. Su actual director, José Antonio Guardiola, asegura que la televisión pública tiene la obligación de contar historias para “salvar la curiosidad de saber lo que ocurre más allá de lo que ven sus ojos”. Y también, matiza, de denunciar las atrocidades. “En el contrato social que nos une al espectador, tratamos de ir donde otros medios no van. Todos cubrimos la guerra de Libia, pero cuando llega el momento de ver si se han cumplido las promesas, los medios se olvidan. Yo creo más en el periodismo de posguerra que de guerra”, apunta. Por eso, uno de los próximos viajes les llevará a Ruanda para ver cómo está el país 20 años después de un genocidio que segó la vida de 800.000 personas.
Durante la etapa dirigida por Juan Antonio Sacaluga (de 2004 a 2008), En portada miró especialmente a América Latina, con un repaso a fondo a todos y cada uno de los países del otro lado del Atlántico. Y siempre con una exigencia: “Profundizar en los temas y cuidar muchísimo la imagen”, subraya Sacaluga. “Hay quien sostiene que lo que hay que hacer es contar historias. Esta es una idea copiada de la cultura audiovisual de EE UU. Lo importante es explicar las causas. En televisión se tiende a mostrar los hechos, aunque es lo que no se ve lo que interesa al público. Contar historias ofrece la posibilidad de hacer enfoques más espectaculares, pero la clave es el porqué y no solo el qué”, apunta Sacaluga.
Su actual director solo pide "un mejor horario en la parrilla de TVE"
Muchos profesionales de TVE consideran En portada como el mejor ejemplo de televisión pública. Elena Martí evoca su paso como “una época profesionalmente dorada”, Alicia G. Montano cree que “hacer reportajes de largo formato es el sueño de cualquier periodista” y para Rosa María Cafal fue “un privilegio” contar con una herramienta narrativa que le ha permitido acercarse a la gente y mostrar “lo invisible” y dar voz a los que “están en silencio”.
Guardiola no tiene duda de que En portada es “esencia pura del periodismo”. Si hay algo que ha cambiado con este tiempo son los medios. “En últimos años se ha recortado el presupuesto un 40%. Por eso hay que elegir muy bien los temas y medir mucho los viajes”, dice el director, convencido de que para hacer buen periodismo se necesitan dos cosas: tiempo y dinero. “Y también formación”, puntualiza Calaf.
A falta de dinero, a lo que aspira Guardiola es a tener “un mejor horario en la parrilla” para que En portada (relegado a medianoche) sea accesible al gran público.
El reportaje perfecto
Para celebrar su 30º aniversario En portada ha grabado ‘El reportaje perfecto’, una edición especial que se emitirá el próximo jueves (23.30 en La 2) y se articula alrededor de cuatro espacios que reconstruyen documentos impactantes y formas de narrar modélicas. Se trata de ‘Uganda, la historia interminable’ (1986), ‘El corazón de las tinieblas’ (1992), ‘Una historia del muro’ (1999) y ‘Allende, caso cerrado’ (2009). Con estas historias, destripadas a conciencia, el programa intenta buscar el elixir del reportaje perfecto. Una tarea titánica y casi imposible porque, según ha comprobado el director de En portada, José Antonio Guardiola, “el reportaje perfecto no existe”.
Los documentos seleccionados representan formas diferentes de abordar un tema. El hilo conductor puede ser un viaje por los Grandes Lagos para retratar la guerra de Uganda o la historia del médico y el camarógrafo que grabaron la exhumación del cadáver de Salvador Allende.
El especial se adereza con una conversación sobre la narración televisiva, en la que que participan Rosa María Calaf, Javier Reverte y Alfonso Armada. Y se completa con unas reflexiones del escritor y Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.
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