‘El gran día de los feos’, la primera serie española para el bolsillo
La producción concebida solo para ‘smartphones’ y tabletas critica la crisis de valores y el canon de belleza actual
Hay dos clases de ciudadanos en el país gobernado por Mijail I ‘El Agraciado’: los guapos y los feos. Aunque estos últimos no tienen cabida en este régimen de la belleza: las calles se mantienen “seguras y estéticas” gracias a la UCF (Unidad de Captura de Feos) y los feos permanecen recluidos en campos de concentración de los que no saldrán nunca. Y menos durante las celebraciones del 25º aniversario de la llegada al gobierno del dictador de las tendencias. Este es el argumento de El gran día de los feos, la primera serie de producción española concebida para verse exclusivamente a través de smartphones y tabletas que la productora Tiempo de Rodar estrenó el pasado 19 de septiembre y sus creadores presentaron en la pasada edición de The AppDate Madrid, el evento de aplicaciones con el que colabora Microsoft.
La serie, que en su primera temporada cuenta con 8 capítulos, está disponible en una aplicación que se puede descargar desde Android e iOS y ofrece el episodio 1 y 2 de manera gratuita, cada semana, y en lotes de dos capítulos desde el tercero a 0,89 céntimos: “Nuestra intención es que podamos ofrecerla en su totalidad de manera gratuita cuando consigamos un patrocinador”, asegura Daniel Leal, desarrollador de la aplicación. Rodada íntegramente en Madrid, cuenta con actores como Daniel Retuerta, que participó en series como El Internado o Compañeros. El proyecto tiene detrás 3 años de trabajo, y el apoyo del Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) y una inversión total de 60.000 euros.
Esta comedia negra, que bebe de Un mundo feliz de Auxley y de 1984 de George Orwell, parte de “una premisa banal” pero tiene un trasfondo crítico de "la crisis de valores” que la sociedad atraviesa: “Actualmente imperan valores como el materialismo, el consumismo, los falsos ídolos y la metáfora de la muerte de los feos en la serie es la muerte social que vive alguien que no cumple los cánones actuales”, explica Nabil Chabaan, autor, guionista y uno de los directores de la producción.
Que los creadores de esta serie hayan elegido una aplicación para su estreno no ha sido casualidad: “El mercado de las webseries estaba saturado y era difícil destacar con un primer proyecto. Además, creíamos que así dábamos respuesta al público que le gusta consumir ficción no sólo cuando quiere si no también donde quiere”, asegura Chabaan. Y este nuevo formato para la serie ha modificado, en parte, el proceso de montaje de la serie: “Tiene un ritmo más frenético y hay más elipsis en la historia que en una serie para televisión, además de que los planos son más cerrados y hayamos evitado, en la medida de lo posible, los planos más generales”, asegura Chabaan.
Con una estética muy acentuada, aunque sin diseñar un futuro tecnológicamente revolucionario, el final de la primera temporada es abierto para una posible continuación de dos temporadas más, el objetivo marcado por la productora: “Es un proceso laborioso pero realmente no depende de nosotros, sino de la aceptación del público”, apunta Nabaan.
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